Reparto: Anthony Steffen, Gianni Garko, Erika Blanc, Franco Fantasia, Sieghardt Rupp, Angelica Ott, Daniela Igliozzi, Ettore Arena, Sal Borgese, Carla Calò, Carlo D'Angelo, Mario Dionisi, Chris Howland, Gino Marturano, Roberto Miali, Mario Dionisi, Gaetano Scala, Gianni Solaro, Olga Solbelli
Guión: Ernesto Gastaldi, Rudolph Knoblich, Vittorio Salerno
Fotografía: Gino Santini
Música: Michele Lacarenza
Alberto Cardone fue un realizador italiano que mostró predilección por el western (de su corta filmografía, tan sólo once títulos dirigidos, siete son spaghettis).
En 1966 dirige dos spaghettis (“Siete dólares al rojo” y el que nos ocupa) que conforman una especie de díptico trágico y con connotaciones religiosas sobre la familia, y presentan bastantes puntos en común. Así en ambas sus títulos (“Baño de sangre al salir el sol” se titula originariamente “Mille dollari sul nero”) hacen referencia al juego; la familia, y más concretamente la destrucción de la misma, cobra gran importancia por lo que se acentúan los elementos melodramáticos de las historias; la primera se abre con una cita bíblica tomada de los Proverbios del Rey Salomón alusiva a la relación entre padres e hijos mientras que la segunda se cierra con otra cita, en esta ocasión del Levítico, referente al tema principal de ésta, el enfrentamiento entre hermanos (”No odies a tu hermano en tu corazón, y no te levantes contra tu sangre”); no solamente coincide el actor principal (Anthony Steffen) sino que también aparecen en roles similares tanto Carla Caló (en la primera hacia el papel de madre adoptiva de Jerry, mientras que en la segunda es la madre de los dos protagonistas) y Roberto Miali (en “Siete dólares al rojo” desempeño el papel del hijo del protagonista mientras que en “Baño de sangre al salir el sol” es prácticamente adoptado por el héroe, además de llamarse en ambos filmes Jerry); la banda sonora con un tema principal con bastantes semejanzas y en el que predomina un instrumento de viento, así en el primer spaghetti éste estaba compuesto por Francesco de Masi e interpretado al trombón solista por Michele Lacerenza, mientras que en el segundo la composición corresponde a este último además de tocar la trompeta solista; por último los dos spaghettis fueron producidos por Mario Siciliano.
SINOPSIS: Johnny Liston tras haber cumplido una condena de doce años por un asesinato que no cometió se encuentra con que su hermano, Sartana, alentado por su propia madre, se ha convertido en un temible forajido que, al más puro estilo mafioso, extorsiona a los habitantes de la región prometiéndoles seguridad a cambio del pago de unas cantidades abusivas. Johnny se dispondrá a cambiar esta situación, hecho que le llevará al enfrentamiento con su hermano.
Nos encontramos ante un spaghetti oscuro y muy duro con abundantes escenas de una gran violencia como aquella en la que un pistolero utiliza su caballo para aplastar a una mujer y a su bebe o la muerte del lugarteniente de Sartana, en la que los guionistas, entre ellos Ernesto Gastaldi que lo volvería hacer con más acierto en “Tu cabeza por mil dólares”, reflexionan sobre los lazos familiares y las difíciles relaciones que se establecen entre los hermanos y los padres sobre todo si predominan sentimientos como los celos y la rivalidad. Además en el haber del guión se debe anotar el estudio psicológico de los personajes, de mayor profundidad de lo que era habitual en este subgénero; así los dos hermanos, que están muy lejos de ser personajes planos, se debatirán entre su todavía existente vínculo fraternal y la necesidad, a la que ambos se resisten, de acabar de una vez con el otro. Pero todas estas virtudes creo que quedan en gran parte eclipsadas al no haber sido capaces, o no haber querido, desarrollarlas los escritores y al decantarse en gran parte de la película por los caminos más trillados y fáciles (son abundantes las peleas sin mucho sentido como la inicial que sostiene el protagonista con dos esbirros de su hermano, los tiroteos un tanto cansinos y las idas y venidas con los caballos casi siempre por los mismos paisajes, prueba del limitado presupuesto con que se contó para la realización del film) de tal manera que el desarrollo de la trama principal se resiente bastante y no termina de progresar adecuadamente (no entendí muy bien el cambio tan brusco que se produce en la madre de los dos protagonistas, mientras que la escena en la que se descubren los tejemanejes del juez es de una gran simpleza).
Alberto Cardone, Albert Cardiff en los títulos de crédito, creo que tampoco supo aprovechar del todo el material que tenía entre sus manos, además de dirigir, para mí, de forma bastante desafortunada y precipitada, hecho que se aprecia en los abundantes planos desencuadrados y en algún que otro desenfoque; así como, abusa del zoom, de los típicos planos aéreos en los exteriores o de los primerísimos planos (más propios del cine mudo). A ello hay que añadir un montaje un tanto caótico con transiciones muy bruscas entre las distintas escenas (no sé si se deberá a algún corte que tenga la versión que he visto). No obstante consigue momentos de gran intensidad, sobre todo los relativos a la relación existente entre la madre y sus hijos, y otros estéticamente sobresalientes como la secuencia nocturna en la que los hombres de Sartana portando numerosas antorchas rodean a Johnny.
Entre los aspectos positivos destaca, sin duda, la banda sonora compuesta por Michele Lacerenza (compositor e instrumentista) muy variada y dramáticamente bien utilizada, que cuenta además con un gran tema principal.
