California
1977
Italia/España
Director: Michele Lupo
Reparto: Giuliano Gemma, William Berger, Raimund Harmstorf, Miguel Bose, Paola Bose, Chris Avram, Paola Dominguin,Robert Hundar, Romano Puppo, Malisa Longo, Dana Ghia, Ferdinando Murolo, Franco Ressel, Tom Felleghy, Diana Lorys.
Guión: Franco Bucceri, Roberto Leoni
Música: Gianni Ferrio
Tardío spaghetti de coproducción italo-española dirigido por Michelle Lupo en 1977, es decir cuando este subgénero estaba dando sus últimas bocanadas, que tenía muchas ganas de ver y me ha gustado bastante.
La Guerra de Secesión ha finalizado. Dos soldados confederados que se acaban de conocer, Michael y Willy, deciden compartir camino hasta llegar a su casa. Durante el viaje se encontrarán con un paisaje desolador, casi apocalíptico, en el que los antiguos soldados, abandonados a su suerte, intentan sobrevivir como pueden y son cazados por pistoleros que actúan con total impunidad buscando cobrar la recompensa que ofrecen por aquellos que han cometido algún tipo de delito, generalmente pequeños robos con el objeto de no morir de hambre. En un desafortunado enfrentamiento Willy es asesinado y Michael decide viajar hasta el rancho de los padres de éste para comunicarles la triste noticia. Allí será acogido como si fuese otro hijo y se enamorará de la hermana de Willy, pero el pasado siempre vuelve, en este caso bajo la forma de los brutales cazadores de recompensas.
La película creo que por la temática y el tono utilizado se puede estructurar en dos partes:
En la primera y mejor para mí, que abarcaría desde el estupendo prólogo hasta la llegada de los cazadores de recompensas al pueblo de la familia Preston, nos cuenta cuál fue el resultado de la Guerra de Secesión para aquellos que se jugaron la vida por el bando que no venció y ahora son olvidados por ese Estado por el que combatieron. Me parece la parte más original de la película, sobre todo para un spaghetti, tanto por lo que cuenta (la derrota y sus consecuencias para la población derrotada, tanto militar como civil) como por la forma de contarlo caracterizada por un ritmo reposado y un tono melancólico, triste y pesimista que se ve reforzado por la gran fotografía de Alejandro Ulloa en la que predominan los tonos fríos (fundamentalmente los grises), por las localizaciones escogidas poco habituales en el spaghetti (paisajes brumosos, bosques y zonas encharcadas, y pueblos fantasmas) y por el tema principal compuesto por Gianni Ferrio cargado de tristeza y amargura a través del sonido predominante de la armónica.
Me gustó especialmente el magnífico prólogo, que se desarrolla en el fuerte, en el que se nos muestra la miseria de la guerra:
-Soldados muertos de hambre que se pelean ante la posibilidad de comer un gato.
-Grandes terratenientes (representantes del capitalismo más salvaje) que se aprovechan de la miseria y necesidad de los ex combatientes ofreciéndoles trabajo por lo que se vino a denominar el salario de hambre (les pagaban lo justo para que no muriesen), convirtiendo a estos ex soldados en los nuevos esclavos (la intención del director cuando la cámara enfoca a un sirviente negro creo que es muy clara).
-Cazadores de recompensas que alentados por el bando vencedor asesinan de forma impune a los desgraciados ex confederados que han osado robar comida para no morir de hambre.
La segunda parte, a partir del regreso de los cazadores de recompensas, me pareció más tópica al tratar el típico tema de la venganza. No obstante, de nuevo en esta parte se pone de manifiesto el cuidado que se puso en la realización del spaghetti ya que el rimo de la misma es mucho más dinámico, nos trasladamos a paisajes más propios del spaghetti como son los desiertos soleados, los temas musicales se caracterizan por un mayor ritmo con la utilización, básicamente, de instrumentos como el órgano o la guitarra e incluso, en algunas escenas, predominan tonos más cálidos.
Creo que hay que destacar la labor en la dirección de Michele Lupo caracterizada por su preocupación en la planificación de las escenas, obteniendo secuencias realmente buenas como la del estupendo prólogo ya citado, la de la muerte del desdichado Willy en el pueblo fantasma, aquella en la que Michael le comunica la muerte de Willy a sus padres o la realista y violenta pelea final.
Respecto al guión, obra entre otros de Nico Ducci y Mino Roli, autores también del de “Keoma” (película con la que tiene algún punto en común), me parece bastante acertado durante toda la primera parte, pero en la segunda hay varios giros que, para mí, estropean un poco en su conjunto la película (¿No hay otra forma de conocer la guarida del jefe de la banda que aliarse con él en un robo?).
