viernes, 15 de octubre de 2010

CORRE CUCHILLO CORRE



Corre Cuchillo Corre (Corri, uomo, corri)
1969
Italia/España
Director Sergio Sollima
Reparto Tomás Milián,Donald O'Brien, John Ireland, Federico Boido, Linda Veras,Chelo Alonso,José Torres, Luciano Rossi, Nello Pazzafini
Guión Sergio Sollima, Pompeo de Angelis
Fotografía Guglielmo Mancori
Música Bruno Nicolai


Segunda parte realizada en 1968 por Sergio Sollima de la afamada “El halcón y la presa” que comienza donde acababa ésta, con el regreso de Cuchillo (personaje que adquiere total protagonismo) a un Méjico bajo la presidencia de Porfirio Díaz, época en la que abundantes grupos de bandidos, antiguos revolucionarios, campaban a sus anchas por el país.

Cuchillo tras volver de los EEUU es detenido. En prisión conocerá a un poeta llamado Ramírez, líder del movimiento juarista, con el que escapará y le revelará, antes de morir, el secreto sobre el lugar donde se encuentra el oro de la revolución. A partir de ese momento el éxito del proceso revolucionario dependerá del triunfo de Cuchillo en su misión.

La película tiene como protagonista absoluto a Cuchillo, personaje que hunde sus raíces en la literatura picaresca del Siglo de Oro. Así se nos presenta a Cuchillo como el típico antihéroe de condición humilde que aspira, sin conseguirlo, a mejorar su condición social a través de actos que rozan el delito (para una vez que gana bastante dinero lo detienen y la policía se lo requisa). Incluso su relación amorosa recuerda a aquellas de carácter marcadamente humorístico que mantenían los siervos en contraposición con las de carácter más grave de sus señores propia del teatro español de los siglos XVI y XVII. Y para rematar los paralelismos se encuentra la figura del antiguo sheriff que entroncaría con la del hidalgo empobrecido, personaje habitual de esa literatura.

Como consecuencia, el tono del film es más ligero y humorístico que el de otros Zapata-westerns aunque tampoco olvida una de las características de este subgénero, también incluida en la novela picaresca, como es la denuncia social, al mostrarnos los aspectos más sórdidos y desagradables de la sociedad en la que se desarrolla la acción, en este caso tamizada por la ideología marxista. Así, como ocurre con otras películas propias de este subgénero, Sollima reflexiona sobre el verdadero valor y eficacia del proceso revolucionario y nos presenta a un pueblo que, tras haberse enfrentado a Maximiliano, se encuentra a merced tanto del ejército de Porfirio Díaz (son continuos los fusilamientos de la población civil) como de los antiguos revolucionarios que, convertidos en simples bandidos, no dudan en acabar con la población para conseguir sus fines. La situación de violencia que sufre el campesinado mejicano la resume perfectamente Cuchillo en la escena en la que encuentra a la mujer del Ejército de Salvación enterrando a su compañero, ésta le dice que ha muerto de enfermedad y él le responde con total naturalidad: “La gente también muere de eso”. Mientras que la crítica social y a la revolución se encuentra diseminada a través de distintas escenas a lo largo de la película, algunas de ellas cortadas en la versión española por lo que os recomiendo que os intentéis hacer con la integra, como por ejemplo cuando en prisión al protagonista le presentan a Ramírez como un hombre peligroso por ser poeta (se subraya así la idea de la cultura como arma para acabar con las injusticias y la pobreza); la conversación que mantiene Cassidy con un antiguo compañero revolucionario antes de acabar con él en un duelo, fundamental para conocer el pasado de este personaje y el desencanto que siente por la revolución que le lleva a afirmar ante el cadáver de su antiguo amigo: “No basta con que la causa sea justa”; o la secuencia en la que Cuchillo reparte el pan a una muchedumbre hambrienta y les arenga a que lo tomen por la fuerza y no lo mendiguen, ya que les pertenece por derecho propio.

Además también se aprecia una crítica a la injerencia norteamericana en el continente sudamericano a través de la figura de los dos agentes franceses trasunto de los asesores norteamericanos cada vez más abundantes en aquella época como consejeros, sobre todo en los gobiernos totalitarios que comenzaban a proliferar en América del Sur. Crítica que se extiende a los norteamericanos en general al presentarlos como seres mezquinos e hipócritas que desprecian a sus vecinos del sur (en este sentido cobra gran importancia la secuencia en la que Cuchillo y otro mejicano le preguntan a un gringo por Tejas y al increparlos éste señalan: “Efectivamente, estamos en Tejas”).


Y todo ello está contado con un tono menos grave que otros Zapata-westerns a través de un guión, escrito por el propio Sollima junto con Pompeo de Angelis (autor del que no tengo ningún tipo de referencia), muy entretenido que combina perfectamente aventura, acción y humor (excelente la escena inicial); además de contar con la elegante dirección de Sollima.

