lunes, 31 de mayo de 2010

Frank Wolff


Actor estadounidense (1928 California-1971 Roma) cuyo verdadero nombre era Walter Hermann Frank Wolff.

De familia acomodada (su padre era médico) y de ideología de izquierdas, durante la década de los cincuenta estudió en la UCLA, apoyado por sus padres, actuación y dirección, montando diversas obras de teatro como “El tiempo es mañana” (drama en el que se criticaba la guerra) y obteniendo por dos veces el premio a mejor actor.

Es durante esta época de estudiante cuando va a conocer a realizadores de la talla de Monte Hellman (“A través del huracán”, “Carretera asfaltada en dos direcciones”) del que se hará un gran amigo y con el que montará varias obras de teatro en UCLA o del mítico productor-director Roger Corman (además de su labor como director fue el mentor entre otros de Coppola, Scorsese, Demne, Nicholson o De Niro).

Gracias a la amistad con este último participó en varias películas dirigidas por él que compaginó con apariciones en series de moda de la época (“Los intocables”, “Caravana” o “Rawhide”). En 1961 se trasladó a Grecia para rodar de nuevo con Corman “Atlas”. Una vez en Europa decide probar suerte en la industria cinematográfica de este continente y, sobre todo, en la italiana, destacando sus apariciones en el policiaco dirigido por Francesco Rosi en 1962 “Salvatore Giuliano”, el drama sobre los inmigrantes griegos en EEUU “América, America” realizada por Elia Kazan en 1963, la coproducción de 1966 “La Venus de la ira” de Daniel Mann en la que trabajó junto a Sofía Loren y Peter Finch o la comedia de ese mismo año de Dino Risi “Arreglo de cuentas en San Genaro” con Nino Manfredi.

Su debut en el spaghetti western, tras haber rechazado el papel del malo en “Por un puñado de dólares”, tuvo lugar en 1966 con “Alambradas de violencia” de Leon Klimovsky en la que compartía cartel con Anthonny Steffen y llegó a rodar en apenas cuatro años hasta diez eurowesterns entre los que destacan dos de los mejores films de este subgénero “Hasta que llegó su hora” en el rol del desafortunado marido de Jill y “El gran silencio” como el desdichado sheriff, ambas rodadas en 1968.

De su última etapa sobresale su participación en tres giallos, “Asesinada ayer” dirigida en 1970 por Duccio Tessari, película en la que compartía protagonismo con Raf Vallone, y dos coproducidos entre España e Italia realizados en 1971: “Los fríos ojos del miedo” película de Enzo G. Castellari (con el que había trabajado en un par de spaghettis) y “La muerte camina con tacón alto” dirigida por Luciano Ercoli.

Ese mismo año, aquejado por una fuerte depresión, se suicidaba en el Hotel Hilton de Roma antes de que se estrenase su última película “Quando le donne persero la coda”.



Filmografía en SW:

1966- Alambradas de violencia
1966- Los cuatros salvajes
1967- Il templo degli awoltoi
1967- Un dollaro trai denti
1967- Tu perdonas… yo no /// Reseña Adicional
1968- Llego, veo y disparo
1968- El gran silencio /// Reseña Adicional
1968- Hasta que llegó su hora/// Reseña Adicional
1968- Mátalos y vuelve
1969- Yo soy vuestro verdugo


sábado, 29 de mayo de 2010

PERSECUCIÓN MORTAL


Persecución mortal (Il venditore di morte)
Italia
1971
Director: Enzo Gicca Palli
Reparto: Gianni Garko, Klaus Kinski, Gely Genka, Franco Abbiana, Luciano Pigozzi, Giancarlo Prete, Luciano Catenacci, Luigi Castellato, Franca de Stratis, Laura Gianoli, Andrea Scotti, Giuseppe Castellano, Alfredo Rizzo, Gualtiero Rispoli, Paolo Magalotti, Bruno Ukmar, Osiride Pevarello, Pietro Torisi
Guión: Enzo Gicca Palli
Fotografía: Franco Villa
Música: Mario Migliardi



Spaghetti cuyo título original es “Il venditore di morte” dirigido en 1971 por Gicca Palli, bajo el seudónimo de Vicent Thomas, que sólo dirigió cinco películas hecho que no me extraña viendo el resultado obtenido con ésta, que es una clara muestra, para mí, de la decadencia del eurowestern con introducción, por influencia del éxito de la saga de Trinidad, de elementos humorísticos de escaso gusto (hay una escena en la que la cámara enfoca al trasero de la protagonista como si se tratara de la típica comedia erótica setentera protagonizada, por ejemplo, por Edwige Fenech).


El film trata sobre unos individuos que, con la cara tapada, asaltan el salón de un pueblo y matan a una de las “bailarinas”. De este hecho se culpará a un famoso y odiado pistolero, Chester. Pero un abogado, que nadie sabe de dónde ha salido y por qué se toma tantas molestias por un ser despreciable, está convencido de su inocencia y con ayuda de la encargada del saloon, que odia a muerte a Chester pero quiere hacer justicia, contrata a Silver, una especie de investigador privado del siglo XIX, para que descubra al verdadero asesino.


Nos encontramos ante un auténtico disparate de guión obra del propio Gicca Palli que no se sostiene por ningún lado, mezcla elementos propios de una película de suspense (el film se abre con el asesinato de una muchacha, quizás la mejor escena aunque no sea nada del otro mundo, en el que se utiliza la cámara subjetiva para que no sepamos la identidad del asesino aunque casi desde el primer momento se intuye ésta), comedia (la escena del juicio es una auténtica astracanada con el abogado haciendo el payaso) y western (poquito la verdad) y que carece de una mínima progresión dramática en la historia y del suspense que requería un spaghetti de estas características. Así nos encontramos con un film sin ritmo en la que se van sucediendo una serie de escenas a veces insustanciales, otras grotescas (Silver y el sheriff tienen rodeado al asesino en una cuadra y de repente los habitantes del pueblo los detienen ante el temor de que prendan fuego al edificio) y en alguna ocasión sin el más mínimo sentido como las dos peleas que protagonizan en el río unos mineros que no vuelven a salir en toda la película, con un asesino campando por sus anchas por el pueblo (parece que tiene el don de la ubicuidad) y matando a todo aquel que le estorba ante la torpeza continua de los vecinos (entre los que se encuentra una galería curiosa: el juez corrupto, el ayudante del sheriff estúpido, el sacerdote loco, las mujeres defensoras de la moral y las buenas costumbres) y del propio ayudante del sheriff que la tiene tomada con el protagonista aunque no se sabe muy bien la razón, y con una resolución pueril de la doble trama (el asesinato cometido en la primera escena y el de la chica del saloon). Ah sí, se me olvidaba, también encuentran un diario de la bailarina asesinada, con lo que se pretende justificar la actuación de alguno de los personajes y que sirve de pretexto para presentarnos una subasta en la que se pretende conocer al asesino por el interés que muestre en el diario, y digo yo ¿No hubiera sido más fácil leerlo y enterarse de las relaciones que mantenía su dueña?


La ambientación de la película está casi al mismo nivel del guión y la dirección y cuenta con escasas localizaciones (claro ejemplo de la falta de presupuesto del film). Así la historia se desarrolla tan sólo en un pueblo que he visto en múltiples ocasiones (por ejemplo creo recordar en “Ciakmull” y en “El puro..”) y que me pareció que quedaba bastante falso, sobre todo en las escenas nocturnas quizás por el uso de una iluminación demasiado teatral. También hay una secuencia en la casa de Silver que parece el típico chalet a orillas del Mediterráneo aunque sólo se ve parcialmente, supongo que para no dar demasiado el cante. A esto hay que añadir el vestuario de la protagonista que luce dos conjuntos con pantalón, en una ocasión haciendo juego con un chaleco y en la otra con una chaqueta, y un peinado típicos de los años setenta.

Y para terminar nos encontramos con una flojísima banda sonora de Mario Migliardi compuesta por un tema principal con un único estribillo que se repite hasta el aburrimiento, otro tema flojísimo de corte humorístico y un tercero de influencia mejicana.

Lo único salvable de la película creo que es el personaje de Silver un pistolero que se caracteriza por su dandismo y por el empleo de ciertos gadgets (suena ¿verdad?) que está bastante bien interpretado por Gianni Garko al aportarle un cierto toque irónico. Por el contrario, a Klaus Kinski, ese mismo año rodaría seis spaghettis más, su personaje de Chester, acusado injustamente del asesinato de la “bailarina”, le sirve como pretexto para llevar a cabo su típica actuación histriónica y para mostrar toda su galería de muecas y gestos. Del resto de los actores reconocí a Franco Abbiana (en su último papel para el cine) como el abogado y a Giancarlo Prete (al año siguiente rodaría “Tedeum”) como el sacerdote, ambos bastante sobreactuados.

Por último comentaros que tengo la versión editada por Regasa Films que respeta el formato original y cuenta con buena imagen, pero el sonido es un tanto deficiente.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 3
DIRECCIÓN: 3
ACTORES: 5
MÚSICA: 2

MEDIA: 3,2

jueves, 27 de mayo de 2010

Roberto Camardiel




Roberto Camardiel nació el 29 de noviembre de 1917 en Alagón (Zaragoza).

En el año 1952 participa en su primera película "Persecución en Madrid".
Camardiel tiene en su filmografía más de un centenar de trabajos en la gran pantalla, y también en la televisión.
Por ejemplo aparece como el Alcalde Epifanio en la famosa serie "Verano Azul".

