1966
Italia/Alemania
Director: Giovanni Grimaldi
Reparto: Robert Woods, Elga Andersen, Franco Lantieri, Marianne Tuch, Andrea Scotti, Harald Wolff, Renato Rossini, Graham Sooty, Rosella Bergamonti, Gian Luigi Cresenzi, Giulio Galdini, Ettore Manni, Valentino Macchi, Vincenzo Maggio, Franco Scala, Sergio Ukmar
Guión: Giovanni Grimaldi
Fotografía: Guglielmo Mancori
Música: Benedetto Ghiglia
Coproducción germano-italiana de 1966, aunque otras fuentes consultadas la datan creo que erróneamente en 1968, dirigida por Giovanni Grimaldi, un escritor especializado fundamentalmente en el género de la comedia, que, además de escribir junto a Bruno Corbucci el libreto para “4 dólares de venganza” (película también protagonizada por Robert Woods y ya comentada), dirigió tres spaghettis: la interesante pero, para mí, fallida “Plazo para morir” (1965) filme que también cuenta con su correspondiente comentario en este blog y supuso su debut como director en este subgénero, “Il bello, il bruto, il cretino” (1967) típica comedia con clara referencia a una de las cumbres del spaghetti al servicio de la inefable pareja de cómicos compuesta por Franco Franchi y Ciccio Ingrassi y la película que nos ocupa, rodada entre ambas.
SINOPSIS: Johnny Blith junto a su fiel amigo sordomudo Jop regresa tras varios años trabajando en un rancho de Colorado a su pueblo natal para encontrarse con que su padre ha muerto en extrañas circunstancias, mientras que su madre se ha vuelto a casar con su tío, el juez de la localidad. Al mismo tiempo comprueba que el pueblo está sometido a Curry un ambicioso terrateniente que pretende quedarse con las propiedades de los colonos a los que previamente ha prestado dinero. Pero pronto empezará a operar en la región un misterioso justiciero enmascarado conocido con el nombre de Starblack.
Curioso spaghetti western en el que creo el director lleva más allá la propuesta de su primer film, el comentado "Plazo para morir", en el que se apreciaba un claro homenaje al western clásico realizado en los años cincuenta (en el filme podíamos ver referencias muy claras a, por ejemplo, “Los siete magníficos”, “Centauros del desierto” y “Horizontes lejanos”). Aquí parece retroceder aún más y presentarnos una película que, en principio, bebe de los westerns realizados en forma de serial durante las dos décadas anteriores a mayor gloria de los denominados vaqueros cantantes, de los que Gene Autry y Roy Rodgers fueron los máximos exponentes. Este hecho se aprecia claramente durante el comienzo del filme en el que vemos, mientras se intercalan los títulos de crédito, a nuestro enmascarado e inmaculado héroe desfacer, montado en su caballo blanco, distintos entuertos mientras la agradecida población dice su nombre con admiración y arrobo. Además para hacer más visible esta influencia el personaje de Johnny se pasea con una guitarra e incluso, como habitualmente hacían sus modelos, en una escena interpreta la canción principal. Al mismo tiempo el personaje principal remite tanto a varios superhéroes protagonistas de los comics de la editorial Detective Comics (la relación entre Johnny Blith y Caroline recuerda en alguna secuencia a la mantenida por Clark Kent y Lois Lane, mientras que nuestro héroe al igual que le sucede a Batman con Robin cuenta con un fiel escudero en la figura del sordomudo Jop) como a otros héroes del Oeste llevados a la pantalla grande, ya que al igual que el Zorro oculta su identidad tras una máscara, lleva una doble vida en la que, cuando no ejerce como héroe, aparece como un torpe petimetre y como tarjeta de visita, en vez de grabar su inicial, arroja a los malvados una estrella negra; mientras que como el Llanero Solitario, además de la máscara, viste de un solo color, en este caso el gris, y monta un caballo blanco; incluso el personaje del malévolo Curry llega a decir de él “Se cree Robin Hood, roba a los ricos y se lo da a los pobres”, reforzándose, de esta forma, la vinculación de Starblack con estos héroes populares. Y para rizar el rizo el esqueleto argumental del filme remite, como ocurre con la más lograda para mí “Johnny el Vengador” dirigida dos años más tarde por Castellari (película que cuenta con su correspondiente reseña), a “Hamlet”; así el protagonista del largometraje, al igual que le ocurría al inmortal personaje creado por Shakespeare, tras regresar a su pueblo natal se encontrará con un padre muerto en extrañas circunstancias y una madre casada con su tío del cual comenzará a sospechar de su posible participación en la muerte de su progenitor.
