Muy pronto se quedó huérfano de madre y las familias que le acogieron le obligaron a ganarse su sustento. De vuelta con su padre estudia contabilidad, trabajando como contable, entre otras, en la Standard Oil Company y en los Samuel Goldwyn Studios.
Su contacto con el cine fue casual ya que tras una revisión médica le aconsejaron que, ante la posibilidad de que perdiera su ojo bueno, dejara su profesión. Así llegaría a un acuerdo con el director George Templeton, que a finales de la década de los cuarenta buscaba financiación para sus películas, consistente en participar económicamente en ellas a cambio de que le contratara para interpretar a los villanos.
Durante la década de los cincuenta trabaja de forma incansable, sobre todo en películas ambientadas en el Far-West, de tal forma que parecía que no podía filmarse un western sin su presencia. Así se le pudo ver, por circunscribirnos sólo al western, en títulos tan emblemáticos como “El correo del infierno” (1951) de Henry Hathaway en el que interpretó a un pistolero capaz de asesinar a un niño, “Encubridora” (1952) dirigida por Fritz Lang junto a una madura Marlene Dietrich, “Solo ante el peligro” realizada ese mismo año por Fred Zinemann que supuso el segundo Oscar de Gary Cooper y en la que daba vida a un borracho, “Tierras lejanas” (1954) película que formó parte del ciclo dirigido por Anthony Mann e interpretado por James Stewart, con los que repetiría al año siguiente en “El hombre de Laramie”, “Veracruz” (1954) de Robert Aldrich con, otra vez, Gary Cooper y en la que daba vida a uno de los bandidos de la banda de Burt Lancaster, o “Duelo de titanes” (1957) magnífica recreación del duelo en el OK Corral filmada por John Sturges con Burt Lancaster y Kirk Douglas de protagonistas.
Durante la década siguiente se acentúa su aparición en series de televisión, además de participar en filmes como “Los comancheros” (1961) última película de Michael Curtiz protagonizada por John Wayne, “El último atardecer” de ese mismo año con otra vez Aldrich y Douglas o “Un gángster para un milagro” (1961) último largometraje de Frank Capra con Glenn Ford y Bette Davis. Es en esta década cuando tomará contacto con el spaghetti, protagonizando la inolvidable escena inicial de “Hasta que llegó su hora” como uno de los pistoleros que espera a Charles Bronson mientras juega con una mosca.
En los años setenta nos ofrecerá una de sus mejores interpretaciones como el viejo gruñón, remedo del personaje interpretado por Walter Brennan en Río Bravo, que acompaña a John Wayne en la también última película del gran Howard Hawks “Río Lobo” (1970), además de aparecer, entre otras, en el western cómico “Latigo” (1971) dirigido por Burt Kennedy e interpretado por James Garner, con los que ya había colaborado en la anterior “También el sheriff necesita ayuda” (1969) o “Pat Garret y Billy el Niño” película desmitificadora realizada por Sam Peckinpah en 1973.
En la siguiente década y hasta mediados de los noventa siguió trabajando a buen ritmo aunque en productos de menor interés, como las dos partes de “Los locos de Cannonball” o el western crepuscular y melancólico “Texas train” de nuevo dirigido por Burt Kennedy. Su último trabajo fue en 1995 en un de los nuevos capítulos de la mítica serie “Bonanza”.
De su popularidad dan muestra tanto que se le otorgase en 1983 el Golden Boot por haber contribuido a la mejora del western de forma significativa, como que desde 1994 formase parte del Cowboy Hall of Fame.
1968.- Hasta que llegó su hora/// Reseña Adicional
1971.- Ana Coulder (Hannie Caulder)
1 comentario:
Sin duda, uno de los grandes actores secundarios del cine del oeste.
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