Su físico era ideal para la comedia o para ejercer de perfecto Sancho Panza del protagonista de la película o personajes similares que aportaban humor a la producción, con lo cual Camardiel no paró de rodar spaghettis, cerca de una treintena para ser algo más exactos.

Sus últimos trabajos en el cine estuvieron unidos a la comedia del "destape" de los primero años después de la transición, con títulos como "Cristobal Colón, de oficio...descubridor" o "El Cid Cabreador".

Un siete de noviembre de 1986 moría en Madrid a la edad de 69 años.

En el año 2007, el ayuntamiento de Zaragoza decidió darle el nombre del actor a un parque publico como homenaje.


Filmografía SW:

1963- El Llanero
1965- La muerte tenía un precio
1965- Adios, gringo
1965- El Hijo de Jesse James
1965- Joaquin Murríeta
1965- Johnny West
1965- Los Cuatro implacables
1966- Arizona Colt
1966- El Halcón y la presa/// Reseña Adicional
1966- La Muerte cumple condena
1967- Oro maldito
1967- Con el corazón en la garganta
1967- Siete mujeres para los Mac Gregor
1968- La ametralladora
1968- Entre Dios y el Diablo
1968- Un tren para Durango
1969- El valor de un cobarde
1970- Un dólar y una tumba
1970- Arizona vuelve
1971- Y ahora le llaman Aleluya
1972- Les llamaban y les llaman dos sinverguenzas
1972- En el oeste se puede hacer...amigo
1972- Una bala marcada
1972- The Return of Halleluja
1973- Uno, dos, tres... dispara otra vez
1981- El lobo negro


miércoles, 26 de mayo de 2010

UN EJÉRCITO DE CINCO HOMBRES


Un ejército de cinco hombres (Un esercito di cinque uomini)
1969
Italia
Director: Don Taylor
Reparto: Peter Graves, Bud Spencer, Nino Castelnuovo, James Daly, Claudio Gora, Tetsuro Tamba, Carlo Alighiero, Giacomo Rossi-Stuart, Daniela Giordano, Marino Masé, José Torres, Annabella Andreoli, Artemio Antonini, Luigi Bonos, Marc Lawrence, Osiride Pevarello, Dan Sturkie, Pietro Torrisi, Fortunato Arena, Dante Cleri, William Conroy, Gildo Di Marco, Tony Norton, Steffen Zacharias
Guión: Dario Argento, Marc Richards
Fotografía: Enzo Barboni
Música: Ennio Morricone


Película dirigida por el norteamericano Don Taylor (aunque también se atribuye gran parte de ella a su productor, Italo Zingarelli) en 1969 que sigue la estela de films como “Los siete magníficos” tanto en la estructura como en el tema (un grupo de nostálgicos aventureros cansados de sus anodinas vidas que se embarcan en una misión casi imposible) y que me ha resultado muy entretenida.

El Holandés, un proscrito que se ha refugiado en Méjico, contacta con cuatro antiguos camaradas, cada uno caracterizado por una habilidad diferente: la fuerza, la lucha con armas blancas, el profundo conocimiento de los explosivos y la agilidad, para, a cambio de cobrar mil dólares por cabeza, robar un botín de 500.000 dólares al ejército mejicano de un tren fuertemente custodiado que los transporta, con el objeto de entregarlo a los revolucionarios de ese país.

Don Taylor (un profesional curtido en la televisión y con escasas apariciones en la gran pantalla, entre las que destacan “La maldición de Damien” o “El final de la cuenta atrás”) creo que dirige acertadamente esta trepidante historia (coescrita por Marc Richards, en su única experiencia como guionista en la gran pantalla, y el maestro del giallo italiano Dario Argento) que no decae en ningún momento y en la que proliferan escenas con tiroteos, sobresaliendo la larga (aproximadamente 30 minutos) y excelente secuencia del asalto al tren y robo del botín. Si a esto le añades la banda sonora compuesta por el gran Ennio Morricone, que cuenta con un buen y apropiado tema principal, y un presupuesto aceptable que se aprecia, sobre todo, en la correcta ambientación (aunque hay un fallo en una escena en la que se ve una bandera francesa), creo que estamos ante una película que propone entretenimiento de primer orden.

Además la película cuenta con un solvente elenco. Al frente del grupo encargado del robo se encuentra el televisivo (“Misión imposible” serie por la que obtuvo un Globo de Oro, “Furia”) y recientemente fallecido Peter Graves, en su única incursión en este subgénero, muy apropiado como El Holandés, el típico aventurero romántico capaz de arriesgar la vida por un ideal; junto a él y como miembros de la banda, un aceptable Bud Spencer en el rol de una especie de Obélix del Oeste (fuerte, tragón y un poco corto de entendederas), un correcto James Daly (otro actor televisivo) como el especialista en explosivos, Nino Castelnuovo en el papel de Luis que me gustó muchísimo más que en “Los colts cantaron la muerte y fue tiempo de matanza” y el japonés Tetsuro Tanba que pone el toque exótico como el samurai letal con la katana y los cuchillos.

Como aspectos negativos en el guión destacaría:

La historia de amor inexplicada entre el japonés y una mejicana (vamos, se miran un par de veces y se quedan prendados el uno del otro).

El comportamiento final de la mayoría de los miembros del grupo que intentarán quedarse con todo el oro sin que ninguna circunstancia externa les haya llevado a tal cambio de actitud, ni se haya producido una evolución en su forma de pensar, puesto que tenían claro, desde el principio, cuál era su parte.



En definitiva, para mí, un buen ejemplo de lo que eran los spaghettis antes de comenzar la decadencia con la introducción cada vez mayor de elementos cómicos y disparatados.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 8
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 7
ACTORES: 7
MÚSICA: 8

MEDIA: 7,4

martes, 25 de mayo de 2010

Curso de verano en Almeria sobre el Spaghetti Western


Durante la semana del 12 al 16 de julio se celebrará en Almeria el curso "EL SPAGHETTI WESTERN. UN PLATO ALMERIENSE", organizado por la Universidad de dicha ciudad, y dirigido por Juan Gabriel García.

Esta es la información sobre dicho curso que aparece en la pagina de la Universidad:

El objetivo de este curso radica en profundizar, desde una perspectiva interdisciplinar, en un aspecto transcendental dentro del universo cinematográfico de la provincia de Almería: las películas westerns rodadas en sus paisajes. Sin duda, este género se erige en el más importante de todos los que se han filmado en los escenarios naturales de la tierra del Indalo, al que han dotado de una personalidad propia con la célebre ‘trilogía del dólar’, (‘Por un puñado de dólares’, ‘La muerte tenía un precio’ y ‘El bueno, el feo y el malo’) dirigida por Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood, como el buque insignia de esta intensa y fructífera relación.
El curso contará con la presencia de destacados expertos en la materia, historiadores, críticos y profesionales del cine que conocen profundamente los pormenores del western realizado en la provincia que un día se denominó como ‘el Hollywood europeo’. Se ofrecerá una visión global del fenómeno y se analizará la vinculación del western europeo con la literatura, música, el sector empresarial y turístico y su influencia en otros formatos audiovisuales como los spots y los
videojuegos.


Para conocer el programa exacto, con los participantes y los temas concretos de cada dia, y tambien para más información, podeís pasaros por esta pagina.

lunes, 24 de mayo de 2010

DOS VECES JUDAS


Dos veces Judas (Due volte giuda)
1969
Italia/España
Director: Nando Cicero
Reparto: Antonio Sabato, Klaus Kinski, José Calvo, Franco Leo, Cristina Galbó, Emma Baron, Linda Sini, Franco Beltrame, Claudia Rivelli, Gastone Pescucci, Narciso Ibanez Menta, Damian Rabal, Maite Matalonga, Carlos Ronda, Gianni Pulone, Gaetano Scala, Jose Palomo, Ettore Bruson, Nini Nini, Antonietta Fiorito, Giuseppe Sciacqua, Sergio De Vecchi, Jose Palsmo, Lina Franchi
Guión: Jaime Jesus Balcazar
Fotografía: Francisco Marín, Aristide Massaccesi
Música: Carlos Pes




Coproducción hispano italiana dirigida en 1969 por Nando Cicero que cuenta con un tono más sombrío que su anterior spaghetti “Los profesionales de la muerte”, a pesar de estar realizado prácticamente por el mismo equipo.



En esta película nos narra una historia con puntos en común con otro spaghetti más afortunado realizado al año siguiente “Ciakmull” o también conocida como “La puerta abierta al infierno”, ya que como en ésta el protagonista, Luke Barret, sufre de amnesia, en este caso por haber recibido un disparo en la cabeza. Una vez que se recupera de la herida y, para su sorpresa, al llegar a su pueblo se encuentra que un siniestro pistolero le ha contratado para acabar con su propio hermano Victor. Arrepentido en el último momento, salvará a su hermano para poco a poco descubrir un terrible secreto.




La película se inicia con una escena impactante y un tanto efectista con dos hombres que han sido tiroteados y varios buitres abalanzándose sobre ellos, momento en que uno de los pistoleros despierta y comienza a dispararlos; a partir de ahí el film desarrolla una historia un tanto confusa, con abundantes lagunas e incongruencias escrita por Jaime Jesús Balcázar en la que se mezcla la trama principal con el protagonista que intenta saber quién es y qué ocurrió en el pasado, con otra en la que se ven enfrentados su hermano y el banquero del lugar al pretender quedarse con la mayor parte de las tierras de los colonos de la localidad, y que da la sensación de ser un relleno de la principal para poder llegar a los noventa minutos puesto que apenas queda esbozada al principio, olvidándose de la misma en el tramo final. Todo ello, además, dirigido, para mí, de forma rutinaria y un tanto descuidada por Cicero, salvo en contadas escenas como el tiroteo que se desarrolla en el rancho de los padres del protagonista. El resultado creo que es un film lento, aburrido, lioso y sin casi progresión (la verdad la conoceremos de forma abrupta a través de varios flashback casi al final de la película) cargado de los peores tics del spaghetti, como el abuso del zoom, un montaje precipitado con saltos bruscos entre escenas y planos que no casan bien, escenas en las que apenas se habla y los actores se limitan a mirar mucho con lo que se ralentiza la acción, etc.



