Coproducción hispano-italiana de 1966 dirigida por Romolo Guerrieri, director que ese mismo año había realizado “Johnny Yuma” y al año siguiente nos dejaría la notable “Como lobos sedientos”, que supuso un intento más de aprovechar el éxito del western “Los siete magníficos” (de hecho el título en inglés es “Seven magnificent guns”) no solamente en el título sino también respecto a la historia que se desarrolla en la película y en cómo está estructurada ésta.
Rodrigo Rodríguez es un bandido mejicano que se está adueñando de todas las propiedades de la región presionando a sus dueños para que se las vendan. Interesado en una mina de oro que en su día heredó un joven abogado del Este, chocará con la férrea voluntad del capataz de la mina, antiguo sargento, que contactará con cinco antiguos camaradas con los que participó en la Guerra de Secesión para defender la propiedad.
La película comienza con unos decepcionantes títulos de crédito en los que vemos una serie de fotos y dibujos con un toque naif de los principales personajes que me resultaron ridículos mientras suena el tema principal cantado, bastante desacertado para mí, que no predisponen a favor del spaghetti y que tienen muy poco que ver con lo que veremos a continuación: un western que sin ser ninguna maravilla funciona bastante bien gracias a un guión de Alfonso Balcázar y José Antonio de la Loma sencillo pero eficaz que, como señale anteriormente, sigue el esquema del gran western de John Sturges.
Así nos volvemos a encontrar con un grupo de bandidos que explotan a la población (en este caso adueñándose de sus propiedades), para defenderse de ellos se contratará, como en su modelo, a varios aventureros en horas bajas (la escena de presentación de los mismos en una especie de feria es de las mejores de la película) y como en el western norteamericano cada uno presenta características diferenciadas, así por ejemplo nos encontramos con un indio, un jugador de cartas o un boxeador, a continuación se adiestrará al dueño de la mina en el manejo de las armas, la doma de caballos, el boxeo o, incluso, a beber que la verdad no se qué tiene que ver (en la película norteamericana se enseñaba a manejar armas de fuego a los mejicanos del pueblo amenazado) y por último tendrá lugar el enfrentamiento final.
El resultado es una historia poco original pero bastante entretenida que combina acertadamente acción (las escenas de peleas y tiroteos, sobre todo la última en el rancho de Timothy, no están mal), humor (fundamentalmente en la parte de adiestramiento del abogado) y pequeñas dosis de romance, y que no decae en ningún momento.
Además se aprecia cierta preocupación desde el punto de vista formal en la labor de dirección de Romolo Guerrieri, cuyo trabajo se puede calificar de más que correcto, aprovechándose también de una cuidada, para lo que era habitual, producción de Alfonso Balcázar; lo que se traduce tanto en las abundantes localizaciones como en el gran número de extras utilizados (sobre todo en la reseñada escena de la feria) y en la correcta ambientación de la película.
Por lo que respecta a la banda sonora, curiosamente el tema principal compuesto por Gino Peguri funciona mucho mejor en sus distintas variaciones que se pueden escuchar a lo largo del film que como canción.
En cuanto al reparto, al frente del mismo se encuentra Sean Flynn, hijo del mítico Errol Flynn, un actor de corta carrera cinematográfica desarrollada básicamente en Europa que alternó con otros trabajos más aventureros como guía de safaris y cazador en Kenia o fotógrafo (de hecho en 1970 desapareció junto con su compañero mientras cubría como fotógrafo para una revista la Guerra de Vietnam). En este film no desentona demasiado como Timothy Benson un abogado tímido, civilizado, de modales exquisitos y un tanto petimetre que hereda de su tío una mina de oro en bancarrota que levantará gracias a sus esfuerzos.
Junto a él Ida Galli, bajo el seudónimo que solía utilizar en los spaghettis de Evelyn Stewart, bastante correcta como Coralie la prometida de Timothy, y Fernando Sancho, en una actuación aceptable pero inferior a otras que le he visto, como el bandido mejicano Rodrigo Rodríguez, un personaje un tanto caricaturesco que viste un grotesco traje blanco y no sólo es hábil con las armas sino que se caracteriza, a diferencia de otros personajes negativos del spaghetti, por su preocupación por obtener las propiedades de forma “legal” obligando a sus legítimos dueños a vendérselas.
En papeles secundarios como los aventureros que ayudan a Timothy nos encontramos con caras conocidas como Daniel Martín (el único con un personaje un poco más desarrollado que tiene una cuenta pendiente con Rodríguez), Tito García o Spartaco Conversi en el papel del boxeador.
En definitiva un spaghetti del montón pero bastante entretenido y que por lo menos cuenta con una buena factura técnica.
PUNTUACIÓN:
HISTORIA: 6.
AMBIENTACIÓN: 6.
DIRECCIÓN: 6.
ACTORES: 5.
MÚSICA: 5.
MEDIA: 5,6.
Película apreciable a pesar de sus múltiples defectos y unos ribetes cómicos que podrían haberse ahorrado, pero que no llegan a hacerse insoportables.
ResponderEliminarDonde se pueden comprar estas películas? Estoy haciendo una colección y me gustaría tener cuantas mas mejor.
ResponderEliminarÉsta que yo sepa no está a la venta en España.
ResponderEliminarpues estas mal informado..esta pelicula la tenia yo en español en mi video beta..por cierto ya se puede ver desde youtube
ResponderEliminarJesús se refiera a que no está a la venta en DvD.
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