miércoles, 30 de junio de 2010

Wild Wild West (western)


Wild Wild West
1999
USA
Director: Barry Sonnenfeld
Reparto: Will Smith, Kevin Kline, Kenneth Branagh, Salma Hayek, Ted Levine
Guión: S.S. Wilson, Brent Maddock, Jeffrey Price, Peter S. Seaman
Fotografía: Michael Ballhaus
Musíca: Elmer Bernstein


Jim West es un viejo héroe de la guerra de secesión. Artemus Gordon es un inventivo sheriff que le supera en el arte del disfraz. Cuando los Estados Unidos estén bajo la amenaza del lunático confederado Arliss Loveless, el presidente President Ulysses Grant encarga a esta excéntrica pareja de héroes que se ocupen de él. En un movido viaje desde Washington a Utah, nuestros héroes deberán enfrentarse a los diabólicos artilugios de Loveless.



Autentico esperpento disfrazado de western.
Barry Sonnenfeld, director de "Hombres de negro" un par de años antes, decide estirar el chicle, pero adaptando una vieja serie de televisión de los años 60.
En ella, un par de agentes especiales del gobierno se dedica a cumplir misiones secretas en pleno oeste norteamericano. Dicha serie unía elementos tan dispares como eran el western, las artes marciales, agentes secretos, ciencia-ficción...

Por desgracia, la película tiene poco de la serie original, hecho que hizo que la mayoría de los seguidores de la misma la repudiaran, entre ellos los mismos actores y creadores de la vieja serie.



Pasando por el hecho de que el protagonista cambia de color, dato que tampoco realmente es de mucha importancia, sino fuera por la época en la que se quiere situar la historia. Por suerte para los guionistas, este es un detalle que aprovechan al máximo, ya que no paran en todo el metraje de hacer chistes con el color de la piel de Smith.
Siendo ese un error que realmente no cuenta mucho, lo que si que cuenta es que la trama es una chorrada de cuidado, con diálogos vergonzantes, situaciones estúpidas que solo sirven como lucimiento para la estrella, y ocasionalmente para verle el culo a la Hayek.



Perdido cualquier valor como western, solo nos quedan dos "asideros", pero ambos son también muy pequeños para sostener la película y evitar que se hunda.
Y es que ni se puede visionar como cine de acción, ya que la mayoría de sus escenas están planificadas por un niño de 8 años, ni como comedia, ya que salvo el primer dialogo entre Will Smith y Kenneth Branagh, más que gracia da pena.
A todo ello le metes como banda sonora un machacanero rap, y ya terminas de hundir lo poco bueno que tuviera.
Por cierto, atención a la escena final, donde los protagonistas luchan contra una araña gigante robot, que es seguramente lo más ridículo rodado en mucho tiempo...

PUNTUACIÓN: 2/10

martes, 29 de junio de 2010

Wayde Preston


Actor estadounidense (1929 Colorado-1992 Nevada) cuyo verdadero nombre era William Erskine Strange.

De familia de clase media (sus progenitores eran maestros), estudia farmacia en la Universidad de Wyoming. Con gran talento musical, en los años cuarenta tocará el bajo en varios grupos y. tras su participación en la guerra de Corea en la que combatió durante un año con el grado de teniente, desempeñará diversos oficios como guardabosques o cowboy de rodeos. Su primer contacto con el mundo de la interpretación tuvo lugar en la serie “Cheyenne” protagonizada por Clint Walker al haber sido descubierto por un cazatalentos mientras ejercía como piloto de la TWA.

En 1957 le ofrecen el papel por el que siempre será recordado Christopher Colt en la serie “Colt”, que se mantendrá en antena hasta 1960, en ella interpreta al sobrino del creador del Colt que haciéndose pasar por vendedor de armas era en realidad un agente encubierto que llevaba a cabo un seguimiento de los convictos buscados en 1880. Fue tal su popularidad que apareció, entre 1958 y 1959, en cuatro episodios de otra serie “Sugarfoot” interpretando a este mismo personaje.

Desavenencias con la productora Warner Brothers (reclamaba, como James Garner o Clint Walker, un mayor salario y mejores condiciones laborales) le empujaron a abandonar la serie, siendo sustituido por Donald May en el papel de su primo.

Por esta época también participa, en el rol de Waco Williams, en dos de los episodios con más éxito de la serie protagonizada por James Garner “Maverick”, pero viendo que su carrera estaba estancada en los EEUU decidió en 1967 trasladarse a Europa en donde, tras protagonizar un film de Juan de Orduña (“Anónima de asesinos”), intervendría en apenas tres años en nueve spaghetti westerns, de entre los que destacan “Vivo para matarte” (única aparición en este género de la estrella del peplum Steve Reeves) y “Cabalgando al infierno” (1970) de nuevo junto a su amigo Garner, films que alternaría con otros como “La batalla de Anzio”, película bélica dirigida por Edward Dmytryck y protagonizada por Robert Mitchum, Robert Ryan y Mark Damon.

Tras superar parcialmente un cáncer que le alejó de la gran pantalla, a finales de los años ochenta retomó su carrera con pequeñas apariciones en películas como “Capitán América” (1990), para en 1993 sucumbir ante el cáncer de colón que le habían diagnosticado veinte años antes.


Filmografía SW:

1968- Ojo por ojo
1968- Vivo para matarte
1968- Hasta la última gota de sangre
1969- Dio perdoni la mia pistola
1969- Pago cara su muerte
1969- La colina de las botas
1970- Sartana en el valle del oro
1970- Cabalgando al infierno
1970- Ei amigo…sei morto

lunes, 28 de junio de 2010

UN PAR DE ASESINOS


Un par de asesinos
1970
España/Italia
Director: Rafael Romero Marchent
Reparto: Gianni Garko, Guglielmo Spoletini, Cristina Iosani, María Silva, Andres Mejuto, Carlos Romero Marchent, Alvaro de Luna, Alejandro de Encisco, Luis Induni, Raf Baldassarre, Francisco Sanz, Cris Huerta, Charly Bravo, Frank Braña, Joaquin Parra, Alejandro de Enciso, Jesús Guzmán, María Martín, Lorenzo Robledo, Jesus Aristu
Guión: Joaquin Romero Marchent, Santiago Moncada, Mario Alabiso
Fotografía: Guglielmo Mancori
Música: Marcello Giombini


Interesante coproducción italo-española dirigida por Rafael Romero Marchent en 1970 que combina acción, aventura y humor, para mí, con bastante acierto.



Santana y Marcos son dos atracadores que han sido traicionados por sus antiguos socios (los gemelos Burton) con los que dieron su último golpe por lo que se lanzarán a la búsqueda de éstos con el objeto de recuperar el botín robado. Durante su persecución se les unirá Susan, una bella joven que ha perdido su rancho recientemente. Juntos tendrán que hacer frente a un ayudante del sheriff corrupto, a una banda de desalmados forajidos compuesta por cuatro hermanos y su padre (el clan Kirby), al tenaz sheriff que los persigue y a ellos mismos.

