jueves, 30 de septiembre de 2010

LA TUMBA DEL PISTOLERO


La tumba del pistolero
1964
España
Director: Amando de Ossorio
Reparto: George Martin, Luis Vilar, Mercedes Alonso, Silvia Solar, Jack Taylor, Luis Induni, Frank Braña, José Canalejas, Alfonso de la Vega, Miguel Del Castillo, Tito García, José Marco, Todd Martens, Ángel Ortiz, Joaquín Pamplona, Lorenzo Robledo, Aldo Sambrell, José Villasante
Guión: Armando de Ossorio
Fotografía: Miguel Fernández Mila 
Música: Daniel White

A veces una película en la que no tienes depositadas grandes esperanzas te sorprende gratamente y eso es lo que me ha ocurrido con este western preleoniano, y por tanto basado en el modelo estadounidense, realizado en 1964 por Amando de Ossorio, director que en los años setenta se convertiría en uno de los principales representantes del cine fantástico y de terror en España, que según he leído aceptó hacer esta curiosa e interesante película para conseguir financiación y poder embarcarse en un proyecto más ambicioso y personal.





He calificado el film de curioso por diversas razones:


En primer lugar porque debe de ser de los pocos eurowesterns rodados en blanco y negro (yo sólo conozco, por referencias, “Relevo de un pistolero” realizado por Ramón Torrado ese mismo año , "Tumba para un forajido" de José Luis Madrid que tengo pendiente de ver y "Kid Rodelo"), hecho que no sé si fue deliberado para acentuar el aspecto clásico de la película.


En segundo lugar porque, al contrario que en los spaghettis donde hay una sublimación de la violencia, en ésta se recurre en contadas ocasiones a ella; de hecho apenas se filman tiroteos y sólo se ve morir a un personaje, muerte que además no se produce en el momento presente sino que se conoce a través de un flashback y constituye el leitmotiv del film.


En tercer lugar porque la temática del film, durante gran parte de su metraje, se asemeja más a un thriller que a un western, ya que nos narra el regreso de un abogado, Tom Bogarde, a un pueblo del Oeste (Pearson City) con el objeto de desentrañar toda la verdad sobre la muerte de su hermano al que acusaron de haber asesinado a una mujer para, a medida que investiga, ir descubriendo que nada es lo que parece.


En cuarto lugar por el conocimiento del cine clásico que demuestra el autor lo que lleva a rastrear en esta película la huella de otras como, por ejemplo, la fabulosa “El hombre que mató a Liberty Valance”, en este caso, respecto a la utilización de los dos flashbacks, ya que, como ocurría en la obra maestra de John Ford, de Ossorio parece darnos a entender que un plano nos puede llevar al engaño dependiendo del ángulo que se haya utilizado para rodarlo. Además el western creo que está claramente influenciado por dos grandes thrillers; por una parte “Conspiración de silencio” sobre todo en el comienzo del largometraje, en el que el protagonista chocará con la actitud poco amistosa, cuando no hostil, de la mayor parte de la población que, además, parece ocultar algo, y “El tercer hombre” sobre todo en relación con el verdadero destino de Jack, el hermano de Tom, y en la trama urdida por él, aunque éste carezca de la amoralidad de su modelo Harry Lime.





Aparte de estas cuestiones el film me pareció que está elegantemente dirigido por de Ossorio apreciándose su preocupación tanto por los encuadres, algunos muy bellos, como por la composición de las distintas escenas, además de saber imprimir un buen ritmo a un guión, también suyo, que, a pesar de algunos aspectos negativos (ciertos personajes un tanto caricaturescos como dos miembros de Los Jinetes Negros que me recordaron a los hermanos Malasombra, alguna situación pueril como el asalto a la diligencia o un final un tanto simple), consigue mantener el interés de la historia sin baches.


En cuanto a la banda sonora, compuesta por el escocés afincado en Francia Daniel White, cuenta con una bella melodía principal cantada que también remite a los westerns estadounidenses y otra canción bastante aceptable, además de los típicos temas incidentales.


Por lo que respecta al reparto, al frente del mismo se encuentra el atlético Jorge Martín (antes de americanizar su seudónimo) que a pesar de sus limitaciones da vida de forma convincente al protagonista, Tom Bogarde, un abogado que no porta armas, y se muestra en plena forma en las escenas de acción (sobre todo en la larga pelea inicial en el saloon); junto a él dos norteamericanos: Todd Martin (que inicio su carrera en el cine en Europa con directores como Jesús Franco o Jean Pierre Melville) como Jack el hermano de Tom y Jack Taylor, más tarde imprescindible en las producciones de terror hechas en España, como Herbert Brandon, antiguo amigo de Jack y el hombre que presuntamente acabó con él, ambos están aceptables. Además cuenta con la presencia de dos mujeres con papeles más largos de los que eran habituales en este tipo de producciones, por una parte Mercedes Alonso (que ese mismo año participó en “Los pistoleros de Casa Grande”) en el rol de Russ, la hermana de Herbert, que se enamorará de Tom, y la miss Francia 1956 Silvia Solar que da vida a Taffy, enamorada de Jack, que jugará un papel fundamental en la historia. El reparto se completa con un gran número de secundarios cuyos rostros veríamos en infinidad de eurowesterns como Luis Induni en su típico papel de sheriff, un irreconocible Frank Braña en el rol de un jinete negro, el recientemente fallecido Aldo Sambrell como un vengativo minero o Lorenzo Robledo y José Canalejas como pistoleros de Herbert.





En definitiva, para mí, un dignísimo, cuidado y atípico eurowestern que nos cuenta una interesante historia en tiempo record (la película dura aproximadamente 80 minutos) aunque quizás pueda decepcionar a los amantes del spaghetti.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 6
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 7
ACTORES. 6
MÚSICA. 6

MEDIA: 6,2.

1 comentario:

pritt dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Jesús, cuando la vi ya hace algunos meses me sorprendio pues no me esperaba gran cosa.