Por lo que respecta tanto a la fotografía de Gugliemo Mantori (un profesional que empezó en los péplums) como a la ambientación cabe señalar que rayan a gran altura.

Mención aparte hay que hacer, de nuevo, de la banda sonora compuesta por Bruno Nicolai, aunque por lo que he leído tuvo una participación fundamental en la misma Ennio Morricone, con una gran variedad de temas que van desde algunos fácilmente asociables a este subgénero a otros propios del país en donde se desarrolla la acción.


En cuanto a las actuaciones, el film cuenta con la gran baza de un Tomas Milian que borda el papel de Cuchillo (creo que está un poco más comedido que en su predecesora) un ingenuo y simple campesino (presenta a Ramírez a su mujer como un peligroso poeta, tal y como le había dicho el carcelero momentos antes) aunque también poseedor de una gran inteligencia natural y con una gran capacidad para escapar de las situaciones comprometidas en las que continuamente se ve metido. Junto a él, Donal O’ Brien (que me ha gustado más que la primera vez que le vi ya que me recordaba muchísimo a Fernando Fernán Gómez y no le veía en el papel) como Cassidy, el antiguo sheriff que, desencantado con el proceso revolucionario, busca ahora el provecho económico, aunque será de los pocos personajes que evolucionen a lo largo del film. John Ireland (en un corto papel y cuya presencia, supongo, que tenía como objeto vender mejor el film) y Nello Pazzaffini como los antiguos revolucionarios devenidos en bandidos que intentan servirse del caos existente; ambos cumplen en sus papeles, sobre todo el segundo gracias a su físico amenazante. Y dos mujeres en papeles más importantes de lo que era habitual en este género: Chelo Alonso como la vivaracha y decidida novia de Cuchillo y Linda Veras como la mojigata e hipócrita sargento del Ejército de Salvación, hija del avaricioso y corrupto alcalde del pueblo estadounidense en donde se encuentra el oro.


En resumen un buen spaghetti, narrado con agilidad y buen ritmo por Sergio Sollima aunque, para mí, no llega al nivel de “El halcón y la presa”, ni a la maestría de “Cara a Cara”.

PUNTUACIÓN:


HISTORIA: 7.
AMBIENTACIÓN: 8.
DIRECCIÓN: 8.
ACTORES: 8.
MÚSICA: 8.


MEDIA: 7,8.

Reseña Adicional 

8 comentarios:

maltese dijo...

Aun teniendo un punto cómico, aunque comedido, me parece un gran SW... A la altura de "Vamos a matar, Compañeros" o "Salario para Matar". Coincido en que no llega a la altura de "Cara a Cara" o "El Halcón y la Presa" del mismo director. He conseguido en el Ares una copia de 125 minutos (supongo que es la versión íntegra) aunque las partes que en su día se cortaron en España están en italiano. Pero menuda diferencia con la copia que nos vendió Filmax en su día!!
Gran reseña, Jesus...

Anónimo dijo...

Muy buena la reseña , en la linea de lo que nos tienes acostumbrados.
Yo no he visto esa version integra, pero la que ví me parecio de lo mejor que se ha hecho en el genero , es decir estaria entre las dignas de ver.
Millian esta fantastico.
Reverendo

scachon dijo...

Muy buenas reseñas no conocía ninguna de estas películas, por cierto que opinais de la fantastica serie de la HBO "Deadwood". Mi enhorabuena por este estupendo blog.

Martial 76 dijo...

Hacía tiempo que la había adquirido y no la vi hasta ayer. Ciertamente no me imagino la película sin la cantidad de frgamentos originales cortados. La que vi ayer tenía gran parte en italiano, y partes que a mi parecer son esenciales para el film.
Es verdad que denota cierto humor, aunque existen una serie de escenas que no nos deja indiferentes, fundamentados en la crueldad que siempre caracteriza a estos zapata-westerns.
Un excelente para T. Millian, uno de mis actores favoritos en el género.
Respecto a "El Halcón y la Presa" está es de mejor factura, aunque el presente film no pierde la compostura en ningún momento, muy entretenido.
Enhorabuena por la reseña.

Jesús dijo...

Scachon, para mí Deadwood es de las mejores series que se han hecho últimamente, imprescindible para los amantes del western. Estoy deseando que saquen en DVD la tercera parte.

Belane dijo...

No conozco la serie que comentáis, "Deadwood". ¿Se emite en digital?
De "Corre Cuchillo"... sólo diré...¡Qué grande es Tomás Milian!

Jesús dijo...

Belane "Deadwood" es una serie de HBO, compañía sinónimo de calidad. En España, que yo sepa, están editadas en DVD la primera y la segunda temporada

Anónimo dijo...

Hoy tuve la suerte de verla por YouTube, y me di cuenta que ya la había visto alguna vez, en mí pueblo, Andalgalá, cuando niño adolescente, y no puedo hacer una crítica sin regarla de nostalgia. Gran película para amantes del género o no.