En cuanto a los actores, creo que Guiliano Gemma (habitual en el cine de Lupo, tanto en spaghettis como en otros géneros) hace uno de sus mejores trabajos, por lo menos de los que haya visto, con un registro grave y contenido muy alejado de sus habituales interpretaciones de carácter más desenfadadas (me estoy acordando de sus Ringos o de Arizona Colt, por ejemplo) demostrando que, si se le daba un buen personaje, sabía hacer más cosas que sus típicas acrobacias y sonrisas. Junto a él, en un pequeño papel pero demostrando, por lo menos para mí, que era uno de los mejores y más versátiles actores del spaghetti, William Berger como el padre de Willy (está sensacional en la escena en la que le comunican la muerte de su hijo). La película cuenta también con parte del clan Dominguín-Bosé, Miguel en el papel del ingenuo, extrovertido y desafortunado Willy y Paola como su hermana, ambos, sin ser una maravilla, tienen un pasar, y con un casi irreconocible Robert Hundar como Eric Plumier, uno de los miembros más destacados de la banda de cazadores de recompensas. Pero, sin duda, el personaje que se queda en la memoria es el de Rope Whitaker, el despiadado jefe de la banda de cazadores de hombres, estupendamente interpretado por el actor de origen alemán Raimund Harmstorf, que desgraciadamente no se prodigó mucho en este subgénero (creo que tan sólo intervino en cinco).
En definitiva, para mí, un gran y original spaghetti, muy digno colofón de este subgénero al que, sin embargo, le perjudican los giros bastante forzados del guión en su parte final.
PUNTUACIÓN:
HISTORIA: 7.
AMBIENTACIÓN: 9.
DIRECCIÓN: 8.
ACTORES: 7.
MÚSICA: 8.
MEDIA. 7,8.
1977
Italia/España
Director: Michele Lupo
Reparto: Giuliano Gemma, William Berger, Raimund Harmstorf, Miguel Bose, Paola Bose, Chris Avram, Paola Dominguin,Robert Hundar, Romano Puppo, Malisa Longo, Dana Ghia, Ferdinando Murolo, Franco Ressel, Tom Felleghy, Diana Lorys.
Guión: Franco Bucceri, Roberto Leoni
Música: Gianni Ferrio
Tardío spaghetti de coproducción italo-española dirigido por Michelle Lupo en 1977, es decir cuando este subgénero estaba dando sus últimas bocanadas, que tenía muchas ganas de ver y me ha gustado bastante.
La Guerra de Secesión ha finalizado. Dos soldados confederados que se acaban de conocer, Michael y Willy, deciden compartir camino hasta llegar a su casa. Durante el viaje se encontrarán con un paisaje desolador, casi apocalíptico, en el que los antiguos soldados, abandonados a su suerte, intentan sobrevivir como pueden y son cazados por pistoleros que actúan con total impunidad buscando cobrar la recompensa que ofrecen por aquellos que han cometido algún tipo de delito, generalmente pequeños robos con el objeto de no morir de hambre. En un desafortunado enfrentamiento Willy es asesinado y Michael decide viajar hasta el rancho de los padres de éste para comunicarles la triste noticia. Allí será acogido como si fuese otro hijo y se enamorará de la hermana de Willy, pero el pasado siempre vuelve, en este caso bajo la forma de los brutales cazadores de recompensas.
La película creo que por la temática y el tono utilizado se puede estructurar en dos partes:
En la primera y mejor para mí, que abarcaría desde el estupendo prólogo hasta la llegada de los cazadores de recompensas al pueblo de la familia Preston, nos cuenta cuál fue el resultado de la Guerra de Secesión para aquellos que se jugaron la vida por el bando que no venció y ahora son olvidados por ese Estado por el que combatieron. Me parece la parte más original de la película, sobre todo para un spaghetti, tanto por lo que cuenta (la derrota y sus consecuencias para la población derrotada, tanto militar como civil) como por la forma de contarlo caracterizada por un ritmo reposado y un tono melancólico, triste y pesimista que se ve reforzado por la gran fotografía de Alejandro Ulloa en la que predominan los tonos fríos (fundamentalmente los grises), por las localizaciones escogidas poco habituales en el spaghetti (paisajes brumosos, bosques y zonas encharcadas, y pueblos fantasmas) y por el tema principal compuesto por Gianni Ferrio cargado de tristeza y amargura a través del sonido predominante de la armónica.
Me gustó especialmente el magnífico prólogo, que se desarrolla en el fuerte, en el que se nos muestra la miseria de la guerra:
-Soldados muertos de hambre que se pelean ante la posibilidad de comer un gato.
-Grandes terratenientes (representantes del capitalismo más salvaje) que se aprovechan de la miseria y necesidad de los ex combatientes ofreciéndoles trabajo por lo que se vino a denominar el salario de hambre (les pagaban lo justo para que no muriesen), convirtiendo a estos ex soldados en los nuevos esclavos (la intención del director cuando la cámara enfoca a un sirviente negro creo que es muy clara).