La película se inicia con una brillantísima escena, excelentemente dirigida por Rafael Romero Marchent en la que muestra toda su capacidad visual y que sirve como prólogo de la película, mostrándonos el tono, más desenfadado que en otros films del director, de la misma ya que nos presenta a los dos protagonistas acorralados en una cabaña y que deciden jugarse a las cartas quien escapa y quien se queda en ella. A partir de aquí se desarrolla una historia, escrita, entre otros, por el propio director, su hermano Joaquín Luis y el prolífico autor de obras de teatro Santiago Moncada, un tanto irregular que descansa sobre todo en el buen hacer de sus dos protagonistas y la química que se establece entre ellos y en la que se alternan momentos realmente buenos como el inicio anteriormente mencionado, la presentación de la familia Kirby de una violencia soterrada, el enfrentamiento de los protagonistas con los Kirby que está muy bien resuelto, la pelea entre los dos camaradas o el duelo entre los dos amigos que cuenta con un estupendo picado fundamental para conocer la situación de cada uno de ellos, y en los que Rafael vuelve a demostrar su altísimo nivel como director, con otros menos afortunados como la parte final que, para mí, se alarga excesivamente, en la que se producen ciertas situaciones que no me llegaron a convencer y en la que desaparecen sin que se sepan las razones algunos personajes.



Por otra parte, a pesar de que parece que se cede por momentos a la moda imperante del spaghetti western humorístico, la película consigue evitar el humor chusco y chabacano que caracterizaba a la mayoría de estos films con la introducción de algunos gags, como cuando Marcos le rompe el reloj al ayudante del sheriff, que, aunque no sean una maravilla, son pasables; lástima que una desafortunadísima banda sonora con un tema cómico realmente ridículo esté, en algunos casos, a punto de estropearlos.

Técnicamente el film está bastante cuidado y cuenta con múltiples localizaciones y escenarios naturales (gran parte de la película está rodada en exteriores de los que se saca gran partido) bellamente fotografiados por Guglielmo Mancori, una buena labor de ambientación y un esmerado montaje.

Por lo que respecta a la banda sonora de Marcello Giombini cuenta con un tema principal bastante resultón pero que a fuer de ser repetido llega a hacerse un poco cansino, mientras que el resto de los escasos temas, incluido el humorístico anteriormente citado, dejan bastante que desear.



Junto con la dirección y la ambientación, el otro elemento más destacado, para mí, de este spaghetti está en la interpretación de sus dos protagonistas: un sorprendente Gianni Garko, en un papel mucho menos grave de los que solía interpretar, que está realmente bien, aunque creo que era un personaje hecho a la medida de George Hilton, y un magnífico Gugliemo Spoletini, bajo el seudónimo de William Bogart, que borda el rol de Marcos un pícaro, dicharachero, extrovertido y mujeriego mejicano. Junto a ellos María Silva aporta su belleza al personaje de Susan y un estupendo Andrés Mejuto como el padre del clan Kirby (otro de los grandes aciertos de la película), un hombre violento que dirige a sus hijos con mano de hierro a pesar de estar paralítico. Además un buen número de habituales como Carlos Romero Marchent (más entonado de lo que acostumbra), Alvaro de Luna como el hermano Kirby mas lujurioso, Luis Induni en el rol del tenaz sheriff, Cris Huerta en el papel del codicioso y desdichado ayudante del sheriff, Raf Baldasarre en un doble papel al interpretar a los gemelos traidores e, incluso, María Martín.

En resumen para mí es una película bastante entretenida, a pesar de que su parte final es mucho más floja, y muy bien realizada que supone un claro ejemplo de cómo combinar el humor y la acción en un spaghetti obteniendo un resultado más que digno y sin caer en lo peor de este tipo de productos, el humor fácil y vergonzante.



PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 6
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 7
ACTORES: 7
MÚSICA: 5

MEDIA: 6,4

domingo, 27 de junio de 2010

Brett Halsey


Actor, novelista y ocasional guionista estadounidense (1933 California) cuyo verdadero nombre es Charles Oliver Hand y que también ha utilizado el nombre artístico de Montgomery Ford.

Con veinte años es contratado por la Universal y permanece durante dos años en el programa para talentos donde coincide con, entre otros, Clint Eastwood y David Janssen, al mismo tiempo que interpreta sus primeros papeles en películas como “El desertor del Alamo” western dirigido en 1953 por Budd Boetticher e interpretado por Glenn Ford, “Ma and Pa Kettle at home” comedia familiar de 1954 en la que interpreta a uno de los hijos del matrimonio, “Revenge of the creature” segunda parte de “La mujer y el monstruo” también dirigida por el especialista en ciencia ficción Jack Arnold o “Regreso del infierno” drama bélico de 1955 a mayor gloria de Audie Murphy, en la que coincidió con David Janssen.

Desde mediados de los cincuenta y hasta 1962 aparece en pequeños papeles en infinidad de series de televisión y largometrajes, siendo sus intervenciones más destacadas en “La escuadrilla Lafayette” (1958) dirigida por William Wellman y en la que también aparecía Clint Eastwood, “Quiero vivir” melodrama dirigido en 1958 por Robert Wise por el que obtuvo el Oscar Susan Hayward, “El regreso de la mosca” (1959) con Vicent Price, “Mujeres frente al amor” melodrama coral dirigido en 1959 por Jean Negulesco con Joan Crawford como protagonista y “Regreso a Pleyton Place”, segunda parte de un melodrama de gran éxito.

En 1962 recibe la llamada de Ricardo Freda para protagonizar una película de espadachines en Italia y viendo que su carrera no despegaba en Hollywood decide trasladarse al viejo continente donde protagonizará películas de género: aventuras, espías (debido al éxito de la serie de James Bond), suspense, etc.

Su primer contacto con el spaghetti tiene lugar en 1966 con el film “Matad a Johnny Ringo” y hasta 1970 protagonizará cuatro western más.

A partir de la década de los setenta, y de regreso a los EEUU continuará con su carrera, centrándose básicamente en la pequeña pantalla (“Hart to Hart”, “Los ángeles de Charlie”, “Vacaciones en el Mar”, la adaptación del largometraje “La colina del adiós”, etc), para volver a Europa a finales de los ochenta y protagonizar varios films dirigidos por Lucio Fulci, Jesús Franco, Antonio Margheriti o Bruno Matei.

En la década de los noventa alternará su trabajo como actor (aparecerá por ejemplo en “El Padrino III” o en la miniserie “El príncipe del desierto”) con la docencia en la escuela de Arte Dramático de la Universidad de Costa Rica o en la Escuela Internacional de Films y Televisión en Cuba.

Paralelamente ha desarrollado una fructífera carrera como novelista (en 1979 fue premiado con la medalla de plata concedida por The West Coast Review of Books a la mejor novela contemporánea del año por “The magnificent strangers” sobre su experiencia en Europa, a la que siguió “Yesterday’s children”) y guionista (su libreto “Safari” fue dirigido por Roger Vadim en 1991).

Su último trabajo de este mismo año, “Mondo Holocausto”, no ha sido estrenado todavía.

Filmografía SW:

1966- Matad a Johnny Ringo
1968- Ojo por ojo
1968- Hasta la última gota de sangre
1969- Forajidos implacables
1970- Roy Colt y Winchester Jack

sábado, 26 de junio de 2010

UN HOMBRE VIENE A MATAR


Un hombre viene a matar
1967
España/Italia
Director: Leon Klimovsky
Reparto: Richard Wyler, Brad Harris, Guglielmo Spoletini, Rafael Albaicin, Jesús Puente, Femi Benussi, Aurora de Alba, Simón Arriaga, Luis Barboo, Luis Induni, Miguel Del Castillo, Frank Braña, Rafael Albaicín, José María Caffarel, Conny Caracciolo, Lucio De Santis, Santiago Rivero
Guión: Eduardo Manzanos Brochero, Odoarod Fiory, Luigi Mondello
Fotografía: Julio Ortas
Música: Francesco de Masi




Aburrida película dirigida por el todoterreno Leon Klimovsky en 1967 que narra las desventuras de Tony Garret, un sargento yanqui acusado injustamente del robo de la soldada y del asesinato del comandante en jefe del fuerte. Tras conseguir huir se convertirá en un temible pistolero cuyo único objetivo será encontrar a los verdaderos culpables para probar su inocencia.