Además al resultado final de la película no le ayuda un presupuesto que se aprecia muy escaso (quizás podríamos estar hablando de un spaghetti de serie b, dentro de un subgénero que no se caracterizaba por su holgura en este aspecto) y una banda sonora realmente desafortunada obra de Carlos Pes, que también remite a films de serie b o, incluso, z.



En cuanto a los actores, Ernesto Sabato encarna con su inexpresividad habitual a Luke, el amnésico pistolero que sólo cuenta con un nombre tallado en la culata de su winchester, Dingus, para conocer la verdad. Da la sensación de estar desganado y creo que no transmite en ningún momento el desconcierto y el dolor que le supone a su personaje el conocimiento progresivo de su pasado, que incluye el asesinato de su esposa que esperaba un hijo. Frente a él su hermano, un individuo avaricioso, traicionero y resentido, interpretado por Klaus Kinski que se limita a mirar de forma aviesa y a repetir sus típicos gestos amenazantes. Además aparece Cristina Galbó, en un papel totalmente prescindible, que se dedica a mirar mucho y a hablar muy poco (creo que sólo tiene una escena con línea de diálogo); y dos veteranos que elevan un poco el nivel de la película, José Calvo como el alcoholizado médico del que sale la mejor frase de la película aunque un tanto pretenciosa: “Cuando un hombre llega a saberlo todo en la vida es como si hubiese muerto”, y Narciso Ibáñez Menta el codicioso banquero que se vale de una argucia legal para enriquecerse y controlar la región (los inmigrantes ilegales mejicanos que trabajan como peones en los ranchos son expulsados con el fin de que los propietarios de las tierras no puedan ocuparse de ellas, por lo que éstas son asignadas a nuevos colonos que se endeudan con el banco).



En resumen creo que es un spaghetti sólo apto para los muy aficionados al género.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 4
DIRECCIÓN: 4
ACTORES: 4
MÚSICA: 2

MEDIA: 3,2

domingo, 23 de mayo de 2010

Charles Bronson


Actor estadounidense (Pensilvania 1921-California 2003) cuyo verdadero nombre era Charles Dennis Buchinski.

Nacido en el seno de una familia inmigrante lituana de origen tártaro, parecía que su destino era seguir los pasos de los miembros de ésta como minero, pero tras su participación en la II Guerra Mundial decidió probar suerte en el mundo del teatro como decorador (la pintura fue uno de sus hobbies que nunca abandonaría) y actor.

Su debut en el mundo del cine tuvo lugar en el film de Henry Hathaway de 1951 “You’re in the Navy now” con Gary Cooper como protagonista. Durante estos primeros años y con el nombre de Charles Buchinski apareció en papeles muy secundarios en gran número de películas (sólo en 1952 intervino en doce largometrajes y episodios para televisión), que casi siempre, debido a su peculiar físico, eran films de acción (principalmente westerns). Así interviene entre otras en “Los crímenes del museo de cera” del húngaro André de Toth, “Apache” en un rol de indio y “Veracruz” ambas de Robert Aldrich, “Tambores de guerra” y “Jubal” las dos realizadas por Delmer Daves o “Yuma” de Sam Fuller en la que de nuevo hacía de piel roja; pero su papel más destacado le llegará en 1960 con el excelente western de John Sturges “Los siete magníficos” en el que encarnaba a un pistolero mitad irlandés y mitad mejicano.

En la década siguiente sigue trabajando con regularidad pero sin alcanzar el estatus de estrella con películas como “La gran evasión” (1963) de nuevo con Sturges y en la que participaron otros dos de los siete magníficos: Steve McQueen y James Coburn, “Castillos en la arena” (1965) melodrama rodado por Vincente Minelli a mayor gloria de la pareja Richard Burton-Elizabeth Taylor, el film bélico rodado en España “La batalla de las Ardenas” (1965) o “Doce del patíbulo” (1967) otra vez con Aldrich, película de gran éxito que le hizo muy popular (era el único condenado que no moría).

A partir de 1968 aparecerá en films rodados tanto en EEUU como en Europa (ese mismo año rueda “Los cañones de San Sebastián” o “Adiós amigo”, un gran thriller con Alain Delon) alcanzando, por fin, el estrellato.

En 1969 se casará con Jill Ireland, hija del también actor John Ireland, a la que conoció durante el rodaje de “Villa cabalga” (1968) y con la que formará, hasta la muerte de ella en 1990, una de las parejas sentimentales y profesionales más sólidas de Hollywood, protagonizando alrededor de quince films juntos como “El pasajero de la lluvia” (1970), “Los secretos de la Cosa Nostra” (1972) o “El luchador” (1975)

En 1974 encarnará a Paul Kersey, un peculiar justiciero, en el controvertido film “El justiciero de la ciudad” dirigida por Michael Winner, con el que había trabajado en “Chato el apache” y “Fríamente… sin motivos personales”. Fue tal el éxito de la película que volvería a interpretar a este violento personaje en otras cuatro ocasiones, dos de ellas dirigidas por Winner y otra por J. Lee Thompson, director con el que también colaboró en varias films en los años ochenta.

En la década de los noventa siguió protagonizando películas de acción, sobre todo para la televisión, siendo su última aparición en el telefilm de 1999 “Family of cops III: under suspicion”.

Su debut en el spaghetti western se produjo en 1968 con la mencionada “Los cañones de San Sebastian” película dirigida por Henri Verneuil y protagonizada por Anthony Quinn, y ese mismo año participaría en una de las cumbres de este subgénero, “Hasta que llegó su hora” dirigida por Sergio Leone, que le dio la oportunidad de interpretar a Harmonica un personaje por el que siempre será recordado.

Filmografía de SW:

1968- Los cañones de San Sebastián
1968- Hasta que llegó su hora/// Reseña Adicional
1971- Sol rojo
1973- Caballos salvajes


sábado, 22 de mayo de 2010

UNA RAZÓN PARA VIVIR Y UNA PARA MORIR


Una Razón para vivir y una para morir
1972
Italia/España
Director: Tonino Valerii
Reparto: James Coburn, Telly Savalas, Bud Spencer, José Suárez, Georges Géret, Ugo Fangareggi, Reinhard Kolldehoff, Guy Mairesse, Benito Stefanelli
Guión: Rafael Azcona, Ernesto Gastaldi, Jay Lynn, Tonino Valerii
Musica: Riz Ortolani
Fotografía: Alejandro Ulloa


Excelente spaghetti western dirigido en 1972 por Tonino Valerii que como muchas otras películas (ese mismo año Daniel Mann rodaba en EEUU la, para mí, inferior “Los vengadores” con William Holden, Ernest Borgnine y Susan Hayward) toma como modelo la exitosa cinta bélica “Doce del patíbulo” en la que un grupo de condenados se enfrenta a una misión suicida.


Nuevo Méjico 1862, en plena guerra de Secesión el ex coronel Pembroke, degradado por haber rendido, sin razones aparentes, una fortaleza al ejército confederado, propone a su amigo el mayor Ballard, comandante en jefe de una prisión militar, recuperarla. Para ello contará con seis condenados a la horca por delitos diferentes: asesinatos, robos, contrabando, etc y con un sádico sargento, a los que les prometerá, para asegurarse su fidelidad, que en la fortaleza hay un tesoro enterrado del que podrán apoderarse. La aventura acaba de comenzar.


La peli a través de un buen guión obra del propio Valerii, Ernesto Gastaldi (colaborador habitual en los westerns del primero) y del gran Rafael Azcona (uno de los mejores escritores del cine español) nos cuenta una historia bastante original, por lo que he visto hasta ahora, para un spaghetti en la que hasta bien avanzada la cinta no sabremos la importancia que tiene en la misma el tema de la venganza. La originalidad del guión dentro del mundo del eurowestern no sólo radica en el tema sino en cómo es tratado éste, con un ritmo pausado, más cercano a las cintas clásicas, y en el que la trama y la tensión entre los personajes se van desarrollando de forma pausada hasta llegar al estallido de violencia en el magnífico final que nos resarce de la ausencia de disparos y peleas a lo largo de la mayor parte de su metraje (incluso no se ve cómo acaban con los únicos cuatro personajes que mueren en la parte central de la peli). En cuanto a los aspectos negativos del mismo creo que se puede señalar el hecho de que los personajes, salvo los principales, están poco trabajados, o una escena, pienso, demasiado inocente en la que hacen creer a todo un pueblo, soldados incluidos, que la guerra ha acabado.


