viernes, 4 de marzo de 2011

KILLER CALIBRE 32



Killer Calibre 32
Italia
1967
Director: Alfonso Brescia 
Reparto: Peter Lee Lawrence, Hélène Chanel, Agnès Spaak, Alberto Dell'Acqua, Jenny Slade, Andrea Bosic, Mirko Ellis, Massimo Righi, John Bartha, John Taylor, Stephen Wild, Roberto Dell'Acqua, Nello Pazzafini, Stephen Wilde, Michael Bolt, Gregory West, Joseph Holls, Giovanni Ivan Scratuglia, Silvio Bagolini, Claudio Ruffini, Luigi Bonos, Guido Tonti
Guión: Gicca Palli
Fotografía: Fulvio Testi
Música: Robby Poitevin

Silver, al que le gusta que le llamen Mister Silver, es un pistolero a sueldo muy peculiar que se caracteriza por su dandismo y sus buenos modales. Tras liberar a unos mejicanos de su opresivo patrón, será contratado por las fuerzas vivas de un pueblo con el objeto de que averigüe quién está detrás de una serie de robos a las diligencias, así como del asesinato de los pasajeros en el último asalto.

Producción italiana de 1967, es decir en pleno apogeo del spaghetti, dirigida por Alfonso Brescia con el seudónimo de Al Bradley (al igual que el director la mayor parte de los intervinientes en el film figuran con nombres norteamericanos para facilitar la distribución del western), un todoterreno que comenzó en el peplum y siguió con el spaghetti, algún giallo, poliziescos, fantásticos y de ciencia ficción, comedias, etc; y que en este caso intento, para mí, de forma fallida conjugar la típica película de detectives con el western.

Para ello contó con un guión de Lorenzo Gica Palli (escritor que retomaría, como guionista y director, en 1972 el personaje de Silver en la inferior “Persecución mortal”, en esta ocasión interpretado por Gianni Garko) que desarrolla la historia de forma embarullada, sin progresión y con una sucesión de escenas en la que los acontecimientos ocurren de forma gratuita (el protagonista desde el primer momento conoce la identidad de dos de los asaltantes porque sí, el ayudante del sheriff le tacha de conquistador sin apenas conocerlo…), cursis y ridículas (como la escena en la que surge el amor entre el protagonista y Sara, la hija del contable asesinado, que se resuelve con un par de esas frases habituales en Silver pretendidamente profundas pero en realidad bastante tópicas: “No es idiota -refiriéndose a Judel el ayudante del sheriff y prometido de Sara- está enamorado y los enamorados se comportan como idiotas” “Cásese con Judel, le hará feliz. Tiene el hábito de perder batallas, con el tiempo verá que no es mal atributo para un marido”. Pues si él lo dice…), o vergonzantes (la secuencia final del banco con Sara pegando a Judel y diciéndole que lo ha estropeado todo es más propia de un vodevil). A ello hay que añadir unos diálogos hueros y bastante grotescos, a los que no ayuda en nada el horrible doblaje de la película, que pretenden ser solemnes: “Desgraciadamente no puedo disparar contra una mujer. Me gustan demasiado. Después lo agradecen”.

La dirección, por otro lado, de Alfonso Brescia me ha parecido rutinaria, salvo en alguna escena nocturna aislada como la del enfrentamiento entre Silver y Spot, hecho que se aprecia en las típicas y tópicas peleas, metidas en la trama con calzador y que en cierta forma anuncian los que serían las refriegas de los spaghettis cómicos, que están torpemente rodadas. Además el director no consigue dotar del suspense y la tensión requerida a un film que en buena parte de su metraje se asemeja a las películas policíacas; en este sentido es muy significativa para mí la fallida escena de la partida de cartas.

En cuanto a los aspectos positivos, señalaría básicamente dos:

-La banda sonora compuesta por Robby Poitevin que cuenta con un buen tema principal repetido a lo largo de la película y que, incluso, el protagonista silba, con lo que se identifica al tema con él. Curiosamente, no sé si será sólo en la copia que he visto, en una escena se escucha el tema principal que compuso Ennio Morricone para “Las pistolas no discuten”.

-El propio personaje de Silver, un elegante caballero y bon vivant, que rechaza el colt 45 y dispara balas de plata (razón de su nombre) alejado de los típicos antihéroes del spaghetti y claro antecedente de otros dos personajes míticos de este subgénero: Sabata y, sobre todo, Sartana. Se trata, además, de un pistolero-aventurero que actúa por dinero pero que tiene su propio código del honor (en un momento señala que “Eres hombre de palabra, como yo”, para más tarde afirmar que: “Yo juego limpio, lo he hecho siempre” y terminar comentando: “Sólo mato criminales, incluso si lo son les doy una oportunidad”).

Para dar vida a este personaje se escogió, en para mí un error de casting, a Peter Lee Lawrence, actor con el que Alfonso Brescia colaboraría en varias ocasiones, que no está del todo mal pero creo que por edad no le va su papel, además por sus rasgos físicos pienso que no encajaba en roles de tipo duro y experimentado. Del resto del reparto reconocí a Alberto Dell’Acqua, con el seudónimo de Cole Kitosch, otro actor con rasgos aniñados y bastante limitado que interpreta a Spot, un personaje bastante absurdo que pretende aprender el oficio de Silver. También aparecen Mirko Ellis, interprete que antes de dedicarse al spaghetti había aparecido en numerosos peplums, como el sheriff de la población; Andrea Bosic, de cierto parecido con Robert Shaw, como el banquero que contrata a Silver; Helene Chanell, bajo el nombre de Sherrill Morgan, que interpreta a Dolly la mundanal dueña del saloon; Nello Pazzaffini como Red Carter, en el papel de Fitch, un personaje que parece una excusa para poder filmar una larga secuencia de pelea en el saloon y Massimo Righi (Max Dean) en el papel de Judel, el atolondrado ayudante del sheriff que desde el principio y sin saber por qué tiene enfilado a Silver (las características de este personaje serían retomadas por Gica Palli en la mencionada “Persecución mortal”). Todos ellos se limitan a cumplir, claro que sus personajes tampoco dan para más.

En definitiva, para mí, un mediocre spaghetti realizado con un limitadísimo presupuesto, hecho que se aprecia en la escasez de localizaciones (una mina, un pueblo y una cabaña), que carece, incluso, de un buen tiroteo y se me hizo un poco pesado.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 3
DIRECCIÓN: 4
ACTORES: 5
MÚSICA: 6


 MEDIA: 4,2

3 comentarios:

maltese dijo...

El tema de principal de "Las pistolas no discuten" tambien aparece en "El clan de los ahorcados".... se ve que diò mucho de sì el temita :-).
Y, a su vez, el tìtulo de "las pistolas no discuten" se tomò de uno de los temas musicales de "Por un puñado de dòlares"!!

Jesús dijo...

Es que eran muy aprovechaditos y así ahorraban, por lo menos "meninges". El otro día vi "Tambores de venganza" y se calzan la banda sonora completa de "Los despiadados".

Alan Bique dijo...

Western muy malo y aburrido. Para que luego se diga de Por la senda más dura......