1975
Italia/ Usa
Director: Antonio Margheriti
Reparto: Lee Van Cleef, Jim Brown, Fred Williamson, Catherine Spaak, Jim Kelly, Barry Sullivan, Dana Andrews, Harry Carey Jr., Robert Donner, Charles McGregor, Leonard Smith, Ronald Howard, Ricardo Palacios, Robin Levitt, Buddy Joe Hooker, Paul Costello, Hal Needham
Fotografía: Riccardo Pallottini
Música: Jerry Goldsmith
En 1975 (fecha de realización del film) el spaghetti se encontraba en plena decadencia y cada vez las propuestas eran más extravagantes, incluyendo entre éstas la mezcla con géneros como la comedia o el cine de artes marciales (“Mi nombre es Shangai Joe”, “El karate, el colt y el impostor”). En este caso parece que la 20 Centuy Fox se planteó hacer un híbrido entre el western y el denominado cine blaxpoitation (películas de acción generalmente de serie b realizadas por negros y dirigidas a un público mayoritariamente de raza negra) que, nacido a principios de la década de los setenta, estaba en pleno auge en el momento de realización de este largometraje. Para ello contaron con tres de sus máximas estrellas que el año anterior habían aparecido juntos en “Los demoledores”, un film de gran éxito entre la comunidad negra, los ex jugadores de futbol americano Jim Brown y Fred Williamson a los que se añadió Jim Kelly, de gran popularidad en ese momento al haber intervenido junto a Bruce Lee en “Operación Dragón”, último film de Lee. Por lo que he leído los tres protagonistas intentaron que se escogiera también a un director negro pero la productora se negó y optó por Antonio Margheriti, alias Anthony M. Dawson, uno de los grandes realizadores del terror europeo con experiencia en combinar el western con otros géneros: terror gótico (“Y Dios dijo a Cain” de 1970) o artes marciales (la nombrada “El karate, el colt y el impostor” filmada en 1975). Además para hacer aún más comercial la película se contó con uno de los grandes mitos del spaghetti como era Lee Van Cleef, que había colaborado con Jim Borwn en “El Cóndor”, un western norteamericano rodado en Almería y con fuerte influencia “spaghettera”, y volvería aparecer junto a él en la nefasta producción de la pareja Golam-Globus rodada en Israel “Venganza sangrienta”, y algunas viejas glorias de Hollywood como Dana Andrews o Barry Sullivan; e igualmente con el objeto de darle un toque todavía más exótico se trasladaron a las Islas Canarias para rodarlo (en el film se pueden distinguir, entre otros, accidentes geográficos tan emblemáticos como El Charco de los Clicos en Lanzarote o El Roque Chinchado en Tenerife).
Morgan, un importante ganadero, tras vender por 86.000 dólares todo el ganado que había transportado desde Sonora muere de un ataque al corazón, pero justamente antes le hace prometer a su fiel capataz, Pike, que regresará con el dinero para hacer realidad un sueño, la construcción de una comunidad más justa. La noticia correrá como la pólvora por toda la región y Pike será perseguido por todo tipo de pistoleros, un implacable cazador de recompensas llamado Kiefer, un peculiar predicador racista, el sheriff del pueblo, dos de los vaqueros que habían colaborado en el transporte del ganado que se aliarán con Kiefer y un grupo de bandidos mejicanos. A cambio contará con la ayuda Tyree un elegante tahúr que también desea apoderarse del dinero, de una ex prostituta francesa a la que salva y de Kashtook, el leal criado de ésta de raza india.