Si el guión es notable, la dirección de Valerii no lo es menos (para mí con ésta y “El día de la ira” demuestra que era uno de los mejores realizadores en este subgénero) obteniendo magnificas escenas en las que se aprecia su pericia con la cámara, como en el estupendo prólogo inicial muy bien dirigido y necesario para conocer el carácter de los dos protagonistas, al mismo tiempo que nos muestra la miseria de la guerra a través de un pueblo en el que sólo quedan ancianos y el sheriff es un manco, y al que llegan individuos muertos de hambre que se arriesgan a ser encarcelados por robar un poco de comida; la secuencia en la que el protagonista libera del patíbulo a los condenados, que cuenta con un gran travelling; la presentación de la fortaleza, en la que utiliza sabiamente la grúa; y, sobre todo, el largo y brillante enfrentamiento final, que cuenta con una magnífica planificación, y culmina con una panorámica con el objeto de que podamos ver a los escasos supervivientes rodeados de muertos.

Otro aspecto destacado del film es la banda sonora de Riz Ortolani que cuenta con un gran tema principal de carácter épico pero con un cierto tono melancólico, y otros incidentales bastante apropiados.

Por último, tengo que hacer mención a otra de las grandes bazas de la peli, la presencia de un extraordinario James Coburn que borda el personaje del coronel Pembroke, una lástima que sólo apareciese en dos spaghettis porque ciertos papeles le iban como anillo al dedo y éstos ganaban mucho con su presencia. Junto a él un sorprendente Bud Spencer, mejor que de costumbre, en el papel de Eli Sampson un pícaro que intenta sobrevivir a la guerra, será el único de los siete que siempre se mantendrá fiel a Pembroke y que, en sus propias palabras, será la primera vez que mate a alguien. El rol de malvado le corresponde a un correcto Telly Savalas como el corrupto y cruel oficial sudista. Junto a ellos, José Suarez en un pequeño papel como el mayor Ballard, el alemán Reinhard Kolldehoff en el rol del sádico y avaricioso sargento (curiosamente también participó en “Los vengadores”) y Paco Sanz como un turbio granjero.


Una razón para vivir y una para morir”, spaghetti que, para mí, no debe faltar en la videoteca de todo buen aficionado a este subgénero.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 8
AMBIENTACIÓN: 8
DIRECCIÓN: 9
ACTORES: 8
MÚSICA: 8

MEDIA: 8,2


Reseña Adicional

jueves, 20 de mayo de 2010

Novedades en DvD

En breve aparecerán en España estas novedades en DvD:

- La Colina de las botas


Tribanda Pictures anuncia que saca al mercado una nueva edición de esta película de Giuseppe Colizzi del año 1969 con Terence Hill y Bud Spencer.
Lo interesante no es en sí el titulo (que ya salió hace años en una lamentable edición de Suevia) sino que parecer ser que será con el metraje original (11 minutos más con respecto a la versión anterior) y edición anamórfica, aparte de con audio en Español, Italiano y subtítulos en Español.
Su precio rondará los 12 euros.

- Persecución mortal

Regasa fims pone a la venta la película "Persecución mortal" ("Il venditore di morte) dirigida por Vincent Thomas con Giani Garko y Klaus Kinski. El formato es 16:9 y tiene una duración de 89 minutos, y viene con audio español e italiano con subtitulos en castellanos.


- Pack Comedias del oeste


Detrás de un horrendo titulo se encuentra un lanzamiento de la empresa Suevia de un pack con algunos títulos del spaghetti, la mayoría ya editadas con anterioridad en España.
Las películas que componen el pack son:

Disco 1: Le Llamaban Trinidad
Disco 2: Le Seguían Llamando Trinidad
Disco 3: Mi Nombre es Ninguno
Disco 4: Dos Granujas en el Oeste
Disco 5: El Genio


Lo más llamativo es que la propia Suevia afirma que "Mi nombre es Ninguno" aparecerá en formato anamórfico.
Y las dos de Trinidad en una "Edición Remasterizada digitalmente".
Las dos ultimas son ediciones recientes de "Impulso Records" en la colección Bud Spencer y Terence Hill.
Los tres primeros títulos de los que hablamos también serán vendidos de forma individual.
Pienso que realmente son los mismos discos que hace poco Impulso Records editó en un pack titulado "Trilogía Explosiva", pero no estoy seguro.
El precio del pack rondará los 40 euros y 10 euros el de cada titulo individual.

Termino recordando que siempre estos datos hay que recibirlos con cautela, ya que muchas veces las ediciones que nos llegan no tienen nada que ver con las que nos anuncian.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¡MÁTALO!


¡Mátalo!
1970
Italia/España
Director: Cesare Canevari
Reparto: Lou Castel, Corrado Pani, Antonio Salines, Luis Dávila, Claudia Gravy, Ana Maria Noe, Ana Maria Mendoza, Miguel Del Castillo, Mirella Pamphili, Bruno Boschetti, Diana Sorel, Joaquin Parra
Guión: Mino Roli, Nico Ducci, Eduardo M. Brochero
Fotografía: Julio Ortas
Música: Mario Migliardi


Extraño spaghetti western dirigido en 1970 por Cesare Canevari y en el que se aprecia la influencia del movimiento hippy tan en boga en ese momento (sobre todo en el vestuario de los pistoleros)

Burt, un cruento pistolero, es salvado de la horca por una banda de mejicanos que acaban con todos los habitantes del pueblo. A continuación, éste los mata y se reúne con dos antiguos camaradas (Phil y Ted) y su amante (Mary) para asaltar una diligencia que transporta oro. Durante el golpe, Burt es alcanzado y el resto de la banda con el oro se retira a un pueblo abandonado donde llegan también una joven viuda y un enigmático individuo, Ray, que porta unos extraños objetos. Pero en el pueblo alguien los observa.

Nos encontramos ante uno de los más curiosos spaghettis que hasta ahora he visto en el que se mezclan distintos géneros como el western, el suspense o, incluso, el terror sobre todo a través de una figura acechante, de la que desconocemos su identidad y que se dedica a espiar a los forajidos en el pueblo fantasma, consiguiendo un efecto amenazador mediante el recurso, utilizado básicamente en el “giallo” (películas de suspense-terror italianas), de insertar primerísimos planos de un ojo del mencionado personaje.


La peli se inicia con una espectacular escena, muy bien dirigida por Cesare Canavari, en la que un grupo de forajidos va a liberar a un pistolero que está a punto de ser ahorcado. Desde su presentación el personaje de Burt se va a caracterizar por su amoralidad y por sembrar la muerte: vemos en esta escena cómo la viuda del hombre al que asesino se suicida después de besarlo, tras ser liberado acaba con los hombres que le rescataron y, en la recta final, sabremos que simuló su muerte en el asalto a la diligencia para matar a sus compañeros y apoderarse del oro.


Tras este trepidante inicio, el film se centrará en la malsana relación que se establece entre los pistoleros en el pueblo abandonado y la tensión creciente que surge entre ellos en la que juega un papel importante Mary la sensual amante de Burt que es objeto del deseo, sobre todo, de Ted, personaje que desahogará su frustración a través de prácticas sádicas cuyo destinatario será principalmente Ray (le ata a pleno sol cerca del agua pero sin que pueda alcanzarla, le da reiteradas palizas, le persigue golpeándole con una cadena).

Es en esta parte en la que tanto el realizador como el director de la fotografía, Julio Ortas, despliegan su capacidad visual con el objeto de aumentar la sensación de irrealidad: giros de cámara que en algunas ocasiones se antojan excesivos, peculiares encuadres, etc con los que obtienen escenas con una fuerte carga surrealista, como aquella en la que el adiestrado caballo de Ray machaca la mano de Ted.



Además, esta sensación de irrealidad se ve reforzada por el escenario en el que se desarrolla la acción, un pueblo en el que todos sus habitantes menos uno (una inquietante anciana) han muerto y cuyas tumbas amontonadas contemplan los personajes al llegar como si fuese una premonición.

Otro aspecto inusual y ¿pretendidamente innovador? de la peli es la ausencia casi total de diálogos, sobre todo en los aproximadamente primeros cincuenta minutos, que son sustituidos por temas musicales compuestos por Mario Migliardi más propios del rock psicodélico de los años setenta, con protagonismo de guitarras y sintetizadores, que de un spaghetti

Por lo que respecta a los actores, Lou Castel, que a pesar de ser el protagonista no aparece hasta bien entrada la peli, está muy bien escogido como Ray un excéntrico individuo que en vez de portar revólveres lleva varios boomerangs, ya que sus rasgos aniñados refuerzan la sensación de desamparo e indefensión de su personaje. Corrado Pani, actor al que no conocía, se muestra convincente como Burt un amoral pistolero con un peculiar código de conducta transmitido por su padre que se resume en que lo único que importa es la riqueza y en que hay que ser lo suficientemente inteligente para situarse en la dirección correcta de un colt. Claudia Gravy aporta la perturbadora belleza que su papel requería. Y tanto Luis Dávila en el rol de Phil, el personaje más típico de todos, como Antonio Salines, en el papel de Ted, el forajido sádico y frustrado sexualmente, están correctos.


En definitiva un extraño y, un tanto, experimental spaghetti en el que su director lleva a cabo un ejercicio de estilo que me ha parecido pretencioso y a fuerza de repetir las mismas situaciones que inicialmente pueden impresionar, muy, muy aburrido. No obstante por su singularidad creo que el aficionado a este subgénero debería conocerlo.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 6
MÚSICA: 5

MEDIA: 5,2

lunes, 17 de mayo de 2010

Terence Hill y Bud Spencer premiados con el David di Donatello


Leo en el blog "El Rincón de Belane" la noticía de que el pasado 7 de mayo la pareja cinematografíca recibió el galardón "David di Donatello" honorifico a toda su carrera.
Pasaros por allí para leer la noticia entera.

domingo, 16 de mayo de 2010

Jack Palance


Actor estadounidense (Pensilvania 1919-California 2006) cuyo verdadero nombre era Vladymir Ivanovich Palahniuk.