Una vez más nos encontramos ante lo que pienso es un deficiente guión, en este caso obra del polifacético Eduardo Manzanos Brochero entre otros, caracterizado por su simpleza y en el que se suceden escenas poco creíbles e incluso infantiles: tres forajidos ayudados por un indio deciden dar un golpe en un fuerte (como si fuera algo sencillo), la acusación al pobre sargento es de vergüenza porque aparece sin sentido al lado del comandante asesinado (situación muy lógica el que sus compañeros le abandonen para que cuente todo el robo e identifique a los ladrones), la huída del fuerte ayudado por un sacerdote no puede ser más simple (parece que en los fuertes se podía entrar o salir sin ningún tipo de control y sin que se identificasen a los individuos), el protagonista busca al indio implicado en el robo, situación muy poco creíble la alianza del indio con los bandidos para robar, en mitad del bosque donde vive solo (hecho que no era habitual entre los pieles rojas), etc, etc. Pero, no contento con esto, y como la búsqueda de los culpables no daba para más, a mitad de película se inventa un robo en un banco de un pueblo, donde imparte clase el antiguo profesor del héroe, por parte de unos bandidos, cuyo jefe participó en el robo del fuerte y, además, conoce a Tommy. Por lo que los forajidos van a acudir al protagonista para que se enfrente al temible sheriff. Todo un despropósito de guión con el que nada puede hacer un poco inspirado Klimovsky que parece rodar la película con bastante desgana.




Las interpretaciones de los actores están, más o menos, al mismo nivel del guión, con un decepcionante Richard Wyler en el papel del sargento injustamente condenado que intentará lavar su nombre aunque para ello tenga que llevar una vida de delincuente (curiosa paradoja que queda sin resolver) y un soso e inexpresivo Brad Harris (actor que se inició en el cine con los llamados péplums o películas de sandalia y espadas) como el sheriff; salvándose, tan sólo, Jesús Puente que interpreta correctamente al antiguo profesor de Tony obsesionado porque éste vuelva al redil. Junto a ellos, en papeles intranscendentes, caras habituales del spaghetti como Luis Induni, Frank Braña o Luis Barboo en el rol de imposible jefe indio Silent Wolf.



En este caso, lo único salvable para mí una vez más es la banda sonora compuesta por Francesco de Masi que cuenta con buenos temas, sobre todo el principal.

En definitiva un tedioso spaghetti que además cuenta tan sólo con dos peleas, una de ellas muy mal rodada aunque la otra con brazos de cactus es bastante original, y con escasos y poco espectaculares tiroteos.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 1
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 2
ACTORES: 3
MÚSICA: 7

MEDIA: 3,8


viernes, 25 de junio de 2010

James Coburn


Actor estadounidense (1928 Nebraska-2002 California) cuyo verdadero nombre era James Harrison Coburn Jr.

Nacido en una familia de campesinos de origen sueco pronto sintió interés por la interpretación por lo que, tras estudiar en Los Angeles City College, se inscribirá en el departamento de teatro de la UCLA, participando en varias obras de teatro como Billy Bud adaptación de una novela de Herman Melville. A principios de los 50 se muda a Nueva York con el objeto de estudiar junto a Steve Adler y en 1959 se produce su debut en el cine en “Cabalgando en solitario” uno de los westerns que formó parte del mítico ciclo dirigido por Budd Boetticher e interpretado por Randolph Scott.

El comienzo de la década de los sesenta supone una época de trabajo frenético para el actor interviniendo en numerosas series de televisión (muchas de ellas del oeste) como “Alfred Hitchcock presenta”, “Bronco”, “Bat Materson”, “Wichita Town” con Joel McCrea, “El pistolero de San Francisco” con Richard Boone, “Peter Gunn” serie creada por Blake Edwards, “Wanted dead or live” con Steve McQueen, “Death Valley Days” con Robert Taylor, “Los intocables”, “Cheyenne”, “El hombre del rifle”, “Rawhide” con Clint Eastwood, “Perry Mason”, “Bonanza” o “Combact” serie mítica de guerra por la que pasaron directores como Robert Altman, Burt Kennedy y Tom Gries.

Paralelamente desarrolla una lenta pero firme carrera en la gran pantalla y se le podrá ver en films de la altura de “Los siete magníficos” (1960) dirigida por John Sturges en la que interpretaba al experto lanzador de cuchillos de pocas palabras, “Comando” (1962) cinta bélica dirigida por Don Siegel en la que tuvo de nuevo como compañero a Steve McQueen, “La gran evasión” (1963) otro film bélico dirigido, en esta ocasión, por John Sturges que contaba con tres de los siete magníficos Steve McQueen, Charles Bronson y él o “Charada” (1963) delicioso thriller a lo Hitchcock pero con un tono de comedia dirigido por Stanley Donen e interpretado por Cary Grant y Audrey Hepburn.

1965 constituirá un año fundamental para el actor ya que le ofrecerán dos papeles clave en su carrera: el explorador Samuel Potts en el western de Sam Pekinpah “Mayor Dundee” protagonizado por Charlton Heston y Richard Harris y el de Zac, hombre de confianza del jefe Anthonny Quinn ,en la maravillosa película de piratas “Con el viento en las velas” de Alexander Mackendrik.

A partir de ese momento, y ya convertido en estrella, encadenará un gran número de éxitos que se alargarán durante la década de los setenta: “Flint agente secreto” (1966) y “F de Flint” en las que encarnaba a un agente secreto más irónico que James Bond al que parodiaba, “¿Qué hiciste en la guerra papi?” (1966) comedia bélica dirigida por Blake Edwards con el que repetiría en el thriller “Diagnóstico asesinato” (1972), “Pat Garret y Billy the Kid” (1973) y “La cruz de hierro” (1977) ambas de Sam Pekinpah (director al que le unía una estrecha relación de amistad), “Muerde la bala” (1975) dirigida por Richard Brooks y protagonizada por Gene Hackman y Candice Bergen, también en ese año “El luchador” film realizado por Walter Hill en el que volvería a coincidir con Charles Bronson o “Los últimos hombres duros” (1976) violento western del especialista Andrew V. McLaglen que le volvió a emparejar con Charlton Heston pero esta vez en un rol negativo .

Es en la década de los setenta en la que aparecerá en sus dos únicos pero excelentes spaghettis en los que compondrá dos personajes inolvidables: John Mallory, un irlandés experto en explosivos con un triste pasado que acaba ayudando a los revolucionarios en Méjico en la infravalorada película del maestro Leone “Agáchate maldito” en la que tuvo como compañero a Rod Steiger y Pembroke, el coronel degradado que dirigirá una misión suicida para recuperar un fuerte a los sudistas, del film dirigido por Tonino Valerii “Una razón para vivir y una para morir”.

En 1979 le diagnosticaron artritis reumatoide lo que provocó que espaciara sus apariciones tanto en la gran pantalla como en televisión. Parcialmente recuperado gracias a un tratamiento alternativo volvería a trabajar a buen ritmo en los noventa con apariciones en películas como “Intrépidos forajidos” (1990) en la que interpretaba al histórico ganadero John Chisum, “Maverick” (1994) junto a Mel Gibson, James Garner y Jodie Foster adaptación de una famosa serie de televisión de la década de los cincuenta y, sobre todo, “Aflicción” (1997) un estupendo drama basado en la gran novela de Russell Banks y dirigido por Paul Schrader por el que por fin obtuvo su merecidísimo Oscar (nunca antes había sido nominado) como actor secundario por su papel de padre de Nick Nolte.

