jueves, 9 de septiembre de 2010

LA DILIGENCIA DE LOS CONDENADOS


La diligencia de los condenados
1970
España/Italia
Director: Juan Bosch
Reparto: Richard Harrison, Fernando Sancho , Erika Blanc, Gaspar 'Indio' González, Florencio Calpe, Maria Cinta, Bruno Corazzari, Fernando de Miragaya, Joaquín Germán, Ángel Lombarte, Leontine May, Antonio Molino Rojo, Ricardo Moyán, Miguel Muniesa, César Ojinaga, Ignacio Abadal, Elena Pironti, Gustavo Re, Maria Cinthia Rosello, Fernando Rubio, Alberto Severi, Juan Miguel Solano, Juan Torres, Nano Martín, Juan Patiño 
Guión Antonio Vera Ramírez, Ignacio F. Iquino, Luciano Martino, Juliana San José de la Fuente
Fotografía:  Luciano Trasatti 
Música: Enrique Escobar

Coproducción hispano-italiana de 1970 realizada por Juan Bosch, un director catalán que se incorporó a este subgénero en época tardía y llegó a rodar ocho spaghetti-westerns, seis de ellos entre 1970 y 1972.

En esta ocasión adapta una novela del popular autor de “bolsilibros” de género Lou Carrigan (seudónimo del catalán Antonio Vera Ramírez que, junto con otros autores como Silver Kane o Curtis Garland, alcanzó gran popularidad durante los años sesenta) con ciertas influencias desde el punto de vista temático del cine negro (la historia de un grupo de hombres que son retenidos por gángsters se ha llevado en multitud de ocasiones a la gran pantalla desde “El bosque petrificado” hasta “Horas desesperadas” pasando, por ejemplo, por “Cayo Largo”) y del notable western dirigido en 1951 por Henry Hathaway “El correo del infierno” en el que unos individuos eran tomados como rehenes por un grupo de forajidos en una posta hasta la llegada de una diligencia cargada de oro. En esta ocasión Sartana, que nada tiene que ver con el mítico personaje interpretado por Gianni Garko, decide asaltar una diligencia y apresar a todos los viajeros para evitar que uno de ellos, cuya identidad desconoce, testifique en el juicio que se celebrará al día siguiente en una población cercana contra Tony Stevens, un pistolero amigo que ha sido detenido, junto a dos de sus hombres, por la violación de dos muchachas a las que asesinaron posteriormente junto con otro individuo. Para cumplir su plan retendrá a este grupo heterogéneo en la posta, pero lo que desconoce es que el dueño de la misma es un famoso pistolero retirado que, además, tiene una cuenta pendiente con el propio Stevens.

Al igual que le ocurrió con “Los buitres cavarán tu fosa” (curiosamente en la que participó como guionista el propio Carrigan) Juan Bosch parte de una buena idea malograda por un guión de, entre otros, el prolífico Ignacio F. Iquino que también produjo la película, cargado de tópicos e incongruencias (resulta ridícula la escena en la que, tras una pelea, Stevens y sus hombres son detenidos, ya que previamente habían dejado sus armas; hombre, unos asesinos por los que ofrecen una fuerte recompensa no es lógico que abandonen sus colts a las primeras de cambio porque lo normal es que les detengan o acaben con ellos) y en el que no desarrolla toda la potencialidad dramática de la historia con unos personajes, apenas esbozados, permanentemente amenazados en un espacio cerrado por los pistoleros; para decantarse, sobre todo en la segunda parte del film, por las típicas peleas, torturas y tiroteos (a estas alturas de la película uno se pregunta por qué no han acabado con todos los viajeros de la diligencia desde el principio si parece ser que no tienen ningún escrúpulo en irlos asesinando poco a poco). A ello hay que añadir la atropellada, descuidada y precipitada labor tras la cámara del realizador (el descuido es tal que en una misma escena que se desarrolla por la noche y según la toma, unas veces parece que está amaneciendo para a continuación ser noche cerrada) que, por otra parte, se muestra incapaz de crear la tensión que la película requería.