De origen muy humilde (pertenecía a una familia ucraniana que emigró a los EEUU) desempeñó varias ocupaciones (boxeador, soldado, etc) antes de dedicarse a la interpretación en el teatro.

Su debut en el cine vino de la mano de Elia Kazan en 1950 con el extraordinario thriller protagonizado por Richard Widmark “Pánico en las calles”. En la película interpretaba al personaje negativo (un matón infectado por un virus), rol, que dados sus particulares rasgos físicos y su mirada inquietante, repetiría una y otra vez.

Con Richard Widmark como protagonista volvería a trabajar ese mismo año en la notable cinta bélica “Situación desesperada” dirigida por Lewis Milestone; y en 1952 recibió su primera candidatura a un Oscar por el papel de marido con instintos asesinos, rechazado por Marlon Brando, en el film “Sudden fear”, película de suspense dirigida por David Miller y coprotagonizada por Joan Crawford y Gloria Grahame.

Es en 1953, tras aparecer en varios largometrajes y serie de televisión, cuando le llegará uno de los papeles por el que siempre será recordado, el frío y sádico pistolero que vestía de negro en el clásico de George Stevens “Raíces profundas”, papel por el que estuvo de nuevo nominado al Oscar como mejor actor secundario.

Ese mismo año rodaría otras dos interesantes películas:
Hoguera de odios” con Charlton Heston como protagonista, en la que hacía de jefe indio, y “El hombre del ático” un thriller dirigido por el argentino afincado en los EEUU Hugo Fregonese.

A finales de esta década, tras haber protagonizado dos buenos films de Robert Aldrich (el drama ambientado en el mundo del cine “The big knife” y la cinta bélica “Attack” junto a Lee Marvin, con el que trabajaría en múltiples ocasiones) se le comenzará a ver en producciones europeas, principalmente británicas e italianas, que combinará con cintas rodadas en los EEUU tanto para la televisión como para la pantalla grande, y de entre las que se pueden destacar “Barrabás” (1961), “El desprecio” (1963), “Los profesionales” (1966), “Monty Walsh” (1970), “Bagdad Café” (1987) y "Batman" (1989).

En 1991 obtenía, por fin, el Oscar al mejor actor secundario (que vino a acompañar al Emmy que ganó en 1957 por su interpretación de un boxeador en la extraordinaria película para televisión dirigida por Ralph Nelson “Réquiem por un peso pesado”) por su papel de un viejo vaquero en la comedia “Cowboy de ciudad” dirigida por Ron Underwood; siendo su última aparición en el 2004 en un telefilm, “Back when we were grownups” junto a Faye Dunaway.

Por lo que respecta a este subgénero su debut en 1968 no pudo ser más afortunado, ya que Sergio Corbucci le ofreció el papel de Ricciolo, un pistolero un tanto extravagante, en “Salario para matar” también conocida como “El mercenario”, repitiendo con el director, de nuevo en un rol negativo, en otro Zapata western: ”Vamos a matar, compañeros”. El resto de su filmografía dentro del eurowestern, intervino en seis más, presenta menos interés.

Filmografía SW:

1968- Salario para matar (El mercenario)
1970- Vamos a matar, compañeros
1971- Chato el apache
1972- En el Oeste se puede hacer... amigo
1972- Tedeum
1973- Blu gang vissero per sempre felici e ammazzati
1975- La llamada del lobo
1976- Seis balas…Una venganza…Una oración
1977- Welcome to a Blood City


sábado, 15 de mayo de 2010

John Ireland



Actor canadiense (Vancouver 1914-California1992) cuyo verdadero nombre era John Benjamín Ireland.

Fue uno de esos eficaces secundarios cuyo rostro nos es familiar y de cuya popularidad da idea el hecho de que su nombre aparezca en una estrella del Paseo de la Fama en Hollywood.

Su debut en el cine tuvo lugar en 1945 con la estupenda cinta bélica de Lewis Milestone “Un paseo bajo el sol” en la que trabajó al lado de Dana Andrews y Richard Conte, y permaneció en activo hasta el mismo año de su muerte.

De su amplia filmografía, alrededor de doscientos títulos entre largometrajes y series de televisión, podemos destacar sus trabajos en “Pasión de los fuertes”, western sobre el duelo en el OK Corral dirigido por John Ford en 1946, “Rio Rojo” otro extraordinario western dirigido en 1948 por Howard Hawks, en el que volvía a encarnar a un temible pistolero; “El político” maravilloso drama social basado en el libro premiado con el Pulitzer “Todos los hombres del rey” escrito por Robert Penn Warren, la película estuvo dirigida en 1949 por Robert Rossen y John fue nominado al Oscar como mejor actor secundario; “Duelo de titanes” curiosamente una nueva versión del duelo en el OK Corral dirigido en 1957 por John Sturges; “Chicago año 30” un vibrante thriller realizado en 1958 por Nicholas Ray; o “Espartaco” una de los mejores “films de romanos” obra de Stanley Kubrick.

Tras su positiva experiencia en dos películas producidas en España por Samuel Bronston (“55 días en Pekín” en la que fue de nuevo dirigido por Nicholas Ray y “La caída del imperio romano” de Anthony Mann) decidió probar suerte en el cine europeo. Su debut en el spaghetti se produjo en 1967 con “Odio por odio” y participó en diez eurowestern, siete de los cuales realizados en 1968.

Por último comentaros que, como me indicó el Gran Maltese, fue el padre de la también actriz Jill Ireland y, por tanto, suegro de Charles Bronson.


Filmografía SW:

1967- Odio por odio
1968- La hora del coraje
1968- T’ammazzo! Raccomandati a Dio
1968- El sabor del odio
1968- Corre, Cuchillo… corre! /// Reseña Adicional 

1968- Cuanto cuesta morir
1968- Vendetta per vendetta
1968- La ametralladora
1970- Un dólar y una tumba
1974- Pasión salvaje



viernes, 14 de mayo de 2010

REQUIESCANT


Requiem para un desalmado (Requiescant)
1967
Italia
Director: Carlo Lizzani
Reparto: Lou Castel, Mark Damon, Pier Paolo Pasolini, Ninetto Davoli, Franco Citti, Pietro Ceccarelli, Barbara Frey, Nino Davoli, Rossana Martini, Rosanna Crisman, Jacques Stany, Mirella Maravidi, Renato Nicolai, Luisa Pasqualotto Baratto, Ferruccio Viotti, Michele Rugo, Carlo Paolocci, Renato Terra, Nino Musco, Lorenza Guerrieri, Anna Carrer, Aldo Marieneci, Massimo Sarchielli, Pietro Ceccarelli, Hermann Nehlsen, Ivan G. Scrutaglia, Pier Annibale Danovi, Vittorio Duse.
Guión: Lucio Battistrada, Andrew Baxter, Adriano Bolzoni, Armando Crispino, Denis Greene, Edward Williams
Fotografía: Sandro Mancori
Música: Riz Ortolani



Spaghetti dirigido en 1967 por Carlo Lizzanni, que también la coproduce, en el que trasladó una peli de tesis (fundamentalmente lleva a cabo una lectura marxista de parte de los principios de la Teología de la Liberación) al mundo del western; sin, para mí, obtener buenos resultados.



Requiescant, un niño que sobrevivió a una matanza de mejicanos perpetrada por los hombres de Ferguson (un aristócrata estadounidense que pretendía de esta forma arrebatarles sus propiedades), es adoptado por un pastor y su mujer que le educan bajo los caminos de Dios. Pasado el tiempo su hermanastra desaparece y decide buscarla, para encontrarse con que ejerce la prostitución explotada por uno de los hombres de Ferguson, Dean Light. Allí conocerá su pasado y se convertirá en el líder de los desamparados en su lucha contra el aristócrata.



Película con una fuerte carga ideológica pero que al contrario de en otros spaghettis clásicos, como los rodados por Sollima o algunos de Corbucci, ésta está mal insertada en la trama con la proliferación de aburridos monólogos y discursos que a la postre suponen, para mí, un lastre para la película al ralentizar hasta la exasperación el desarrollo de la historia.

Los guionistas (entre ellos Pasolini que participó aunque sin acreditar) se valen de dos personajes contrapuestos para articular el discurso político:




Por una parte estaría el sacerdote interpretado por el propio Pasolini cuya elección no es casual ya que era un reputado y conocido activista comunista que años antes había rodado la polémica “El Evangelio según San Mateo”, con lo que se pretende identificar religión con marxismo; así partiendo de parte de los postulados de la Teología de la Liberación, como la afirmación de que la pobreza no se debía a la casualidad sino a determinadas causas originadas por la degradación del sistema capitalista o la identificación entre liberación, utopía y salvación, se pretenden justificar los movimientos revolucionarios y dotarlos de un significado trascendente. En este sentido (identificación entre religión y revolución) cobra gran importancia una de las primeras conversaciones que mantiene con el protagonista al señalarle que: “Todo está en los planes de Dios y lo que está escrito debe realizarse” para a continuación comentarle cómo les arrebataron las tierras a sus legítimos propietarios (los mejicanos), hecho que está escrito; así como, la conversación que mantiene el protagonista con su prostituida hermana al señalar que :”Cada hombre ha nacido libre. Tiene que haber algo más allá de la fuerza de la Ley”.