La película comienza bastante bien con la presentación de Lee Van Cleef, un inflexible cazador de hombres que acaba sin piedad con un antiguo bandido reinsertado en la sociedad, para más tarde cuando el sheriff de la localidad le dice que la gente del pueblo consideraba al muerto un buen hombre, responderle que lo único que importa es que estaba reclamado por la ley. Pero a partir del planteamiento del tema principal de la película que cuenta con la gratificante presencia de Dana Andrews y desde el momento en que comienza el viaje de vuelta del honrado Pyke con los 86.000 dólares, el film empieza a flojear, tanto por los extravagantes personajes que lo pueblan, sobre todo Tyree (es bastante improbable que en esa época y en el sur un norteamericano negro fuese un jugador de póker profesional y encima se permitiera el lujo de hacer trampas) y Kashtook un piel roja mudo que no sé sabe cómo es experto en artes marciales; como por un guión bastante repetitivo y endeble consistente en ir presentando a distintos perseguidores a los que se va haciendo desaparecer a capricho de los guionistas; además de contar con un final un tanto absurdo que no cuento para no destripar el film, con situaciones poco creíbles (Kiefer contrata a una banda de mejicanos pagándoles 100 dólares a cada uno y estos aceptan sin plantearse que no necesitan al cazador de recompensas para nada), fallidas como cuando intentan acabar con Kiefer dos de sus hombres o ridículas como la presentación del personaje interpretado por Jim Kelly.
No obstante la película se deja ver con cierto interés gracias a su buena factura técnica. Así la mano de su director, además de en el comienzo, se nota en algunas escenas de acción, como el estupendo y espectacular tiroteo filmado en un precioso cañón; escena a la que, supongo, no fue ajeno el director de la segunda unidad Hal Needham, un profesional que empezó como doble de las estrellas para terminar dirigiendo películas. A la labor de Margheriti y Nedham hay que añadir la estupenda fotografía de Riccardo Pallottini que retrata bellamente los variados, agrestes y escarpados paisajes canarios hasta tal punto de que parecen propios del sur de los Estados Unidos, y el buen trabajo en la dirección artística de Julio Molina, un profesional con bastante experiencia en el spaghetti.
Para la banda sonora se contó con uno de los grandes músicos nominado al Oscar en diecisiete ocasiones, Jerry Goldsmith quien, para la ocasión, compuso un tema principal más cercano al western clásico con cierta influencia del tema principal de la película “Bandolero”, también escrito por él. El resto de temas incidentales son más flojos aunque están bien insertados en la acción.
Por lo que respecta al reparto, el protagonista es Jim Brown (“Río Conchos”, “Doce del patíbulo”) que está bastante correcto como Pyke, el honrado capataz de Morgan que hará todo lo posible por regresar con el dinero y, encarna, por tanto, al héroe recto y honesto característico del western clásico. Junto a él, cediéndole el protagonismo, aparece un avejentado Lee Van Cleef en el papel de Kiefer que se limita a estar por ahí, aunque la verdad su papel tampoco da para mucho más ya que en gran parte del metraje se comporta como si tan sólo estuviera observando los acontecimientos. Fred Williamson se me antojo un tanto insoportable como Pyke (un personaje que me recordó ligeramente al interpretado por Sidney Poitier en “Duelo en Diablo”) ya que parece que quiere robarle todos los planos al más sobrio Brown. Jim Kelly directamente no actúa sino que dado su absurdo personaje (un indio mudo experto en artes marciales) se limita a dar patadas, saltos y correr (no sé sabe por qué no monta a caballo). La actriz francesa Catherine Spaak, hija del gran guionista Charles Spaak, da vida convincentemente al único personaje femenino. Y en papeles secundarios nos encontramos con las agradables presencias de Dana Andrews (una vieja estrella que destacó, sobre todo, en el cine negro de la mano de directores de la talla de Otto Preminger o Fritz Lang) como Morgan, Barry Sullivan (“Cautivos del mal”, “Forty Guns”) en el rol del corrupto sheriff y Harry Carey Jr. (hijo de Harry Carey y habitual en el cine de John Ford al que se le rinde homenaje en una escena) que da vida a uno de los hombre de Kiefer.
Como curiosidad comentaros que el trío protagonista (Brown, Williamson y Kelly) volvió a aparecer en “Apuesta peligrosa” un film dirigido por el propio Williamson en 1982 en el que también tuvo un papel destacado Richard Roundtree (otro de las principales estrellas del blaxpoitation).