Continuará trabajando hasta el mismo año de su muerte y su últimas apariciones serán en un episodio de la serie “Arli$$” y en los films “American Gunn” y “Aventuras en Alaska”.


Filmografía SW:

1971- Agáchate maldito/// Reseña Adicional
1972- Una razón para vivir y una para morir/// Reseña Adicional

jueves, 24 de junio de 2010

LOS CUATROS SALVAJES


Los cuatros salvajes (Ringo, il volto della vendetta)
1966
Italia/España
Director: Mario Caiano
Reparto: Anthony Steffen, Frank Wolff, Eduardo Fajardo, Armando Calvo, Alexandra Nilo, Alfonso Goda, Natale Nazzareno, Manuel Bermúdez, Ricardo Canales, Antonio Orengo, Amadeo Trilli, Rafael Vaquero, Natale Nazzareno
Guión: Mario Caiano, Eduardo Manzanos Brochero
Fotografía: Julio Ortas
Música: Francesco De Masi


Coproducción italo-española de 1966 dirigida y producida por Mario Caiano (un todoterreno que comenzó en el péplum y siguió con spaghettis, thrillers, películas de terror, etc) que supuso la segunda de las cuatro colaboraciones con Anthonny Steffen en este subgénero y en la que de nuevo nos encontramos con el número cuatro en el título (“Los cuatro implacables”, “Los cuatro truhanes”, “Los cuatro de Fort Apache” o “Los cuatro del apocalipsis”) que en esta ocasión está muy bien escogido porque en algunas civilizaciones se identifica este número con la mala suerte y la muerte, lo mismo que les ocurrirá a los protagonistas.



Davy (también llamado Ringo en otros países, supongo que para aprovechar el tirón del personaje encarnado por Giuliano Gemma) y Tim son dos trotamundos sin blanca (claros antecedentes de los protagonistas de “Un tren para Durango”, film que rodaría Caiano al año siguiente) que salvan la vida a un mejicano llamado Fidel con el que coincidirán más tarde en Silver Bell, en donde se enteran que lleva tatuado en la espalda la mitad de un mapa de un tesoro. El problema es que al mismo tiempo se entera Trikie un jugador de ventaja y que la otra mitad la tiene a su vez tatuada en su espalda un antiguo compinche de Fidel que ahora es sheriff corrupto de un pueblo fronterizo. Los cuatro deciden encontrar al sheriff para recuperar el tesoro. Así comenzará una aventura en la que deberán enfrentarse a bandidos mejicanos, a los hombres del sheriff, a forajidos norteamericanos y, sobre todo, a ellos mismos y a sus debilidades que serán aprovechadas por el astuto Trikie.



Mario Caiano dirige con corrección pero sin brillantez (alterna buenas escenas como la de la persecución de los protagonistas por los mejicanos resuelta con un muy buen tiroteo o la secuencia final con otras toscamente rodadas y coreografiadas, como la mayoría de las peleas en las que además se recurre a la cámara rápida, o directamente fallidas, sobre todo en los momentos más dramáticos como en el del enfrentamiento entre los dos amigos) este típico guión escrito por el mismo y Eduardo Manzanos Brochero que tras un comienzo prometedor se desliza por la mayoría de los tópicos del género (partidas de póker, múltiples peleas, tiroteos, cabalgadas, persecuciones, palizas al protagonista) y no sabe dotar a la película de la progresión dramática y del ritmo que requería. Una lástima porque creo que con este spaghetti se perdió una buena oportunidad de hacer algo un poco más original que se centrará en los aspectos más oscuros de la condición humana como la codicia, la traición o la lujuria, aspectos que el film apunta pero no desarrolla optando por seguir caminos más trillados, e incluso introduciendo cuestiones bastante inverosímiles y poco explicadas como la historia de amor entre Davy y Manuela, la hermana de uno de los bandidos mejicanos.

Desde el punto de vista técnico creo que el film tiene un nivel aceptable con bastantes localizaciones, aunque el director no sabe sacar todo el partido a los paisajes naturales, y cuenta con una buena fotografía de Julio Ortas.

Como sueles ser habitual en él, Francesco de Masi compuso una buena banda sonora que básicamente supone la repetición con distintas variaciones del pegadizo y correcto tema principal.



Por lo que respecta a los actores hay que señalar que la película se centra fundamentalmente en los cuatro protagonistas. Tenemos a David un hombre leal a sus amigos bien interpretado por Anthonny Steffen que nos ofrece unos registros muy diferentes, sobre todo en la primera parte, al que nos tiene acostumbrados con un personaje más simpático y comunicativo con el que se permite, incluso, sonreír, no obstante no está a la misma altura en la escena más trágica de la película. Armando Calvo cumple en el rol de Fidel, un hombre simple y maleable que será víctima de las oscuras maniobras de Trikie. Éste, el personaje más interesante de todos al ser un individuo manipulador, astuto y ladino que irá creando fricciones dentro del grupo para aprovecharse de ellas, está interpretado correctamente por Frank Wolff aunque le he visto mejor en otras ocasiones. Y por último está Eduardo Fajardo que borda el papel de Tim, un personaje bastante alejado de los que le solían tocar en suerte y que sufre una clara evolución a lo largo de la película ya que al principio aparece como un hombre agradable, perfecto compañero de David y el más generoso de todos (les da su comida a unos niños) para al final, influido por el alcohol y las malas artes de Trikie, sucumbir a sus propias pasiones en una transformación memorable en la que muestra su gran versatilidad.

En resumen, creo que es un correcto spaghetti que ofrece, a pesar de sus altibajos, bastante diversión, además de contener la mayoría de las situaciones propias de este subgénero, pero que es igualmente olvidable.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 6
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 5
ACTORES: 6
MÚSICA: 6

MEDIA: 6

miércoles, 23 de junio de 2010

Dean Reed


Actor, cantante, compositor y ocasional director y guionista estadounidense (1938 Colorado-1986 Berlín) apodado el Elvis Rojo por su ideología marxista.

Hijo de un granjero anticomunista, tras estudiar meteorología, decide marchar a Hollywood donde será admitido en la escuela de interpretación de la Warner Brothers. Allí conocerá a Paton Price, un famoso pacifista radical, que le influirá decisivamente. En 1958 firma un contrato con Capital Records en donde graba tres discos y también aparece en algunas series de televisión. A pesar de ello no obtiene el reconocimiento deseado; por lo que al enterarse de que un single “My summer romance” se había convertido en número uno en Chile decide marchar a Sudamérica para realizar una gira, pero dado su éxito creciente que va más allá del mundo musical (conoce a personalidades como Salvador Allende, Pablo Neruda y Víctor Jara y se convierte en un icono para la izquierda de este continente) resuelve quedarse en Chile y, posteriormente, en Argentina en donde rodará tres comedias musicales (dos de ellas dirigidas por Enrique Carreras), dispondrá de su propio programa de televisión y continuará con su arrolladora carrera musical (en el Cono Sur llegó a ser más popular que el propio Elvis) mezclando versiones de temas de rock and roll, canciones protesta e, incluso, himnos comunistas como “Venceremos”.