Por otro lado está Ferguson, personaje que parece remitirnos al concepto del superhombre y, como tal, es contrario al igualitarismo, rechaza la moral de los esclavos y la conducta gregaria y, consciente de que su vida no es trascendente, crea sus propios valores. Todo ello le lleva a carecer de compasión, ser cruel y despreciar a los débiles; así como, a su gusto por el combate (postulados que en mayor o menor medida fueron adoptados por el nazismo). Además frente la igualdad entre hombres y mujeres propugnado por los revolucionarios (con lo que también se está identificando revolución con feminismo), considera a las mujeres como seres inferiores cuyo único fin es la procreación y de las que los elegidos, que tienen la obligación de crear, matar y construir, deben alejarse. Esto le lleva a mantener una relación ambigua desde el punto de vista sexual con su segundo, Dean Light.



Y entre ellos la figura de Requiescant, un huérfano criado por un pastor, que parece haber sido elegido por un ser superior para liderar el movimiento de liberación de los desfavorecidos (sólo así se puede entender la escena en la que toma en sus manos un revólver por primera vez y sin apuntar acaba con dos bandidos o su enfrentamiento con los hermanos Brad, dos reputados pistoleros).



Además en una segunda lectura, también muy politizada de la película, se puede apreciar una crítica velada a la política exterior estadounidense, que se caracterizó durante esos años por el intervencionismo agresivo, sobre todo, en Vietnam y en el continente americano. Así en la primera escena son soldados con uniformes de la Unión los que ametrallan a los campesinos mejicanos para arrebatarles sus tierras y establecer, de esta forma, un régimen opresor con ausencia total de leyes y en el que imponen su voluntad por medio de la fuerza. El paralelismo es evidente con la situación que se vivía a finales de los años sesenta.

Pero con independencia de estas consideraciones y de que no sé cual es el problema de la peli, si su excesiva carga ideológica, su falta de ritmo (a pesar de que Lizzani consigue alguna buena escena como la del impactante comienzo y el original aunque un tanto artificioso duelo entre el protagonista y Dean Light), su guión un tanto farragoso, creo que el film no funciona y, por momentos, se hace muy pesado.



En cuanto a la banda sonora compuesta por Riz Ortolani cabe señalar que es muy variada con temas que van desde el minimalismo de una guitarra sin melodía a otro con predominio del órgano que remite a música sacra, pasando por el que identifica a los revolucionarios que cuenta con un tono más festivo y épico, pero ninguno de ellos me convenció demasiado.



Por lo que respecta a los actores, Lou Castel que interpreta a Requiescant el elegido que después de matar recita la Biblia, físicamente da el papel favorecido por su rostro angelical, pero está tan inexpresivo como en él es habitual. Mark Damon es Ferguson, el clasista y racista aristócrata, que tampoco me gustó, con independencia de su vestuario y caracterización más propios de alguna de las pelis sobre obras de Poe que rodó con Roger Corman. El triángulo se completa con Pasolini que aporta su habitual cara de palo al personaje de Juan, un sacerdote que rechaza la violencia pero la considera necesaria dada la situación de opresión existente y que, según sus propias palabras, ha pastoreado las ovejas hasta la llegada del elegido. Junto a ellos dos habituales en el cine de Pasolini: Franco Citti y Ninetto Davoli.



En definitiva creo que es un ensayo fallido consistente en utilizar el spaghetti para realizar una película muy politizada que por momentos se hace pedante, pretenciosa y aburrida, pues se olvida de parte de las características de este subgénero como son el ritmo trepidante y la agilidad narrativa.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 4
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 4
MÚSICA: 5

MEDIA: 5

jueves, 13 de mayo de 2010

Cabalga con el diablo (western)


Cabalga con el diablo (Ride With the Devil)
1999
USA
Director Ang Lee
Reparto Tobey Maguire, Skeet Ulrich, Jewel Kilcher, Jeffrey Wright, Tom Wilkinson, Jim Caviezel, Simon Baker, Jonathan Rhys-Meyers, Mark Ruffalo.
Guión James Schamus (Novela: Daniel Woodrell)
Música Mychael Danna
Fotografía Frederick Elmes



Durante la Guerra de Secesión Norteamericana, dos amigos se suman a la lucha del Sur contra el Norte. La brutalidad de la contienda tanto de un lado como del otro hará que vivan una profunda transformación.



Ang Lee dirige este peculiar western, centrado en las guerrillas de Missouri.
Un ejercito formado por "irregulares", que usaban tácticas pocos "ortodoxas".
Uno de los momentos más famosos protagonizado por este "ejercito" fue la masacre de Lawrence (Kansas).
En ella, unos 300 irregulares arrasaron completamente la ciudad de Lawerence, matando a 200 hombres (niños incluidos), para después robar y quemar la totalidad de las casas. Iban comandados por William Quantrill.
Estos hechos aparecen en la película, y conforman los más sangrientos de la misma.



Básicamente, Lee aprovecha la historia de dos jóvenes que se unen a uno de estos grupos de Irregulares para contarnos como fue la guerra civil norteamericana.
Ambos jóvenes, uno descendiente de una familia adinerada de la Confederación y otro con ascendencia alemana, se vieron obligados a tomar las armas con poco más de 17 años. Poco a poco irán tomando conciencia de donde están, pero no les quedará otra solución que dejarse llevar por los acontecimientos.

Ang Lee también saca del argumento una razón para hablar sobre las fidelidades, desde la amistad, o la extraña relación de un negro con su "amo", que hace que el negro luche en el bando Confederado, por una simple razón de fidelidad "histórica", aunque ese sea su bando equivocado.
También la película nos cuenta que, como en casi todas las guerras civiles, el hecho que uno este en un bando o otro muchas veces depende de otros factores más allá de una elección personal, como la familia o el simple azar del momento donde te pille.

Con una depurada técnica, y una notable fotografía, es seguramente en el reparto donde falla la película, con un soso Tobey Maguire y una Jewel que demuestra que realmente es cantante, no actriz, y unos compañeros iguales de pocos inspirados (salvaría quizás a Jeffrey Wright con su rol de "soldado" negro).
El personaje de Jewel añade un romance en la historia que sirve como contraste a las vicisitudes de los jóvenes como guerrilleros.



Por desgracia para su director, un publico apunto de entrar en el nuevo siglo no quiso saber nada de westerns inteligentes, y fue un sonado fracaso en taquilla.

A mi parecer, es un aceptable y entretenido western, con una muy lograda recreación de aquellos tiempos de la guerra civil.

En su edición de DvD, venía con un segundo disco con una versión larga de la película con cerca de 30 minutos más con respecto al montaje visto en los cines.

Puntuación: 7/10

miércoles, 12 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

LOS DESESPERADOS


Los Desesperados
1969
España/Italia
Director: Julio Buchs
Reparto: George Hilton, Ernest Borgnine, Alberto de Mendoza, Leo Anchóriz, Annabella Incontrera, Gustavo Rojo, Manuel de Blas, Manuel Miranda, José Manuel Martín, Antonio Pica, Andrea Aureli, Luis Barboo, Andrés Mejuto, Antonio Molino Rojo, Mary Paz Pondal, George Rigaud, Alfonso Rojas, Adalberto Rossetti, Dan van Husen, Lorenzo Robledo, Alfonso de la Vega, Jesus Aristo, Jose Guardiola, Alfredo San Tacruz, Claudio Trionfi, Adalberto Rossetti, Fernando Sanchez Polack, Tota Alba, Jose Riesgo, Rafael Hernandez, Charly Bravo.
Guión: Julio Buchs, Federico De Urrutia, Ugo Guerra, Jose Luis Martinez Molla
Fotografía: Francisco Sempere
Música: Gianni Ferrio


Interesante coproducción italo-española dirigida por Julio Busch en 1969 que traslada al mundo del spaghetti una tragedia de corte clásico.


SINOPSIS: En plena Guerra de Secesión, John Warner, un noble y valiente cabo confederado, decide desertar al enterarse de que su amante va a dar a luz. Al llegar al pueblo se encontrará con una epidemia de cólera y con la muerte de su amada. Además el padre de ella, un rico terrateniente mejicano llamado Don Pedro Sandoval que nunca aceptó la relación de éste con su hija, por despecho, le entregará a su hijo que, a pesar de los esfuerzos de John, morirá de hambre ante la falta de auxilio de los vecinos. A partir de ahí el protagonista se convertirá en un violento forajido que a su vez será perseguido por Sandoval el cual le profesa un odio visceral.

La película, que me ha parecido muy interesante, nos narra, como señalaba en el encabezamiento del comentario, una historia (coescrita, entre otros, por el propio Busch y Federico de Urrutia que también intervino en el guión de “Tierra de gigantes”, otra adaptación del mundo clásico) que presenta características propias de la tragedia griega ya que el noble Warner, en un mundo caótico (el cólera se ha extendido por la región),se enfrentará a una serie de acontecimientos tremendos, provocados en su mayoría por otros individuos, que le superarán y le conducirán inexorablemente a un final trágico, con lo que queda subrayada la idea de la fatalidad, de la imposibilidad de modificar su destino que, incluso, le impedirá acabar personalmente con su mayor enemigo. Durante este proceso el protagonista, un personaje inicialmente positivo (se enfrenta a un superior ante la posibilidad de que éste rematara a un herido), irá degenerando hasta transformarse en un sangriento y despreciable pistolero sin sentimientos (en este sentido cobran gran importancia las escenas que muestran su relación con las mujeres y su incapacidad para amar) que es consciente de su viaje sin retorno (claramente reflejado en su conversación con Sam en la que le confiesa que para él ya no hay solución).