Pero lo que a primera vista podría parecer un pastiche, curiosamente, para mi gusto, funciona de forma aceptable gracias a la doble labor de Grimaldi en el guión y en la dirección. Así éste escribió un libreto un tanto simple, estereotipado e ingenuo pero bastante eficaz y dinámico en el que no paran de sucederse acontecimientos, por lo que la película no llega a aburrir; mientras que dirige con bastante oficio e imprime un notable ritmo al filme, al mismo tiempo que se aprecia una cierta preocupación en la composición de las escenas, obteniendo algunas secuencias notables como la cargada de tensión y enormemente violenta para la época que tiene lugar en el rancho de Manolita en la que ésta es violada y en la que hay una utilización acertada de la cámara subjetiva por parte del director o, al igual que ocurría en su anterior filme, el estupendo duelo final, muy bien dirigido, entre Starblack y Jop por un lado y los malvados por el otro que se resuelve con un plano final en el que vemos cómo el héroe arroja un puñal que se clava en el ojo del cabecilla. Son estos estallidos de violencia, a los que deberíamos añadir por ejemplo la secuencia en la que se ve como se clavan dos cuchillos en la palma de la mano de otro de los bandidos o el martirio interrumpido por Starblack que sufre Jop, los que definitivamente alejan al filme de sus modelos más naíf y le acercan a los westerns rodados en Europa, mucho más explícitos a la hora de mostrar la violencia.
En lo que se refiere a la banda sonora compuesta por Benedetto Ghiglia, cuenta con un interesante tema principal de clara influencia clásica repetido a lo largo del metraje, incluso como ya señalé es cantado por el propio Robert Woods, mientras que los temas incidentales me parecieron bastante pobres.
Por último, los actores apenas pueden destacar al interpretar a unos personajes estereotipados y escasamente desarrollados. Así, nos encontramos al frente del reparto con Robert Woods, un actor norteamericano descubierto por los hermanos Balcázar que se convertiría en uno de los intérpretes más prolíficos del spaghetti aunque en filmes de segunda categoría, que en esta ocasión hace lo que puede en su doble papel como el melifluo Johnny Blith, un individuo que evita todo tipo de peleas, y el héroe enmascarado conocido como Starblack. Creo que este actor estuvo un tanto desaprovechado ya que cuando contó con personajes de cierta entidad, como por ejemplo los torturados Jack Murphy alias “Black Jack” o Joe Bishop alias “el Puro” (ambas películas también comentadas en este blog), supo salir más que airoso. Junto a él, la actriz alemana Elga Andersen que pasa totalmente desapercibida como Caroline Williams, el amor imposible de Starblack; Renato Rossini, más conocido por su nombre artístico de Howard Ross, un actor italiano de espectacular físico que comenzó en el péplum para, a medida que se desarrollaba el cine de género en Europa, participar como secundario en todo tipo de películas (bélicas, westerns, giallos, poliziescos) encarna a Jop el amigo de Starblack cuya personalidad suplanta en alguna ocasión; y Franco Lantieri que da vida al poderoso, codicioso y malvado Curry, un personaje sin matices mil veces visto en la gran pantalla
En definitiva una ingenua, simpática y digna película que aunque se ve lastrada por un presupuesto ínfimo, hecho que se aprecia sobre todo en la ambientación, creo que consigue su propósito que no es otro que divertir durante los escasos noventa minutos que dura.
PUNTUACIÓN
HISTORIA: 5
AMBIENTACIÓN: 4
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 5
MÚSICA: 5
MEDIA: 5
PUNTUACIÓ
HISTORIA: 5
AMBIENTACIÓN: 4
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 5
MÚSICA: 5
Totalmente de acuerdo sobre Robert Woods. Fue un actor copletamente desaprovechado.Hubiera podido ser una gran estrella del SW o,incluso, de otros géneros. Su físico era imponente y su registro interpretativo, aceptable.
ResponderEliminarBuena reseña, Jesus... còmo siempre!!
ResponderEliminarPero que sepas que Superman y Batman no son de la Marvel, sino de DC Còmics!! :-)
Gracias por el dato Maltese. Ya lo he corregido.
ResponderEliminarDe gracias nada!!... me debes un whisky (y de pura malta, nada de mariconadas de blended) xd, xd, xd
ResponderEliminarFelicidades por la crónica, Jesús, muy buena, de una peli muy poco conocida.
ResponderEliminarPor cierto, yo dispongo de copia en italiano y la banda sonora inicial me pareció bellísima, así como el comienzo con ese travelling bien puesto en su sitio. Al grano ¿alguien tiene la copia en castellano?.
Muchas gracias Alan Bique.
ResponderEliminarMi copia es en versión inglesa con subtítulos en castellano y la imagen no es demasiado buena.
Un saludo
Spaghetti bastante diferente. Vale a pena ver... uma vez.
ResponderEliminar--
Pedro Pereira
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