Tras el golpe militar de 1966 en Argentina y una breve estancia en España, recalará en Italia en donde protagonizará varios spaghettis. Su debut en este subgénero tiene lugar en la película “Buckaroo” en 1967 en la que también cantaba el tema principal; a partir de ese momento y hasta 1981 intervendrá en nueve eurowesterns rodados en Italia y Alemania del Este, de entre los que destacan “Adiós Sabata”, película dirigida en 1971 por Gianfranco Parolini en la que compartía cartel con una estrella de la talla de Yul Brinner y “Sing, cowboy, sing” en 1981 película que el mismo dirigió sobre un guión propio.

Paralelamente continúa con su exitosa carrera como cantante (se convierte en una auténtica leyenda en los países del otro lado del antiguo Telón de Acero ya que es el primer cantante que interpreta temas de The Beatles y de Elvis en estos países y llena estadios con capacidad para más de 60.000 personas) y su labor de concienciación política iniciada en Europa tras su intervención en la Conferencia de Paz de Helsinki, lo que le abrirá las puertas de la URSS invitado por el Komsomol y le llevará a manifestarse a favor de la invasión soviética de Afganistán, en contra del golpe de estado de Pinochet o en apoyo de la revolución sandinista (aparecerá fotografiado junto al líder Daniel Ortega) y de la OLP (conocerá personalmente a Arafat).

Tras su estancia en las cárceles de EEUU y Argentina (países a los que quiso retornar) se instala en la antigua República Democrática Alemana. En junio de 1986 desaparece justo antes de comenzar el rodaje de una película sobre la matanza de Wounded Knee y su cuerpo es encontrado cinco días después en un lago cercano a la ciudad de Berlín.

Su extraña muerte ha alentado todo tipo de teorías que van desde el suicidio (hecho desmentido por sus allegados pues estaba realmente ilusionado con la nueva película ya que pensaba que por fin podría lanzar su carrera en los EEUU), pasando por un accidente e, incluso, su posible asesinato al haberse convertido en un elemento incomodo a ambos lados del Telón de Acero (se confesaba marxista pero no comunista, nunca quiso renegar de su nacionalidad y mantenía que tan sólo era un patriota contrario a la línea política de su país).

Su última aparición tuvo lugar en una coproducción alemano-japonesa de 1984, “Uindii” que apenas tuvo repercusión.

Como anécdotas contaros que en 1978 encarnó a su amigo Víctor Jara para la película televisiva “El cantor” que el mismo dirigió además de ocuparse del guión, y que Tom Hanks se ha hecho con los derechos para llevar a la gran pantalla su vida.


Filmografía SW:

1967- Buckaroo
1968- I nipoti di Zorro
1968- Dio li crea… lo lo ammazzo!
1970- Veinte pasos para la muerte
1971- Adiós Sabata
1973- Storia de karaté, pugni e fagioli
1974- Kit & Co
1975- Blutsbrüder
1981- Sing, cowboy, sing

martes, 22 de junio de 2010

EL PURO SE SIENTA, ESPERA Y DISPARA


El puro se sienta, espera y dispara (La taglia è tua... l'uomo l'ammazzo io)
1969
Italia/España
Director: Edoardo Mulargia
Reparto: Robert Woods, Marc Fiorini, Aldo Berti, Gustavo Re, Mario Brega, Rosalba Neri, Fabrizio Gianni, Mariangela Girodana,Maurizio Bonuglia, Angelo Dessy, Giusva Fioravanti, Lisa Seagram, Attilio Dottesio, Cesar Ojinaga, Fernando Rubio
Guión: Ignacio F. Iquino, Fabrizio Gianni, Edoardo Mulargia
Fotografía: Antonio L. Ballesteros
Música: Alessandro Alessandroni




Interesante propuesta dirigida en 1969 por Edoardo Mulargia, bajo el seudónimo de Edward G. Muller, malograda, para mí, por una vulgar dirección en la que se abusa del zoom (hay incluso una escena de presentación de los miembros de la banda con un doble zoom -acercamiento y alejamiento- para cada uno), un guión, del propio director junto entre otros con Ignacio F. Iquino, con falta de ritmo y por el escaso presupuesto con el que se contó para su realización, que se aprecia sobre todo en al pobre ambientación tanto en exteriores como en interiores.



Una lástima porque el punto de partida me pareció bastante original para un spaghetti: la historia de un famoso pistolero, Joe Bishop apodado “El Puro”, que sufre una crisis existencial y, vencido por sus miedos, termina totalmente alcoholizado en el momento en el que una banda de forajidos pretenden acabar con él para cobrar la correspondiente recompensa. Este tema de carácter más intimista que otros spaghettis (el de la condición trágica del pistolero que no puede dejar de serlo que fue tratado, creo, mucho mejor en “Ocaso de un pistolero” dirigida por Rafael Romero Marchent) pienso que hubiera requerido unos guionistas más sutiles y un director más hábil para darle el tono adecuado, ya que en manos de éstos se convierte en una película, para mí, tediosa y muy lenta sobre todo en los primeros setenta minutos , además de contar con un comienzo desconcertante (se suceden tres o cuatro escenas con la banda de forajidos como protagonistas sin que sepas cuál es el tema de la película).




En cuanto a los aspectos positivos destacaría los siguientes:

La banda sonora compuesta por Alessandro Alessandroni que cuenta con un tema principal muy pegadizo, aunque excesivamente deudor de las bandas sonoras que compuso Morricone para Leone.

La interpretación de Robert Woods que encarna a Joe Bishop y, como le sucediera en “Black Jack”, parece sentirse cómodo en la piel de personajes torturados. Lástima que frente a él en el papel de Gipsy, el jefe de los forajidos, eligieran a Ashborn Hamilton Jr. que se pasa toda la película haciendo muecas absurdas y abriendo mucho los ojos, y que un actor bastante sólido como Mario Brega esté desaprovechado. Por el contrario, nos encontramos a una estupenda Rosalba Neri en el papel de Rosie una prostituta que acogerá a un acabado protagonista y pagará muy caro, en una escena extremadamente violenta, su fidelidad.

El inesperado final que ahonda en la idea del no retorno y el destino fatal de los antiguos pistoleros incapaces de regenerarse y de poder llevar una nueva vida alejada de la violencia que caracterizó su pasado.



Dicho todo esto, también tengo que señalar que las condiciones en las que la vi no son las más adecuadas ya que la cinta no parece que estuviera muy bien y además había partes en francés sin subtitular. No obstante, creo que estas cuestiones no son determinantes para la opinión que tengo de la película.



En definitiva, para mí, un spaghetti más, claramente olvidable y bastante aburrido a pesar de tratar un tema poco explorado en este subgénero.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 4
DIRECCIÓN: 4
ACTORES: 5
MÚSICA: 6

MEDIA: 4,4



lunes, 21 de junio de 2010

Donald O'Brien


Actor francés de origen irlandés ((1930 Pau-2003 Roma) cuyo verdadero nombre era Donal, al que añadió la letra d por un problema burocrático.

Su padre, un capitán irlandés emigrado a los EEUU, tras combatir en la guerra hispano-norteamericana decidió instalarse en Pau, un pueblo cercano a los Pirineos, en donde nació Donal. Éste muy pronto se trasladó a Dublín para estudiar, pero al tomar contacto con el Gate Theatre de Dublín, donde empezaron gente como Orson Welles o James Mason, decidió dedicarse a la interpretación a pesar de la oposición de sus progenitores.