Tengo la copia puesta en circulación por Nacadih Vídeo con una excelente imagen y buen sonido aunque totalmente cicatera con los extras (directamente no hay).
En definitiva un extraño western que contaba con un gran potencial pero algo decepcionante al fallarle el guión que no sabe desarrollar ni a los personajes ni las situaciones (el final, sobre todo, es poco creíble, precipitado y fallido). No obstante gracias a su buena factura técnica, bastante por encima de la media, y sus abundantes escenas de acción se deja ver sin aburrir demasiado.
PUNTUACIÓN:
HISTORIA: 4
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 5
MÚSICA: 6
MEDIA: 5,4
7 comentarios:
Buena reseña, Jesus (como siempre!)... pero ya sabes que no coincido contigo en la puntuaciòn. 5,4 me parece demasiado optimista para una pelìcula que, en mi opiniòn, no llega ni al 4 "pelao".
Tu lo has dicho: "Un indio que sabe Artes Marciales y no monta a caballo" y te ha faltado la guinda: Un indio ¿¿negro!!.
Un saludo...
P.D. La ultima pelìcula de Bruce Lee no fuè "Operaciòn Dragon" sino "Juego con la Muerte" (Muriò durante el rodaje y se termino la pelicula con dobles y con imàgenes de su propio funeral!)
Hombre no seas tan duro y por lo menos ponle un 4,5, que si no le apruebas tiene que volver en septiembre.
El dato de Bruce Lee lo he obtenido de IMDb.es pero como bien dices es erróneo (como se hizo en gran parte con tomas de archivo no la han contabilizado). Gracias por la puntualización.
a mi esta peli me entretuvo a pesar de los fallos que ustedes comentan, no es un clasico del cine pero las hay peores
¿Cual es la escena en la que homenajea a Ford?. Yo he visto este verano la peli y la verdad es que me gustó mucho. Se nota que el director le puso mucho cariño, con las escenas muy bien planificadas y aprovechando al máximo los bellísimos escenarios naturales. Además la música ayuda a dar fuerza a la historia. Los protagonistas cumplen bien y el final no lo veo tan disparatado... todo el mundo puede tener su corazoncito, hasta el bueno de L.V.C.
Hola Jordi, Margheriti homenajea a Ford en la escena en la que Harry Carey Jr (actor fordiano con títulos como "Caravana de paz", "Tres padrinos", "La legión invencible", "Río Grande" o "Centauros del desierto") entona la canción "My darling Clementine" de la película homónima dirigida por el maestro(aquí se tituló "Pasión de los fuertes")
Tiene razón Jesús cuando señala que «es bastante improbable que en esa época y en el sur un norteamericano negro fuese un jugador de póker profesional y encima se permitiera el lujo de hacer trampas», licencia del guión que aún da una vuelta de tuerca más al incorporar a un indio experto en artes marciales en el Viejo Oeste (disparate tan surrealista como inverosímil que recuerda al de la serie de televisión 'Águila Roja', en la que meten como protagonista a un ninja español cuando la trama se desarrolla en la España del Siglo de Oro), que para más inri prefiere recorrer millas prescindiendo de una montura y atraviesa el desierto a pie sin hidratarse ni cansarse, como el conejito de Duracell. Detalles como éstos son los que hacen que la película baje enteros, y eso a pesar de la presencia en el elenco protagonista de Lee Van Cleef, que se marca una más que correcta actuación, limitada en todo caso por el rol de observador desde la distancia que el guión impone a su personaje. El desangelado final es fiel reflejo de una película que podía haber dado más de sí. Buenos actores y un original argumento no le faltaban para ello.
La vi recién, empieza bien, después el joven karateca sin lengua me dio vergüenza ajajaja,la adelanté algunas veces. UN 5.0 es buena nota.
Publicar un comentario