Además, como suele ser habitual en las películas tanto del director como del productor, se contó con un presupuesto ínfimo lo que resta bastante credibilidad al film, así el salón donde tiene lugar una de las primeras escenas con la consabida pelea resulta bastante falso, la posta en la que se desarrolla la mayor parte de la acción parece más una masía y llegan a pegar cartulinas o telas con dibujos para dar la sensación de que por las ventanas de la posta se ven las montañas.

La banda sonora compuesta por Enrique Escobar cuenta con un tema principal que sin ser ninguna maravilla no es lo peor de la película, mientras que los temas incidentales apenas se aprecian.

Por lo que respecta a los actores la película recae sobre los dos protagonistas que son uno de los escasos aciertos del largometraje. Así nos encontramos con un Richard Harrison mucho más entonado de lo que en él era habitual en el papel de Wayne Sonnier, el antiguo pistolero que sólo recobrará la admiración de su hijo cuando vuelva a empuñar los colts (curioso y peligroso mensaje no sé si buscado a propósito), y a un gran Fernando Sancho como su antagonista, el forajido mejicano Ramón Sartana que se cuelga una medalla por cada seis hombres que asesina, sin duda un personaje hecho a la medida de su desbordante personalidad. Por el contrario creo que hay un clarísimo error de casting en la elección de Bruno Corazzari como el sanguinario Tony Stevens, ya que no da el aspecto de temible pistolero. El resto de los actores poco pueden hacer frente a unos personajes arquetípicos muy poco desarrollados: el elegante tahúr, el impulsivo escopetero, el comerciante en este caso de relojes, el sacerdote, el viejo pistolero que conoce la identidad del protagonista, el sádico forajido, el niño que se avergüenza de la cobardía de su padre, la sufrida esposa o los dos cowboys con un pasado que ocultar.

En resumen, para mí, un fallido spaghetti que contaba con una historia interesante. Pero creo que hay que reconocer, tanto al director como a los guionistas, el intento de hacer un film serio con un escasísimo presupuesto en un momento en que la tendencia predominante, debido al éxito de Trinidad, consistía en realizar westerns paródicos.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 4.
AMBIENTACIÓN: 2.
DIRECCIÓN: 3.
ACTORES: 6.
MÚSICA: 5.

MEDIA: 4.

9 comentarios:

Pedro Pereira dijo...

Acho que já o vi, mas não me recordo de muita coisa, o que à partida quererá dizer que não gostei!

pritt dijo...

Es verdad que no es nada del otro mundo pero la pelicula se deja ver y no aburre, que ya es algo.

Martial 76 dijo...

La dificultad para ver estas películas es encontrarlas. Gracias a tus reseñas esto haciendo una lista de películas del género para videar. Desgraciadamente descubrí tu blog hace poco y veo que muchos de los films con los que he vibrado ya fueron comentados... pero bueno, saludos, y a ver si tengo ocasión de encontrar este tesoro.

Echoes dijo...

Se deja ver pero no es gran cosa.

Julio_Alberto dijo...

Martial76, puedes comentar tu opinión sobre titulos que ya esten comentados, da igual que sean de hace mucho tiempo.
Así el blog se enriquece con muchas más opiniones.

Un saludo a todos, y gracias por seguir pasadoos por aquí, y sobre todo por comentar.

PD: Esté spaghetti lo tengo aún pendiente de pillarmelo y verlo...

Billiard dijo...

Sí, se deja ver, pero creo que es Fernando Sancho quien la salva del olvido.

Rudy dijo...

Tambien a esta subiria la nota,hasta la suficencia pelada,en cuanto no obstante sus defectos de presupuesto y manera de rodar del director,se deja ver y a mi me ha dejado buen sabor de boca.por cierto el juan bosch sale en los titulos como john wood?? seudonimo verdad?saludos Rudy.

Jesús dijo...

Pues sí Rudy, era el seudónimo que utilizaba habitualmente cuando rodaba películas del Oeste.

Anónimo dijo...

no le termine de ver pero la igual la acabo de ver para mi regular no mala pero regular solo sancho sobresale en su papel y richard me gusta mas en la pelicula his name was king saludos desde tampico tam mexico jerry alvarez