Su debut en el cine tuvo lugar en el drama bélico dirigido en 1953 por Anatole Litvak “Acto de amor” que contaba con Kirk Douglas como protagonista y en el que tenía una línea de diálogo. De su primera etapa, muy ligada a Francia, destacan sus apariciones en “Proceso a Juana de Arco” dirigida por Robert Bresson en 1962, “El tren” de John Frakenheimer con Burt Lancaster en la que interpretó a un oficial nazi, “Tres habitaciones en Manhattan” película de 1965 dirigida por Marcel Carné, la superproducción dirigida por John Frakenheimer en 1966 “Grand Prix” en la que coincidió con otro característico actor de spaghettis Antonio Sabato, y “La noche de los generales” de 1967 de nuevo con Anatole Litvak y con Peter O’Toole y Omar Shariff como estrellas.

En 1968 se traslada a Italia en donde tomará contacto con el spaghetti y debutará en uno de los tres grandes westerns que dirigió Sergio Sollima con Tomas Milian como protagonista, “Corre Cuchillo…corre” en la que interpretó a un antiguo sheriff que se convierte en el inesperado aliado de Cuchillo. A partir de este año y hasta 1978 participará, casi exclusivamente, en más de quince spaghettis entre los que destaca el que quizás sea el mejor western de Enzo G. Castellari “Keoma”.

A finales de los setenta, coincidiendo con la decadencia del subgénero, se le comenzará a ver en otras producciones italianas muy ligadas a lo que se denominó Eurotrash, interviniendo en películas como “Emanuelle y los últimos caníbales” dirigida en 1977 por Joe D’Amato (director con el que colaborará en múltiples ocasiones), “Aquel maldito tren blindado” de 1978 con Enzo G. Castellari en la dirección e “Imagen de un convento” de 1979 una de las mejores películas eróticas de Joe D’Amato.

En 1980 sufre un accidente que le paralizará medio cuerpo y condicionará su carrera, no obstante se le podrá ver en producciones de temática variada y bajo presupuesto como “Holocausto Zombi” (1980) y “Sexo profundo” (1980) ambas de Marino Girolami (padre de Enzo G. Castellari), “Anno 2020-Il gladiatore del futuro” (1982) una especie de Mad Max dirigida, de nuevo, por Joe D’Amato y con guión de otro especialista en los spaghettis George Eastman, “Roma, año 2072 DC: los gladiadores” una versión más violenta de Rollerball dirigida en 1984 por Lucio Fulci (director con el que había colaborado en tres spaghettis: “La carrera del oro”, “Los cuatro del apocalipsis” y “Sella d’argento”), “El nombre de la rosa” (1986) adaptación de la novela de Umberto Eco realizada por Jean-Jacques Annaud con Sean Connery y “Mortacci” (1989) una historia ambientada en un cementerio con varios episodios dirigida por Sergio Citti, a las que hay que sumar sus colaboraciones con directores tan característicos del Eurotrash como Sergio Martino o Umberto Lenzi.

Su última aparición en pantalla tuvo lugar en el film de 1994 “Cara dolce amore” con Ben Cross y Eli Wallach.


Filmografía en SW:

1961- Dynamite Jack
1968- ¡Corre Cuchillo…corre! /// Reseña Adicional
1970- Se tíncontro, t’ammazzo
1971- Lo sceriffo di Rockspring
1971- Il 13º é sempre Giuda
1971- Quelle sporche anime dannate
1972- Due fratelli
1972- La colt era il suo Dio
1973- Kung Fu nel pazzo west
1973- Sei bounty killers per una strage
1973- Il giustiziere di Dio
1974- Zanna Bianca alla riscossa
1974- la carrera del oro (Il ritorno di Zanna Bianca)
1975- Los cuatro del apocalipsis
1976- Keoma /// Reseña Adicional
1977- El valle de la muerte (Mannaja) /// Reseña Adicional
1978- Sella d’argento

domingo, 20 de junio de 2010

TU CABEZA POR MIL DOLARES




Tu cabeza por mil dolares (Per 100,000 dollari ti ammazzo)
1967
Italia
Director: Giovanni Fago
Reparto: Gianni Garko, Claudio Camaso, Piero Lulli, Fernando Sancho, Carlo Gaddi, Claudie Lange, Bruno Corazzari, Susanna Martinková, Andrea Scotti, Silvio Bagolini, Dada Gallotti, Adriana Giuffrè, Rodolfo Valadier, Maurizio Tocchi, Giovanni Di Benedetto, Osiride Pevarello
Guión: Sergio Martino, Ernesto Gastaldi
Fotografía: Federico Zanni
Música: Nora Orlandi




Spaghetti dirigido en 1967 por Giovanni Fago que cuenta con gran parte del equipo de “Como lobos sedientos” (actores principales, productores, guionistas, director de fotografía y músico) en el que se narra, con cierta originalidad dentro de este subgénero, una historia de odio, envidia, rencor y avaricia entre dos hermanastros marcados por la traición que cometió uno de ellos en el pasado, y todo ello en el marco de unos EEUU devastados por la Guerra Civil.

Los aspectos más originales de esta película que me han llamado la atención son:

El tono marcadamente pesimista, melancólico y un tanto crepuscular que impregna toda la película y que, creo, se adelanta a varios spaghettis realizados a mediados de los setenta como “California” o “Keoma”, apreciándose este pesimismo no sólo en la actitud vital de los personajes principales sino también en el escenario en el que se desarrolla la acción en el que proliferan los pueblos fantasmas medio derruidos por el tiempo (como en el que tendrá lugar el enfrentamiento final) o directamente arrasados por la contienda bélica (como el rancho de Anne, la amante del protagonista), remarcándose, de esta forma, la sensación de caos vivida por los protagonistas.

El guión de la película, obra de Ernesto Gastaldi y de Sergio y Luciano Martino, con un fuerte carácter intimista, incluso se introduce un componente romántico, en el que, sobre todo en la primera parte, se da mayor importancia al drama en el que se ven inmersos los protagonistas que a la acción. Además cuenta con unos personajes mucho más perfilados de lo que es habitual en este subgénero que están profundamente marcados por su pasado que no pueden olvidar y que les conducirá a un final trágico; así Johnny le llega a decir a Anne “El pasado aunque queramos olvidarlo es como una vieja herida y las heridas se vuelven a abrir de vez en cuando”, para a continuación, en una bellísima y poética escena en la que de forma magistral se nos muestra la angustia ante la pérdida de un ser querido, soñar Johnny con su antiguo amor que de repente desaparece dejando sólo las huellas de su pisada en la playa que, a su vez, son borradas por las olas (pocas veces he contemplado una escena tan profundamente lírica como ésta en un spaghetti).

Lástima que en el tramo final sufra un cierto bache, el desarrollo de la historia se torne más previsible y los guionistas se recreen en los aspectos más sádicos y crueles, así por ejemplo el protagonista recibirá las habituales palizas y torturas, pero claro en caso contrario quizás no estaríamos hablando de un spaghetti.


En cuanto la estructura narrativa, no es, como en la mayoría de los spaghettis, lineal y en ella cobran gran importancia varios flasbacks que, para mí, presentan ciertas similitudes con los de “Agáchate maldito” al trasladarnos al pasado feliz de los dos hermanos. Así sabremos que formaban parte de una familia aristocrática del sur, por lo que con este hecho se subraya el grado de degradación alcanzado por los dos al haberse convertido el mayor en un cazador de recompensas y el otro en un forajido, al mismo tiempo que se muestra cómo se estaba incubando la semilla del desastre posterior y se explican los motivos del odio que sienten el uno por el otro. Especialmente conseguido creo que está el primero en el que, sin palabras y acompañado de una bella melodía, nos muestra la dureza que supone para el hermano menor (Clint Forest) sentirse inferior respecto a su triunfador hermano (Johnny), sentimiento que se tornará en odio cuando descubra que además éste es un bastardo.

