martes, 1 de marzo de 2011

SEIS BALAS…UNA VENGANZA…UNA ORACIÓN


Seis balas...una venganza...una oración (Diamante Lobo)
1976
Italia/Israel
Director: Gianfranco Parolini
Reparto:  Lee Van Cleef, Jack Palance, Richard Boone, Sybil Danning, Leif Garrett, Rafi Ben Ami, Heinz Bernard, Chin Chin, Ricardo David, Didi Lukov, Zila Carni, Robert Lipton, Cody Palance, Ian Sanders, Pnina Golan, Carolyn Stellar 
Guión: John Foncesa, Gianfranco Parolini
Fotografía: Sandro Mancori
Música: Sante Maria Romitelli

Menahem Golan es un productor israelí que, junto con su primo Yoram Globus y tras su estancia en los Estados Unidos bajo la tutela del rey de la serie b Roger Corman, regresó a su país con intención de desarrollar en éste una industria cinematográfica sólida, para de vuelta a los EEUU fundar la Cannon Group, compañía responsable de gran parte de la filmografía de Jean Claude Van Damme y de Chuck Norris. De entre los proyectos rodado en su país de origen destacan dos westerns de dudosa calidad interpretados por un Lee Van Cleef en decadencia junto a un pujante y jovencísimo Leif Garrett, que por aquel entonces se había convertido en ídolo de las adolescentes gracias a su participación en la serie “Tres en la carretera” (1975), y en los que aprovecharon las posibilidades de los desiertos israelíes para recrear el viejo oeste, siendo éste el primero y mejor de los dos (el otro se estrenaría en España con el nombre de “Venganza sangrienta” dirigida por el televisivo Joseph Manduke y con Jim Brown acompañando a la pareja protagonista).


Los Clayton, una banda de forajidos capitaneada por Sam Clayton, tras robar el banco de Crane City, se dirigen a Juno City con la intención de asaltar una diligencia próxima en llegar. Allí asesinarán a un ciudadano y tan sólo el padre John les hará frente. Tras acabar también con él, Johnny, un muchacho huérfano que mantenía una especial relación con el sacerdote, buscará al hermano de John, un antiguo pistolero refugiado en Méjico llamado Lewis, con el objeto de que acabe con los bandidos.


En esta ocasión el tándem Golan-Globus encargó la dirección a un habitual de este subgénero, Gianfranco Parolini (creador de dos personajes míticos del spaghetti: Sabata, interpretado en dos ocasiones por Lee van Cleef, y Sartana al que dio vida, principalmente, Gianni Garko) que, supongo para facilitar la comercialización del producto haciéndolo pasar por norteamericano, empleo el seudónimo de Frank Kramer. El resultado de su trabajo, alejado del obtenido en otros spaghettis, resulta bastante vulgar y no supera al de cualquier telefilm de la época; destacando tan sólo la idea (supongo que buscada) de que lo que estamos viendo no es real sino una representación (así tanto la imágenes del principio como las del final aparecen encuadradas en un teatro de guiñol) y la larga secuencia en la que Lewis acaba con los pistoleros sin emplear los revólveres y a la que Parolini dota de una estética sobrenatural y fantástica (utilización de niebla aunque no se sepa de dónde sale, distorsión de imágenes, empleo de encuadres torcidos, etc), no obstante desde el punto de vista narrativo dicha escena no tiene mucho sentido (uno no termina de comprender por qué un pistolero decide ayudar a Johnny y vengar a su hermano sin utilizar sus herramientas de trabajo).


Si la dirección es vulgar, el guión obra de Parolini junto con John Fonseca (escritor del que no tengo referencias) es un despropósito desde la premisa inicial (el chaval buscando en Méjico a Lewis y, claro, como el país es pequeño encontrándolo nada más llegar), pasando por el trastorno en el habla que sufre Johnny del que milagrosamente se recupera al final, hasta el giro en el guión en relación con el verdadero progenitor del chico. Además, como la historia no daba para mucho más, ambos se inventan varias escenas que nada aportan al desarrollo de la trama, sobre todo un largo flashback en relación con el pasado de Lewis.


La banda sonora compuesta por Sante María Romitelli cuenta con un tema principal pasable, aunque el resto flojea mucho, en especial uno, que se repite constantemente y se me hizo insoportable, con un silbido seguido de un toque de guitarra.