Frente a Warner se encuentra Sandoval un rico, soberbio, despótico y vengativo hacendado mexicano incapaz de admitir la relación amorosa entre su hija y un miserable capataz que además la ha deshonrado (curiosa inversión de papeles en el que el personaje estadounidense es el pobre y el mejicano el poderoso) y será víctima de su propio código del honor. La complejidad del personaje queda puesta de manifiesto en la secuencia en la que llorando y ante el retrato de su hija muerta le dice: “Hija mía cuanto te he querido. Cuanto te quiero. No dejes que tu ausencia convierta en barro lo que construí en piedra. Y ahora que no volveré a verte, hija, déjame creer que me querías más que a él, ese bastardo que me robó a mi pequeña”.


Por lo que respecta a la notable dirección de Julio Busch lo que más me ha llamado la atención, aparte del sensacional final en la plaza de toros, es que se acerca a las escenas violentas, inusualmente para un spaghetti, con bastante pudor y evita recrearse en ellas, salvo en el efectista comienzo en el que vemos a un soldado azul rapiñar entre los muertos, no dudando en cortar el dedo a un soldado muerto para robarle el anillo o en arrancar una muela de oro a otro. Así rueda magníficamente un tiroteo en el que sólo se ven las armas y las manos que las disparan, el resultado de un duelo entre John y un hijo de Sandoval lo conocemos gracias a una magnífica elipsis y evita, en un gran final que me recordó a “Dos hombre y un destino”, que veamos cómo son masacrados el protagonista y su banda.

Sobre el reparto, también me ha llamado la atención que contara con un actor estadounidense para interpretar a un mejicano, en todo caso Ernest Borgnine está magnífico como el terrateniente Sandoval, un hombre cegado por su sed de venganza y que cuenta con un enorme poder (gracias a él un coronel mejicano ha sido nombrado gobernador). Su antiguo capataz, un paria cuyo único pecado ha consistido en enamorarse de la hija del poderoso señor y dejarla embarazada, está interpretado correctamente por George Hilton, aunque creo que este papel lo hubiera bordado Gianni Garko, un actor más consistente que Hilton, que ese mismo año interpretó extraordinariamente un rol similar en “El vengador del Sur”. Junto a ellos varios secundarios como Alberto Mendoza en, para mí, su mejor interpretación en un spaghetti de los que le he visto, como Lucky, un pícaro y mujeriego soldado que se une desde el primer momento a John; Leo Anchoriz como un lego (su presentación me recordó a la de Fray Tuck en Robin Hood) que también formara parte de la banda; Jose Manuel Martín un maniaco sexual y elemento más oscuro del grupo o Antonio Pica en el rol de Sam, amigo de John y quizás el único personaje positivo.

En cuanto a los aspectos que menos me han gustado, os puedo señalar:

La banda sonora de Gianni Ferrio que, sin ser mala, carece de un buen tema fácil de recordar.

El montaje un tanto abrupto entre distintas escenas, sobre todo una vez que le es entregado su hijo a John y hasta que culmina su venganza respecto a quienes no le ayudaron (quizás se deba a algún corte que haya sufrido la peli, pero no lo sé).

En definitiva creo que es una buena historia bastante bien contada que se eleva por encima de la media de los spaghettis.



PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 8
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 8
ACTORES: 7
MÚSICA: 6

MEDIA: 7,2

lunes, 10 de mayo de 2010

Mark Damon


Actor estadounidense (Chicago 1933) cuyo verdadero nombre es Alan Mark Harris.

De formación universitaria (estudió literatura y administración de empresas en UCLA) comenzó su andadura en el mundo de la interpretación a mediados de los cincuenta en varias series de televisión. En esta década su papel más importante fue el de marine en el drama bélico de Richard Fleischer “Los diablos del Pacífico” (1956), película en la que compartía cartel con Robert Wagner y Broderick Crawford.

A pesar de ganar el Globo de Oro por su trabajo en “La caída de la Casa Usher” (1960), una de los films de terror dirigidos por Roger Corman basados en los relatos de Edgar Allan Poe y en el que tuvo como compañero a Vicent Price, su carrera no despegaba, por lo que decidió trasladarse a Europa, teniendo lugar su debut en este continente en “El día más corto” (1963) una comedia paródica dirigida por Sergio Corbucci de “El día más largo” (1962)” en la que, curiosamente, Damon tenía una pequeña intervención.

A partir de esta fecha, y a lo largo de aproximadamente trece años de carrera en Europa, participó en más de cuarenta películas de géneros muy variados: aventuras, bélicas, terror y, por supuesto, spaghettis, de los que rodó diez.

Desde 1977, y ya de vuelta en los EEUU, ejerce como productor través de Producer Sales Organization, con la que se ha convertido en un reputado productor independiente. En 1987 funda una nueva productora Vision International.

Filmografía SW:

1965- Johnny Oro
1966- Johnny Yuma
1967- Requiescant
1967- La muerte no cuenta los dólares
1968- ¿Quién grita venganza?
1968- Un tren para Durango
1968- La hora del coraje
1971- El predicador bandido (Posate le pistole, reverendo)
1972- Le llamaban la Verdad (Lo chiamavano Veritá)
1972- Repoker de bribones


viernes, 7 de mayo de 2010

TIERRA DE GIGANTES




Tierra de gigantes (Il Pistolero dell'Ave maria )
1969
Italia/España
Director: Ferdinando Baldi
Reparto: Peter Martell, Leonard Mann, Luciana Paluzzi, Alberto de Mendoza, Pilar Velázquez, Piero Lulli, Luciano Rossi, José Suárez, Barbara Nelli, Mirella Pamphili, Franco Pesce, Silvana Bacci, Enzo Fiermonte, Franco Gulà, José Manuel Martín, José Riesgo, Nicola Solari, Eugenio Galadini, Osiride Pevarello, Renzo Pevarello, José Terrón.
Guión: Federico De Urrutia, Piero Anchisi, Vincenzo Cerami, Ferdinando Baldi, Mario di Nardo.
Fotografía: Mario Montuori
Música: Roberto Pregadio, Franco Micallizi


Atípico spaghetti dirigido por Ferdinando Baldi en 1969 en el que da una mayor importancia a las relaciones entre los personajes y los conflictos que surgen entre ellos que a la acción.
La historia de la peli es muy interesante: un pistolero llamado Rafael, tras muchos años de búsqueda, encuentra a su amigo de la infancia Sebastián al que le contará un terrible secreto que afecta a su niñez y a su familia (su padre fue asesinado por su madre, Anna, y el amante de ésta, Tomás). A partir de aquí ambos tratarán de reunirse con Isabella, hermana de Sebastián de la que Rafael está enamorado, para vengar la muerte de su padre, el general Juan Carrasco.

Además de ser muy interesante, la historia está inusualmente bien desarrollada (pienso que lo que generalmente falla en los spaghettis son los guiones), cuenta con personajes muy bien perfilados y situaciones creíbles, y mezcla estupendamente suspense (los guionistas, entre los que se encuentra el propio Baldi, irán dosificando la información sobre la identidad de los personajes y lo que les ocurrió), acción (hay muy buenas escenas de tiroteos como la secuencia de la fiesta de bienvenida al general Juan Carrasco que termina con un gran enfrentamiento) y drama (se trata de una tragedia en toda regla que, por lo que he leído, adapta el mito de Orestes único hijo varón de Agamenón, el cuál era asesinado, después de su regreso de La Guerra de Troya, por el amante de su mujer Clitemnestro, llamado Egisto. Orestes será salvado por su niñera y al cumplir veinte años volverá con su amigo Pilades para vengar a su padre. En este sentido no hay que olvidar que Baldi era un gran conocedor del mundo clásico y Federico de Urrutia, otro de los guionistas, ese mismo año firma el guión de “Los desesperados” historia que aunque se desarrolla en el oeste también tiene muchos puntos en común con las tragedias griegas).


En cuanto a la dirección, Ferdinando Baldi vuelve a demostrar (como ya lo hizo en "Adiós, Texas") su buen hacer con la cámara tanto en exteriores (a destacar la escena inicial en la que muestra su pericia con la grúa) como en interiores (es magnífica la secuencia del baile con un elegante picado),y además en este film se aprecia su preocupación por el tratamiento del color (hay escenas visualmente bellísimas como aquella en la que se alterna la imagen de Peter Martell de riguroso gris oscuro bebiendo y la de una bailarina en plena danza sensual con un traje blanco y naranja fuerte). Pero, sin duda, lo que convierte en grande a está película es cómo está dirigida la parte final con el doble enfrentamiento de Rafael y Sebastián con Tomás mientras la lujosa casa se convierte en pasto de las llamas e Isabella se pierde en su interior.

El film también se beneficia de un presupuesto bastante holgado para lo que se estilaba en este subgénero y esto se aprecia tanto en el vestuario, mucho más rico, como en la decoración, la ambientación y las numerosas y variadas localizaciones. Y a todo ello hay que añadir una cuidada fotografía de Mario Montuori y, la que considero, una excelente banda sonora compuesta por Roberto Pregadio que cuenta con varios temas sobresalientes.

Por lo que respecta a los actores, me ha gustado mucho Peter Martell en el papel de un atormentado Rafael que padece algún tipo de disfunción sexual mientras que, creo que, Leonard Mann como Sebastián no está a su altura. En el bando de los malos nos encontramos a un correcto Alberto Mendoza en el papel del Tomás, el amante asesino, aunque pienso que a este actor le iban mejor papeles menos graves como el de Lucky en la mencionada “Los desesperados”, a un estupendo Piero Lulli que, para mí, bordaba los personajes caracterizados por su falta de escrúpulos y a José Manuel Martín en su típico papel de pistolero mejcano. Y en papeles femeninos, que cobran una inusual importancia para un spaghetti, aparecen una joven y bella Pilar Velázquez como Isabella, la desdichada hermana de Sebastián, que está muy bien en la escena final y la ex chica Bond Luciana Paluzzi en el rol de la maquiavélica y, posteriormente, arrepentida mujer del general Juan Carrasco, al que interpreta con su sobriedad habitual José Suárez en una pequeña colaboración.