Por otra parte creo que la película está elegantemente dirigida, muy cuidada y cuenta con grandes escenas estupendamente planificadas como el enfrentamiento inicial (precioso el movimiento de cámara con el que se inicia el film en el que se enfoca al campanario de una iglesia para ir bajando en una sola toma y terminar viendo la sombra de cuatro pistoleros a caballo); los bellos flashbacks, perfectamente fotografiados, a través de los cuales conoceremos el pasado de ambos hermanos; o el maravilloso y fratricida enfrentamiento final.

Desde el punto de vista técnico el film me pareció una maravilla, con una bella fotografía obra de Federico Zanni y una estupenda labor de ambientación que cuenta con abundantes localizaciones que van desde los típicos y polvorientos paisajes del interior a unos escenarios tan inusuales en este subgénero como son las playas.

Pero lo que sobresale, para mí, sobre el nivel notable de la película es sin duda la hermosísima banda sonora de Nora Orlandi con un gran tema principal repetido con distintas variantes (con predominio de instrumentos de viento, con silbidos o con el protagonismo de una guitarra), así como otros de corte melódico (como el que se escucha con los flashbacks) que están casi a la misma altura del tema principal.


Por lo que respecta a los actores, Gianni Garko vuelve a estar muy bien en un personaje muy parecido al de “Como lobos sedientos” aunque aquí todavía más torturado, demostrando que era uno de los actores más sólidos de este subgénero; mientras que con Claudio Camaso (hermano de Gian Maria Volonte) tengo el mismo problema que con la película antes citada, ya que se parece mucho a su hermano y me da la sensación de que le imita en alguna escena, además está sobreactuado en alguna secuencia y tiende de forma natural al histrionismo, por otra parte creo que el film hubiera necesitado un actor de mayor entidad con el objeto de que pudiera transmitir los sentimientos acumulados por este personaje que siente celos, odio y envidia de su hermano mayor por ser mejor que él. Junto a ellos Claudie Lange que en el papel de Anne, la amante de Johnny que no consigue que éste olvide del todo a su antiguo amor, creo que transmite bastante bien la fragilidad de su personaje, Piero Lulli tan eficaz como siempre en su papel de líder de los forajidos y Fernando Sancho en una pequeña colaboración especial en su sempiterno papel de bandido mejicano.

De esta película tengo el DVD editado por VM Films que respeta el formato original y cuenta con una buena imagen aunque el sonido presenta algunas deficiencias (tuve que ponerme dos veces el final para saber qué le decía un hermano al otro).

En definitiva un buen y atípico spaghetti muy cuidado en sus aspectos técnicos y que creo está muy por encima de la media de este subgénero.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 8
AMBIENTACIÓN: 8
DIRECCIÓN: 8
ACTORES: 7
MÚSICA: 9

MEDIA: 8

sábado, 19 de junio de 2010

Richard Wyler


Actor, novelista y ocasional guionista británico nacionalizado estadounidense (1923 Essex-2010 California) cuyo verdadero nombre era Richard Stapley.

Tras participar en la II Guerra Mundial y con escasa experiencia en el teatro fue contratado en 1948 por la Metro Goldwyn Mayer, por lo que se trasladó a los EEUU para participar en una serie de películas clásicas como “Los tres mosqueteros” (1948) de George Sidney con Lana Turner como la malvada Lady de Winter y Gene Kelly en el papel de D’Artagnan, “Mujercitas” (1949) dirigida por Mervyn Leroy con June Allyson, Janet Leigh y una joven Liz Taylor, la película de terror “La extraña puerta” (1951) con Boris Karloff, “El capitán King” (1953) película de aventuras dirigida por Henry King e interpretada por Tyrone Power o “D-Day the six of june” film bélico dirigido por Henry Koster y protagonizada por Robert Taylor sobre el desembarco en Normandía.

Al comprobar que su carrera no despegaba decide volver a su Inglaterra natal y ya con el nombre de Richard Wyler protagonizará el film “Identidad desconocida” y la serie de televisión “El hombre de Interpol” manteniéndose dos años en antena, lo que le dará cierta popularidad y le abrirá las puertas del cine de género realizado fundamentalmente en Italia, protagonizando dos películas de espías tan en boga en ese momento (“Coplan FX 18 casse tout” coproducida con Francia y “Dirk Smart 2007”).

Su primer contacto con el spaghetti no pudo ser más afortunado al protagonizar en 1967 la película dirigida por Eugenio Martín “El precio de un hombre” donde su estilo, un tanto hierático, fue el contrapunto ideal al de Tomas Milian mucho más expresivo. Sin embargo varias malas elecciones truncaron su carrera como estrella de este subgénero y sólo rodaría tres spaghettis más entre 1967 y 1968.

Acabado su periplo en Italia regresa a su país natal y coprotagoniza “La ciudad sin hombres” (1969) del controvertido director Jesús Franco, así como realiza apariciones como actor invitado en algunas series de televisión y pequeños papeles en películas tan conocidas como “Cuartos comunicados” (1970) junto a Bette Davis, “Frenesí” (1972) de Alfred Hitchcock o el thriller “Scorpio” (1973) de Michael Winner con Burt Lancaster y Alain Delon.

Su última aparición fue para la serie de televisión “El retorno del Santo”.

En los últimos años de su vida, y con la nacionalidad estadounidense, se dedico a su otra pasión, la escritura. Fruto de ella fue la publicación de su segunda novela (la primera la escribió a los diecisiete años) en 2004 con el título de “El legado desnudo”. En el momento de su muerte estaba escribiendo su autobiografía denominada “To slip and fall in L.A”, aunque previamente había terminado una tercera novela que el mismo adaptó al cine con el título de “El mañana será cancelado”.


Filmografía SW:

1967- El precio de un hombre
1967- Un hombre viene a matar
1967- Winchester Bill
1968- El pistolero que odiaba la muerte

viernes, 18 de junio de 2010

HASTA QUE LLEGÓ SU HORA



HASTA QUE LLEGO SU HORA (C'ERA UNA VOLTA IL WEST)
1968
Italia/España
Director: Sergio Leone
Intérpretes: Claudia Cardinale, Charles Bronson, Henry Fonda, Jason Robards, Gabriele Ferzetti, Woody Strode, Jack Elam, Lionel Stander, Paolo Stoppa, Frank Wolff, Marco Zuanelli, Al Mulock, Keenan Wynn, Simonetta Santaniello, Enzo Santaniello, Luigi Ciavarro, John Frederick, Spartaco Conversi, Aldo Berti, Michael Harvey, Antonio Molino Rojo, Benito Stefanelli, Frank Braña, Fabio Testi, Claudio Scarchilli, Aldo Sambrell, Salvo Basile, Bruno Corazzari, Claudio Mancini, Luana Strode, Tullio Palmieri, Renato Pinviroli, Ricardo Palacios, Robert Spafford, Bill Crawley, Francesca Leone, Raffaella Leone, Don Galloway, Livio Andronico, Paolo Figlia, Stefano Imparato, Frank Leslie, Luigi Magnani, Umberto Morsella, Enrico Morsella, Conrado San Martín, Giovanni Ivan Scratuglia, Dino Zamboni, Lorenzo Robledo
Argumento : Dario Argento, Bernardo Bertolucci, Sergio Leone
Guión : Sergio Leone, Sergio Donati
Director de Fotografía : Tonino Delli Colli
Música : Ennio Morricone



Western capital dirigido en 1968 por Sergio Leone que cuenta la historia de cuatro personajes cuyas vidas se cruzan en torno a una propiedad fundamental para el desarrollo del ferrocarril en la región:
Jill una ex prostituta de New Orleáns que acude al Oeste tras la llamada de su reciente esposo dueño de la mencionada propiedad.
Frank un frío asesino al servicio del ferrocarril que, consciente de su edad, ve en el caballo de hierro su oportunidad para cambiar de vida.
Harmonica un silencioso pistolero que tiene una cuenta pendiente desde la infancia con Frank.
Cheyenne jefe de una banda de bandidos injustamente culpado por unos asesinatos cometidos por Frank que se aliará con Jill y Harmónica.