Otro de los elementos destacados es el reparto al reunir a dos de los actores más emblemáticos de este subgénero: Anthony Steffen y Gianni Garko. El primero encarna a Johnny Liston que condenado por un delito que no cometió intenta, a pesar de la oposición y desconfianza de los habitantes de la región, reinsertarse en la sociedad, al mismo tiempo que será despreciado por su madre por no usar la fuerza bruta y se debatirá entre el cariño que todavía siente por su hermano y la necesidad de poner fin a sus desmanes. A pesar de sus conocidas limitaciones creo que está mejor que en otros spaghettis, además de mostrarse en plena forma en las escenas de acción. Gianni Garko, en su debut en el eurowestern, hace una gran composición como Sartana (nada que ver con el personaje que encarnaría hasta en cuatro ocasiones bajo la dirección de Gianfranco Parolini y Giuliano Carnimeo) un hombre torturado, celoso de su hermano (incluso aprovecha que está en prisión para amancebarse con Manuela la antigua novia de Johnny), con cierto complejo de Edipo y violento, que ha hecho de la fuerza bruta su medio de vida aterrorizando, al más puro estilo mafioso, a la población de la región con sus hombres con los que convive en una especie de ruinas precolombinas que chirrían un poco. La verdad es que la presentación del personaje arrojando comida que se llena de arena a Jerry para, posteriormente, golpearle con un látigo es realmente buena. Junto a ellos, en un papel con una mayor trascendencia de los que se reservaban a las mujeres en los spaghettis, Carol Brown, en realidad Carla Caló, como la madre de los protagonistas que, vestida de riguroso luto, vive en una especie de mansión victoriana (me recordó ligeramente en alguna secuencia a la madre de Norman Bates en “Psicosis”), una mujer resentida, amargada y torturada que tiene gran culpa del comportamiento de Sartana ya que jalea el hecho de que a través de la violencia haya conseguido salir de la pobreza y de las supuestas humillaciones que por parte de la población de Campos City venían padeciendo; mientras que desprecia la actitud de Johnny que ni tan siquiera sabe llevar un colt. En este sentido cobra gran importancia la escena en la que tras asesinar Sartana a sangre fría a un hombre, Johnny le pregunta a su madre “¿En esto se ha convertido mi hermano?” y ésta le contesta: “El sabe lo que hace. Si lo ha matado el sabrá por qué”. Junto a ellos en papeles menores Roberto Miali un tanto histriónico como Jerry, el hermano mudo de Manuela que será “adoptado” por Johnny, Franco Fantasia que vuelve a repetir el rol de sheriff de “Siete dólares al rojo”, el austriaco Sieghardt Rupp que está estupendo como el siniestro lugarteniente de Sartana y Erika Blanc en el rol de la hija del hombre al que supuestamente asesinó Johnny, que inexplicablemente pasa de querer que lo maten a enamorarse de él.
En resumen un interesante y entretenido spaghetti en el que se intuye una muy buena historia que poco a poco se va diluyendo tanto por la inadecuada labor del director como por el continuo recurso a las trilladas secuencias de tiroteos, peleas y cabalgadas, potenciadas en detrimento del desarrollo del drama.
PUNTUACIÓN:
HISTORIA: 6
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 5
ACTORES: 7
MÚSICA: 7
MEDIA: 6,2
9 comentarios:
La primera que tuve la oportunidad de mirarla fue en una transferencia vhs de muy mala calidad, después tuve la oportunidad de poner las manos en un divx de mejor calidad. No esta nada mal, no señor.
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Pedro Pereira
http://por-um-punhado-de-euros.blogspot.com
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La unica que me falta por ver de Gianni Garko.
A ver si puedo verla....
Acabo de descubrir este spaguetti western y me ha parecido formidable, muy intenso y dramático, la banda sonora es sensacional, de esas que solo con oirla sabes que vas a pasarlo bien viendo la peli. Me encantan los papeles del croata Gianni Garko y del austriaco Sieghart Rupp.
Lo malo es que la calidad de imagen de la versión que he encontrado deja mucho que desear...
Steffen y Garko están bien, pero veo un poco afectado el dramatismo de la historia. Un tanto aburrido, me ha parecido este spaghetti.
La película es tan mala que ofende. El relato es caótico. Los personajes estereotipados o absurdos. Los exteriores y decorados piden a gritos más presupuesto para un mínimo de dignidad. Las peleas llegan al colmo del ridículo. Los saltos en tejados y aleros son penosos y recuerdan a las películas (malas) de ninjas. Montajes y transiciones de echarse a llorar. Ni que la hubieran hecho borrachos o drogados. Un sinsentido patético, más propio de un estudiante en prácticas que de un cineasta de verdad. No vale ni de relleno.
Querido anonimo, si pides más presupuesto, es que sin duda, no tienes ni idea de que és el spaghettiwestern, donde dinero solo tuvo uno.
Gianni Garko, sensacional. Anthony Steffen, un tanto acartonado, pero cumple. La banda sonora se sale.
Al anónimo anterior: si quieres arte (y aburrimiento), mira una de John Ford, esto es spaghetti. Si no existieran filmes como este, ¿de donde plagiaría Tarantino?
SW forever.
La están pasando por la tele. Garko y la banda sonora, de lo mejor.
Busquenla en Yutube, en el canal Spaghetti Realm.
Excelente película, con sus defectos, como todas.
No existe la película perfecta que le guste a todo el mundo por igual, por eso hay tantas. ;-)
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