En cuanto al elenco actoral está encabezado, como ocurriría en la posterior “Venganza sangrienta” (1977), por actores norteamericanos. En primer lugar, nos encontramos por partida doble, como el padre John y su hermano gemelo Lewis, con Lee Van Cleef cuya interpretación, aunque no está mal, dista mucho de las llevadas a cabo en su época de esplendor (los dos spaghettis con Sergio Leone, “El día de la ira”, “De hombre a hombre” o “El halcón y la presa”), además de portar una peluca realmente ridícula. Jack Palance, uno de los grandes malos que nos ofreció en este subgénero un par de personajes inolvidables bajo la batuta de Sergio Corbucci, está realmente sobreactuado en el rol de Sam Clayton, el jefe de los bandidos. Richard Boone, otro de los grandes secundarios de Hollywood (“La pradera sin ley”, “El Álamo”, “Río Conchos”) se limita a prestar su físico al cobarde sheriff de Juno, un personaje que desaparece a la media hora y no vuelve aparecer hasta el final en una pequeña escena. Leif Garrett, tan insoportable como en el era habitual, da vida a Johnny y la austriaca Sybil Danning interpreta a Jenny la madre de Johnny, personaje que guarda un terrible secreto en relación con el verdadero padre de su hijo, secreto que se desvelará a través de otro innecesario flashback.


Como curiosidad comentaros que el malogrado hijo de Jack Palance, Cody Palance, da vida en la película a Zeke Clayton, uno de sus sobrinos.


En cuanto al DVD comercializado por Wild West, y como suele ocurrir con los productos de esta compañía, tiene una calidad ínfima, no respeta el formato original, la imagen parece obtenida de un vídeo en mal estado y en bastantes escenas la imagen y el sonido están desincronizados. Una nueva tomadura de pelo para los amantes de este subgénero. En cuanto a los extras, vuelven a poner el mismo documental, una serie de trailers de spaghettis con la imagen quemada y las habituales biofilmografías y fichas técnica y artística.


En definitiva un spaghetti tardío que muestra claramente la decadencia de este subgénero y de uno de sus iconos, el gran Lee Van Cleef. Por lo que creo es sólo recomendable para fans del actor o incondicionales de este subgénero


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 2
AMBIENTACIÓN: 3 
DIRECCIÓN: 3
ACTORES: 4
MÚSICA: 4

MEDIA: 3,2

10 comentarios:

juan dijo...

completamente de acuerdo, muy mala...

maltese dijo...

Infumable!!
Una pena los bodrios que acabò haciendo Van Cleef en el gènero ("Vendetta", "Por la senda mas dura", etc...). Por no hablar de lo que me molesta ver a Jack Palance y al gran Richard Boone en semejante cutrerio de pelìcula

Jesús dijo...

Maltese yo creo que no es comparable "Por la senda más dura", para mí con todas sus deficiencias película pasable, con "Vendetta" que es, como tu la has calificado, un auténtico bodrio de principio a fin.

Yo tampoco sé que pintan en la película actorazos como Palance o Boone, salvo que la hicieran porque sus vidas estaban muy achuchadas.

maltese dijo...

No, si no las comparo.... pero las dos son bodrios (da igual si en mayor o menor medida). Si a "Vendetta" le doy un 1/10 a "Por la senda mas dura" no le doy mas de 2,5/10...
Lo que esta claro es que la ultima etapa de Van Cleef fuè penosa (y no solo por esa melenita infame y el peluquin).... una pena, pues fuè de lo mejor del gènero!!

Angelin dijo...

Absolutamente de acuerdo con las otras opiniones. Cuanto talento desperdiciado en una historia que realmente hace un flaco favor al género.

Enhorabuena por el blog.

Saludos

Alan Bique dijo...

Pues yo no estoy de acuerdo con vuestras apreciaciones respecto a la peli Por la senda más dura. Para empezar la historia convence, y no digamos la banda sonora, realmente preciosa, del reputado Goldsmith.
Admito que no es una peli memorable, pero de ahí a decir que es muy mala o darle nota baja...con la cantidad de infamias que se rodaron en el mundo del spaghetti (malas, aburridas, gortescas, etc) no me parecen justas estas opiniones, pero en fin, en cuestión de gustos, colores...

maltese dijo...

Por supuesto Alan Bique, para gustos los colores. A mì, personalmente, solamente el hecho de Jim Kelly dando esos saltos estùpidos me echa por tierra practicamente toda la peli... y Lee Van Cleef debìa tener ya tal grado de alcoholismo que està ausente, còmo si la peli no fuese con èl. Pero admito que tengo mis manìas y cuando algo se me atraviesa no suelo admitir las bondades que ven otros...
Un saludo!

Jesús dijo...

El comentario sobre "Por la senda más dura" muy pronto estará por aquí. A mí me pareció una película con un acabado formal decente y bastante entretenida a pesar del esperpéntico personaje de Jim Kelly.

Lasaga dijo...

Pues a mi me ha molao. Si que es cierto que para estar en la fecha que está hecha y comparada con otras pelis de su género, es bastante mejorable. Así como muchos detalle de guión que comentas.
Respecto al toque sobrenatural, si no fuera porque parece un plagio a "Infierno de cobardes", para mi sería mucho más respetable.

Anónimo dijo...

No se si hemos visto la misma película. La historia con cura no es excesivamente original pero su muerte sí. Eso nadie lo espera. Por cierto visionar la ira de dios. La mejor de cuitas y con una escena insólita y brutal el asesinato de su monaguillo.