miércoles, 23 de febrero de 2011

HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE SANGRE


Hasta la última gota de sangre (L'ira di Dio)
1968
Italia/España
Director: Alberto Cardone
Reparto: Brett Halsey, Dana Ghia, Howard Ross, Fernando Sancho, Wayde Preston, Franco Fantasia, Ángel Del Pozo, Paolo Todisco, Carlo Pisacane, Adalberto Rossetti, Antonio Padilla, Franco Gulà, Claudio Trionfi 
Guión: Alberto Cardone, Jose Luis Martinez Molla, Ugo Guerra, Italo Gasperini
Fotografía: Mario Pacheco
Música: Michele Lacerenza 


Mike Barnett es un antiguo pistolero que pretende retirarse, comprar un terreno y comenzar una nueva vida con su prometida. Pero cuando regresa al rancho, se encuentra que ésta ha sido asesinada mientras que él recibe una paliza por parte de los criminales. Tras recuperar el conocimiento, comprueba que los forajidos también han robado los 10.000 dólares, en billetes de 50, que tenía para la compra del terreno y tan sólo le han dejado siete monedas, una por cada uno de ellos. A partir de ese momento Mike sólo vivirá para acabar con los asesinos de su amada.



Mediocre, para mí, spaghetti también conocido en España como “Hasta la última gota de sangre” realizado en régimen de coproducción en 1968 entre Italia y España por Albert Cardiff, seudónimo de Alberto Cardone, un habitual de este subgénero. De hecho de los once largometrajes dirigidos por él siete fueron spaghettis, de entre los que destaca “Baño de sangre al salir el sol” (1966), film en el que apareció por primera vez Sartana interpretado por Gianni Garko, aunque con un perfil totalmente diferente del personaje que protagonizara la mítica serie.


En esta ocasión, y como haría con “El largo día de la masacre” rodada en 1968, se ocupó también del montaje y del guión, y es este último, que de nuevo nos sumerge en una trama con la venganza como protagonista, el que para mí falla estrepitosamente puesto que, tras un comienzo prometedor en el que queda planteada el argumento de la película con el robo y el asesinato de su prometida, nos encontramos con un film tremendamente aburrido que cuenta con una estructura rutinaria consistente en cabalgada mientras suena un tema incidental repetitivo y pesadísimo, encuentro con alguno de los asesinos y ajusticiamiento de éste por parte del héroe, nueva cabalgada y vuelta empezar. Además la película parte de una premisa absurda e ilógica, ya que los asesinos, tras darle la paliza de rigor, dejan con vida al protagonista puesto que según uno de los criminales, que parece ser el jefe, y a pesar de que los había visto perfectamente, nunca los encontraría. Pues el tipo como forajido no sé, pero como pitoniso desde luego no se hubiera ganado la vida porque sin esforzarse y casi por casualidad nuestro héroe se va encontrando con todos y cada uno de los asesinos, a los que, por supuesto, les da su merecido. Pero no contento con este inverosímil comienzo, la película está plagada de secuencias absurdas y fallidas como el plan que elabora el héroe en la cárcel para escapar y matar a uno de los asesinos, que es excesivamente rebuscado para tener éxito (¿por qué no acaba directamente con él?), el hecho de que varios de los bandidos parece que no le reconocen (¡pues vaya panda de desmemoriados están hechos!), que identifique el protagonista a uno de ellos por las botas cuando le había visto la cara, que uno de los asesinos que recibe un tiro en la frente, en una escena extrañísima en la que nuestro protagonista utiliza una especie de pintura lumínica en una habitación totalmente oscura, de pronto reviva e intente lanzarse sobre él y, sobre todo, la secuencia final, de una ingenuidad que sonroja, en la que los criminales, como unos pardillos, se quedan mirando una cuerda mientras el héroe los sorprende por detrás y en la que por fin se nos revelará la identidad del “cerebro” de la operación, de quien a estas alturas era fácil sospechar.

Como curiosidades hay que señalar algunas citas o autocitas, así Mike dispara el wínchester de una forma similar a como lo hacía Burt Reynolds en “Navajo Joe” (1966), los asesinos dejan siete dólares como en el spaghetti también dirigido por Cardone “Siete dólares al rojo” (1966), nuestro héroe es capaz de acabar con un pistolero a lo “Django” disparando hacia atrás y sin mirar, personaje con el que además presenta ciertas similitudes en su vestimenta.


La labor como director de Cardone no pasa para mí de rutinaria y vulgar, y ni él ni el director de fotografía saben sacar partido de los abundantes y variados paisajes naturales que aparecen en la película. No obstante, hay un par de escenas que sobresalen del tedio general: la lucha con arma blanca en el desierto entre Mike y uno de los miembros de la banda rodada mediante un picado y el enfrentamiento nocturno con otro en un espacio poco habitual para el spaghetti como es un bosque y que me recordó ligeramente al estupendo enfrentamiento final de “Ojo por ojo”.





En cuanto a la banda sonora de Michele Lazeranza, músico que colaboró con Cardone en bastantes de sus spaghetttis, a pesar de contar con un tema principal bastante apañado, tampoco se salva de la mediocridad general


Por lo que respecta a los actores, cabe señalar que hacen lo que pueden con unos personajes que apenas están esbozados. Mike está correctamente interpretado por Brett Hasley, aquí Montgomery Ford, típico actor norteamericano que rodó varios spaghettis en Europa, entre ellos la estimable y anteriormente citada “Ojo por ojo”. Junto a él, un desaprovechado Fernando Sancho (la escena de la partida de póker no sé a qué viene) como uno de los asesinos que se caracteriza por su cobardía y brutalidad con las mujeres, el también norteamericano Wayde Preston, también presente en el film anteriormente citado, como otro de los miembros de la banda, y Ángel del Pozo en el papel de David el amigo de Mike, un personaje un tanto absurdo que aparece y desaparece a capricho del guionista. Pero sin duda, es la italiana Dana Ghia, que curiosamente había interpretado el papel de esposa de Brett Hasley en “Ojo por ojo”, quien carga con el personaje más disparatado, una corista que vaya usted a saber por qué ayuda a Mike y se enamora locamente de él.


En definitiva un soporífero spaghetti, dirigido con poco acierto por Cardone que no sabe dotarlo del ritmo adecuado a pesar de que por su estructura podría haber sido muy entretenido, que cuenta con un guión absurdo y carente de imaginación, además de acusar notablemente su escaso presupuesto.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 3
DIRECCIÓN: 4
ACTORES: 5
MÚSICA: 4

MEDIA: 3,8

4 comentarios:

Pedro Pereira dijo...

Es verdad que no es el mejor trabajo de Alberto Cardone, pero no creo que se pueda llamar mediocre.

"20.000 dollari sporchi di sangue (Forajidos implacables)" es actualmente mi preferido de Cardone. La conoces Jesus?

--
Pedro Pereira

http://por-um-punhado-de-euros.blogspot.com
http://filmesdemerda.tumblr.com

Jesús dijo...

Hola Pedro. "Forajidos implacables"la tengo pendiente de ver desde hace tiempo. A ver si este fin de semana tengo tiempo y me pongo a ello.

Alan Bique dijo...

Acertadísima crónica de una peli infinitamente aburrida y demencial. Mucho mejor otra obra de Cardone, Forajidos implacables, correctamente interpretada por Brett Halsey, y un poco mejor "10.000 dólares al nº 7", muy poco conocida pero por momentos interesante peli del mismo director.

echoes dijo...

Aburrida película, y esa de Forajidos Implacables me parece peor que esta...