En cuanto a los aspectos negativos, muy pocos para mí, debo señalar los siguientes:

La falta de información en determinados temas como el problema sexual de Rafael y que parece estar relacionado con el personaje que interpreta Lulli (en un momento del film éste le dice: “Se me había olvidado, este hombre no es hombre”) o el salto brusco en el final, por lo que me da la sensación de que la película ha podido sufrir algún corte.

El abuso por parte de Baldi del zoom en los aproximadamente veinte primeros minutos. No obstante después se olvida de ello.

Alguna escena un tanto simplona como aquella en la que Sebastián salva a su hermana.

No obstante me ha parecido un excelente spaghetti que he disfrutado muchísimo a pesar del doblaje en el llamado español neutro y de la desincronización entre imagen y sonido en alguna escena, sobre todo de peleas.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 9
AMBIENTACIÓN: 9
DIRECCIÓN: 8
ACTORES: 7
MÚSICA: 9

MEDIA: 8,4

jueves, 6 de mayo de 2010

LOS PROFESIONALES DEL ORO


Los profesionales del oro (Ognuno per se)
1968
Italia-Alemania
Director: Giorgio Capitani
Reparto: Van Heflin, Gilbert Roland, George Hilton, Klaus Kinski, Sarah Ross, Federico Boido, Giovanni Ivan Scratuglia, Sergio Doria, Giorgio Gruden, Hardy Reichelt, Doro Corra, Hardy Reichelt
Guión: Fernando di Leo, Augusto Caminito
Fotografía: Sergio D'Offizi
Música: Carlo Rustichelli


Spaghetti western dirigido en 1968 por Giorgio Capitani basado libremente en la formidable novela de aventuras de B. Traven “El tesoro de Sierra Madre”, aunque carece del contenido político y social de ésta, y en el que también se pueden rastrear las huellas de westerns clásicos como “El Jardín del Diablo” o “Duelo en la Alta Sierra”.

SINOPSIS: Sam Cooper, un viejo buscador de oro, tras encontrar un filón es traicionado por su socio al que mata y posteriormente, en el viaje de vuelta, asaltado por unos hambrientos indigentes que le roban los caballos. Ante este hecho y una vez que llega a la ciudad decide contactar con Manolo Sánchez (un joven al que crió) para que le ayude a explotar la mina. Los problemas surgirán cuando aparezca un enigmático pistolero vestido de predicador, Brent, que mantiene una turbia relación con Manolo, por lo que Sam decidirá pedir ayuda a un antiguo camarada, Mason, con el que tiene una cuenta pendiente. Los cuatro partirán hacia la alejada mina sin saber que hay más individuos enterados del secreto, entre ellos los hermanos Bradley unos letales pistoleros.

Única incursión en este subgénero de Giorgio Capitani que tras un comienzo un tanto mareante con el abuso del zoom creo que dirige el film con corrección e incluso en ocasiones con brillantez (la escena del tiroteo en la ermita abandonada es realmente buena), dotando de un buen ritmo a este original guión elaborado por Fernando di Leo y Augusto Caminito superior a la media de los que he visto y que se caracteriza por su introspección, al dar la misma importancia o más a los personajes y las relaciones que se establecen a lo largo del viaje entre ellos, relaciones que se irán tensionando cada vez más, que a las escasas escenas de tiroteos.

Entre los aspectos que más me han llamado la atención del spaghetti por no ser demasiado frecuentes destacaría:

La importancia que cobra el paisaje hostil con desiertos, montañas de difícil acceso y barrancos peligrosos, convirtiéndose en un elemento dramático de primer orden puesto que estamos, en gran parte, ante una peli de itinerario (buena parte del metraje se centra en el viaje de ida y vuelta del pueblo a la mina y las dificultades que conlleva éste).


La extraña relación, creo que veladamente homosexual, entre los dos personajes más jóvenes del cuarteto, en el que uno ejerce de dominador y el otro de dominado y de la que el guión nos va dejando pistas a lo largo de toda la peli. Así en un momento dado Manolo le dice a Sam refiriéndose a Brent “¿Quién crees que se ha ocupado de mí desde que te fuiste? ¿Quién ha estado cuidándome hasta ahora? ¿Quién me ha protegido? Ha sido él”. Además Manolo siempre está pendiente de las necesidades de Brent recibiendo, generalmente, el desprecio de éste como cuando sólo le ofrece a él otro plato de comida, y no soporta que le pueda pasar algo (en este sentido son muy significativas la escena del barranco con la cuerda y la de la pelea con Mason en la que literalmente enloquece).

Los cuatro personajes principales que están muy bien definidos. Sam Cooper es el típico aventurero y soñador que busca el oro tanto por tenerlo como por el placer que le produce la propia búsqueda; Manolo Sánchez es un ser débil, tramposo y perezoso al que le disgusta el trabajo; Brent es un siniestro, manipulador y ladino pistolero que se aprovecha de la debilidad de Manolo y cuya presentación, en mitad de una noche tormentosa que parece anunciar su carácter y los hechos que acontecerán después, es magnífica; y Mason es el típico rudo pistolero a la antigua usanza con su personal código de la justicia (sospecha que Sam le traicionó varios años atrás pero como el mismo le dice no le ha matado todavía porque no ha encontrado pruebas).

Por otra parte, la banda sonora de Carlo Rustichelli no me ha disgustado, y en ella proliferan temas más propios de pelis de aventuras (el film, para mí, es una mezcla de spaghetti con este tipo de películas) con otros de corte jazzístico más asociados a los thriller que ni me han parecido adecuados ni bien utilizados.

Por último comentaros que por lo que respecta al casting me ha llamado la atención que los productores escogieran a dos viejas glorias de Hollywood, Van Heflin y Gilbert Roland, ambos estupendos, para que interpretasen a los maduros vaqueros, los cuales representan los valores del western clásico, es decir son gente dura pero leales y se guían por un férreo código del honor y de la justicia. Mientras que para interpretar a los dos jóvenes que se caracterizan por su mezquindad, codicia y falsedad, valores que son típicos del spaghetti, los mismos productores eligieron a dos habituales de este subgénero: el inquietante Klaus Kinski y el limitado para los papeles dramáticos George Hilton. De esta forma, parece que con el casting, se están intentando subrayar las diferencias existentes entre el western clásico y el euro-western.

En definitiva una peli notable y bastante original para ser un spaghetti, por lo que su visión creo que es muy recomendable.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 8
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 7
MÚSICA: 6

 MEDIA: 6.8

miércoles, 5 de mayo de 2010

Silver Kane vuelve al western


¿Quien no recuerda aquellas míticas novelitas del oeste que aún podemos encontrar por los kioscos de España?.
Pues uno de aquellos autores que escribían aquellas novelitas vuelve al western.

El pasado 12 de abril del 2010 se presentó la novela “La dama y el recuerdo” (Editorial Planeta), del autor Francisco González Ledesma, que es el nombre que se "escondía" detrás del seudónimo Silver Kane.

Aqui estan los datos sobre la novela:



Sinopsis:

En un remoto pueblo de Kansas, Jackson, se cruzan los destinos de varios personajes. Unos atracadores irrumpen en el banco del pueblo y matan a sus trabajadores.

Una vez con el dinero en los bolsillos, se dirigen al saloon, donde las chicas los aguardan para ofrecerles sus servicios. Pero se encuentran con algo que no esperaban: Taylor, pistolero legendario que tiene un objetivo: acabar con Ford, el cacique del pueblo, representante del Gobierno y encargado de las negociaciones con los indios para la cesión de sus tierras, que tiene comprado al sheriff del condado y atemorizados a todos sus ciudadanos. La amante de Ford, Lena, es una mujer despiadada que no se detendrá ante nada ni nadie para hacerse con el poder, su única ambición. Lancaster es un cazarecompensas al que le descubriremos buen corazón.

Ketty River, la dama del título, la mujer más hermosa y con más clase del pueblo, utiliza otro nombre para ejercer con mano de hierro de jueza en la capital, Kansas City. Ketty llevará a cabo su venganza contra Ford (por haber sido violada en su juventud por él), que la acabará materializando el niño al que Taylor había salvado la vida junto a Fedra, una joven preciosa con la que acabará compartiendo su vida en la casa donde había vivido con su anterior mujer, asesinada por los hombre de Ford.


El autor:

Francisco González Ledesma se dedicó primero a la abogacía y más adelante al periodismo, siendo redactor jefe de La Vanguardia. Recibió el Premio Planeta 1984 por Crónica sentimental en rojo, protagonizada por el desengañado policía Méndez, hijo de los barrios bajos barceloneses y conocedor impío de los altos. La serie policiaca de Méndez, de éxito internacional, incluye también El expediente Barcelona, Las calles de nuestros padres, La dama de Cachemira, Historia de Dios en una esquina, El pecado o algo parecido (Premio Dashiell Hammett 2003), Cinco mujeres y media y Una novela de barrio (Premio RBA 2007). El Premio Pepe Carvalho 2005 reconoció su trayectoria como autor de novela negra. Fue Premio Ciudad de Barcelona de Cine y Premio Roda Ventura del Colegio de Abogados.