-Cazadores de recompensas que alentados por el bando vencedor asesinan de forma impune a los desgraciados ex confederados que han osado robar comida para no morir de hambre.
La segunda parte, a partir del regreso de los cazadores de recompensas, me pareció más tópica al tratar el típico tema de la venganza. No obstante, de nuevo en esta parte se pone de manifiesto el cuidado que se puso en la realización del spaghetti ya que el rimo de la misma es mucho más dinámico, nos trasladamos a paisajes más propios del spaghetti como son los desiertos soleados, los temas musicales se caracterizan por un mayor ritmo con la utilización, básicamente, de instrumentos como el órgano o la guitarra e incluso, en algunas escenas, predominan tonos más cálidos.
Creo que hay que destacar la labor en la dirección de Michele Lupo caracterizada por su preocupación en la planificación de las escenas, obteniendo secuencias realmente buenas como la del estupendo prólogo ya citado, la de la muerte del desdichado Willy en el pueblo fantasma, aquella en la que Michael le comunica la muerte de Willy a sus padres o la realista y violenta pelea final.
Respecto al guión, obra entre otros de Nico Ducci y Mino Roli, autores también del de “Keoma” (película con la que tiene algún punto en común), me parece bastante acertado durante toda la primera parte, pero en la segunda hay varios giros que, para mí, estropean un poco en su conjunto la película (¿No hay otra forma de conocer la guarida del jefe de la banda que aliarse con él en un robo?).
En cuanto a los actores, creo que Guiliano Gemma (habitual en el cine de Lupo, tanto en spaghettis como en otros géneros) hace uno de sus mejores trabajos, por lo menos de los que haya visto, con un registro grave y contenido muy alejado de sus habituales interpretaciones de carácter más desenfadadas (me estoy acordando de sus Ringos o de Arizona Colt, por ejemplo) demostrando que, si se le daba un buen personaje, sabía hacer más cosas que sus típicas acrobacias y sonrisas. Junto a él, en un pequeño papel pero demostrando, por lo menos para mí, que era uno de los mejores y más versátiles actores del spaghetti, William Berger como el padre de Willy (está sensacional en la escena en la que le comunican la muerte de su hijo). La película cuenta también con parte del clan Dominguín-Bosé, Miguel en el papel del ingenuo, extrovertido y desafortunado Willy y Paola como su hermana, ambos, sin ser una maravilla, tienen un pasar, y con un casi irreconocible Robert Hundar como Eric Plumier, uno de los miembros más destacados de la banda de cazadores de recompensas. Pero, sin duda, el personaje que se queda en la memoria es el de Rope Whitaker, el despiadado jefe de la banda de cazadores de hombres, estupendamente interpretado por el actor de origen alemán Raimund Harmstorf, que desgraciadamente no se prodigó mucho en este subgénero (creo que tan sólo intervino en cinco).
En definitiva, para mí, un gran y original spaghetti, muy digno colofón de este subgénero al que, sin embargo, le perjudican los giros bastante forzados del guión en su parte final.
PUNTUACIÓN:
HISTORIA: 7.
AMBIENTACIÓN: 9.
DIRECCIÓN: 8.
ACTORES: 7.
MÚSICA: 8.
MEDIA. 7,8.
De nuevo coincido contigo, Jesus...
ResponderEliminarUn buen spaghetti, a pesar de ser tan tardío y que recupera le esencia del género, tan maltratado a estas alturas (1977) por la burda comedieta en que se convirtió.
Un saludo!
A mí me gustó Miguel Bosé en esta película. ¡Para que luego digan!Su hermana está rarísima, más guapa que en la actualidad no por juventud sino por la extrema delgadez que desde hace años la caracteriza.
ResponderEliminarLupo es muy buen director.
Giuliano Gemma puede hacer lo que le plazca en los westerns. En plan serio, desenfadado, más cómico¡ rayando la parodia... ¡Qué hombre!!
Me gusta mucho este film.
Aunque aún no la he visto, si es tan triste y meláncolica me echa un poco para atrás, pero la nota que le das indica que es una pelicula que merece la pena ver...
ResponderEliminarPritt, la película merece mucho la pena y como señala maltese recupera la esencia del spaghetti en un momento en el que el género estaba prácticamente muerto.Sobre todo la primera parte me parece modélica aunque al final se convierte en un film más tópico y previsible. En todo caso, para mí, un gran spaghetti.
ResponderEliminar¿Último film rodado por Diana Lorys?
ResponderEliminarFilomeno he estado consultando y Diana Lorys intervino al año siguiente en "La ciudad maldita" un western de Juan Bosch, aparte de aparecer en 1979 en un par de episodios para Tv.
ResponderEliminarGracias, Jesús.
ResponderEliminarY 20 años despues, vuelve a aparecer en una película estrenada este año que se titula "Un hombre de porvenir".... creo que es una pelicula venezolana o algo así...
ResponderEliminarGracias, maltese.
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