lunes, 27 de septiembre de 2010

LOS PISTOLEROS DE CASA GRANDE


Los pistoleros de Casa Grande
1964
España/USA
Director: Roy Rowland
Reparto: Alex Nicol, Jorge Mistral, Dick Bentley, Steve Rowland, Phil Posner, Mercedes Alonso, Diana Lorys, María Granada, Roberto Rey, Aldo Sambrell, Toni Fuentes, Angel Solano, Jim Gillen, Mike Ekiss, Fernando Villena, Emilio Rodriguez, Ana María Custodio, Mario De Barros, Iván Tubau, Antonio Mayans, Mike Brendel, María José Collado, Simón Arriaga, José Manuel Martín
Guión: Borden Chase, Patricia Chase, Clarke Reynolds
Fotografía: Jose F. Agauyo, Manuel Merino
Música:  Johnny Douglas, Robert Mellin 

Típica coproducción hispano-estadounidense anterior al boom leoniano (la película data de 1964) rodada en España con la intención de abaratar los costes (el presupuesto de la misma se antoja minúsculo) y que sigue, por tanto, los cánones y la estética del western clásico.


Un grupo de forajidos se reúne en un pueblo fronterizo con Méjico para repartirse el botín de un atraco, pero una vez allí su jefe, Daylight, les comunica a sus miembros que ha invertido todo el dinero en la compra de una hacienda mejicana. En realidad, lo que pretende es a través de la hacienda, que realmente ganó en una partida de póker, arrebatar el ganado a los dueños de los ranchos cercanos y venderlo todo en EEUU. El problema es que para conseguir sus objetivos deberá enfrentarse a algunos de sus hombres, que han visto con la compra de la hacienda la oportunidad de echar raíces e incluso algunos han comenzado una relación sentimental, y a un peligroso forajido mejicano llamado Rojo que se ha convertido en el terror de la región.

Me ha parecido un western bastante rutinario dirigido con bastante desgana y sin imaginación por Roy Rowland, realizador norteamericano que comenzó su carrera en la década de los treinta, fue encasillado en películas de bajo presupuesto y terminó su carrera en Europa rodando eurowesterns y films de aventuras, que ni tan siquiera rueda con la espectacularidad requerida las escenas de tiroteos; mientras que el tópico y flojo guión, que ha constituido una gran decepción para mí, creo que muestra la decadencia de uno de los grandes guionistas de westerns de la historia, Borden Chase, autor entre otros de los libretos de las maravillosas “Río Rojo”, “Winchester73”, “Horizontes lejanos”, “Tierras lejanas” o “Veracruz”, que en esta ocasión contó con la “ayuda” de su hija, Patricia, y Clarke Reynolds, un profesional curtido en la televisión que volvería a colaborar al año siguiente con Roy Rowland en la coproducción hispano-alemana del oeste “La ley del forastero”.

Si el guión y la dirección son mediocres, la banda sonora, obra de Johnny Douglas, tampoco sobresale y cuenta con un tema principal que recuerda sospechosamente a la melodía principal compuesta por Dimitri Tiomkin para “Solo ante el peligro”, mientras que el resto de temas parecen también haberse escuchado ya en cientos de westerns.

Encabezando el reparto, como solía ser habitual en este tipo de productos, se encuentra un actor de segunda fila norteamericano, en este caso Alex Nicol, artista encasillado en papeles de malvado y con un cierto parecido físico con Craig Hill, que aquí interpreta sin gran convicción a Daylight el bravucón y pendenciero jefe de la banda incapaz de mantener al grupo cohesionado. Junto a él un limitado Jorge Mistral, en un rol positivo, como El Viajero que se aliará, sin que sepamos las razones, con Daylight, el cual parece conocer su pasado aunque el guión nunca nos lo explicará desaprovechando una de las escasas bazas con las que se contaba ya que a primera vista parece un personaje interesante con una cierta conciencia social que le llevó a enfrentarse a su padre, y se mostrará como el más inteligente de los miembros de su banda, reprochando las continuas fricciones que hay entre sus hombres ya que “ni los buitres se matan entre ellos”; un soso Dick Bentley en el trillado papel de Doc, personaje mil veces visto del veterano doctor alcoholizado reconvertido en temible pistolero por un suceso trágico del pasado; un anodino Steve Rowland, hijo del director y de carrera bastante corta, como Chico el único forajido que logrará redimirse gracias al amor de Pacesita, doncella de María de Castelar; una anecdótica Mercedes Alonso como María de Castelar, hija de uno de los ricos hacendados mejicanos, que se enamorará de El Viajero, lo que dará lugar a las escenas más cursis de la película y un correcto Aldo Sambrell como el malvado y temible forajido mejicano Rojo.


En definitiva creo que es un western mediocre y aburrido, a pesar de sus múltiples tiroteos y de su duración que no alcanza los noventa minutos, que difícilmente satisfará a los amantes del spaghetti ya que ni desde el punto de vista temático ni en cuanto a la dirección de producción se puede relacionar con este subgénero, pero tampoco convencerá a los amantes del western clásico ya que se encuentra muy lejos desde el punto de vista artístico de la media de estos productos.

PUNTUACIÓN:


HISTORIA: 4
AMBIENTACIÓN: 4 
DIRECCIÓN: 3
ACTORES: 4 
MÚSICA: 3


MEDIA: 3,6

2 comentarios:

maltese dijo...

Buena review, Jesus....coincido plenamente: mala, muy mala

Julio_Alberto dijo...

Creo que este puede ser el primer eurowestern en el que Sambrell tiene ya algo de protagonismo, al ser el malvado de la cinta.