Si esta peli no es una obra maestra se acerca mucho. Creo sinceramente que constituye una de las cumbres del western en la que, mezclando elementos modernos con otros más clásicos (las referencias a autores como Ford son constantes), se nos narra cómo se civilizó el oeste a través de un elemento básico: la construcción del ferrocarril (tema habitual del western norteamericano). Al mismo tiempo, se nos cuenta la típica historia de venganza propia de los spaghetti, de tal forma que queda perfectamente integrada la historia individual de los cuatro personajes principales dentro de la historia colectiva de los EEUU.

La labor de dirección de Sergio Leone me parece de libro o de academia: la planificación de las escenas, los movimientos de cámara (maravillosos travelling, perfecta utilización de la grúa como en la escena en la que Jill llega al pueblo, uso racional del zoom), la combinación de planos cortos con planos largos, etc. Así la peli está plagada de grandes momentos: desde la larga secuencia inicial en la que tres pistoleros esperan la llegada del tren en el que viaja Charles Bronson que está inspirada en la famosa escena del tren de “Solo ante el peligro”; pasando por la presentación de Henry Fonda con la cámara rodeando su rostro hasta que vemos sus ojos azules, fríos como la muerte o el estupendo duelo entre Harmonica y Frank, con una gran labor en el montaje y un magnífico flashback a través del cual conoceremos el motivo de la venganza; hasta ese gran y metafórico final con la muerte de Jason Robards al mismo tiempo que llega el tren; así, como ya hiciese John Ford en “El hombre que mató a Liberty Valance”, Leone nos muestra cómo los personajes de Harmonica, Frank y Cheyenne, que han impuesto hasta ahora su ley a través de las armas, están condenados a desaparecer con la llegada de la civilización y a dejar paso a los educados habitantes del este, representados por el personaje de Jill, que son los que construirán y harán grande al país.

Tan importante como la labor de dirección de Sergio Leone es el trabajo de Ennio Morricone en la composición de la banda sonora (para mí una de las mejores de la historia del western), ya que va a crear un tema para cada personaje principal con el objetivo de que les identifiquemos con su melodía, así la música se convierte en un elemento dramático fundamental.

Tanto la fotografía del habitual en el cine de Passolini Tonino Delli Colli (¡qué bien retratado está el Monument Valley!) como la dirección artística son sobresalientes, beneficiados por un presupuesto nada cicatero.

Por último, en cuanto a los actores creo que dieron lo mejor de sí mismos. Henry Fonda crea a uno de los mejores malos que he visto en el cine, Jason Robards está enorme en el papel de romántico y entrañable bandido, Charles Bronson no desentona como el vengativo pistolero lo que en su caso es decir mucho, y Claudia Cardinale, en un papel muy importante inusual en las pelis del oeste, demuestra que, aparte de ser una mujer muy bella, es una estupenda actriz que, tras trabajar con Fellini y Visconti, intentaba introducirse en los EEUU (acababa de rodar “Los profesionales” un gran western de Richard Brooks). Junto a ellos un gran número de estupendos secundarios, tanto europeos como Gabriele Ferzetti o Frank Wolf (éste era norteamericano pero desarrollo su carrera básicamente en Europa), como veteranos norteamericanos: Woody Strode, Jack Elam, Lionel Stander o Keenan Wynn. Además podemos distinguir en papeles muy cortos a varios habituales de los spaghettis entre los que destacan Aldo Sambrell, Fabio Testi o Frank Braña. De esta forma, con el casting, también se está subrayando la idea de combinar clasicismo con modernidad.

En definitiva, para mí, uno de los mejores westerns de la historia del cine.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 10
AMBIENTACIÓN: 10
DIRECCIÓN: 10
ACTORES: 9
MÚSICA: 10
MEDIA: 9.8


Reseña Adicional

jueves, 17 de junio de 2010

CON EL CORAZÓN EN LA GARGANTA


Con el corazón en la garganta (Sette pistole per un massacro)
1967
España/Italia
Director: Mario Caiano
Reparto: Craig Hill, Piero Lulli, Eduardo Fajardo, Giulia Rubini, Nello Pazzafini, Spartaco Conversi, Roberto Camardiel, Jacques Herlin, Nazzareno Zamperla, Renzo Pevarello, Massimo Carocci , Osiride Pevarello, Aldo dell'Acqua, Eleanora Vargas, Massimo Carocci, Pino Polidori, Natale Nazzareno, Tomas Pico, Caterina Trentini, Franco Ukmar, Elio Angelucci
Guión: Eduardo M. Brochero
Fotografía: Julio Ortas
Música: Francesco de Masi




Coproducción italo-española dirigida en 1967 por todo un especialista en este subgénero, Mario Caiano (director que ese mismo año había rodado el spaghetti un tanto paródico “Un tren para Durango”) que me ha parecido muy floja.



SINOPSIS: Will Flaherty, un convicto acusado de un robo y unos asesinatos que no cometió, tras escapar de la prisión se dirige al pueblo donde trabaja su antigua amante. Al mismo tiempo una banda de forajidos, comandados por dos de los autores reales de los crímenes por los que fue imputado el protagonista, tras un fracasado intento de robar el banco del mismo pueblo, decide esperar a que llegue la diligencia con el oro de los mineros y toma como rehenes a todos los habitantes. A partir de ese momento, Will, que no ha sido detectado, intentará evitar el robo y limpiar su nombre.




Creo que un comienzo prometedor (con una situación muy parecida, o por lo menos a mí me la recordó, a la primera parte de la “Jungla de cristal” en la que el héroe al no ser detectado intentará abortar los planes de los forajidos) se ve lastrado por una irregular dirección de Caiano que alterna buenas escenas como la inicial o el realista tiroteo final con otras rodadas de forma chapucera como la persecución por parte de dos bandidos al protagonista que conduce una carreta, y, sobre todo, por un guión muy flojo y simple obra del propio Caiano y del ínclito Eduardo Manzanos Brochero con el que tuve la sensación, como me pasó con “Un hombre vino a matar” cuyo guión también lo firmó, entre otros, este último, de que sus autores no sabían cómo continuar la historia para llegar a los noventa minutos y lo solucionaron con escenas de relleno (se inventan la aparición de unas coristas que les sirve de excusa para introducir una larguísima secuencia con un espectáculo protagonizada por ellas y con la posterior pelea entre los forajidos). A ello hay que añadir que por momentos la historia se nos revela bastante pueril; así por ejemplo, una vez que apresan al protagonista le llevan atado a una cuadra que resulta estar más concurrida que la Puerta del Sol en un domingo y a la que se accede con suma facilidad; resultado lógico: el héroe consigue escapar.



En cuanto a los aspectos positivos, destacaría fundamentalmente dos:

Una vez más la banda sonora de de Francesco de Masi con un tema principal muy resultón tanto en su versión cantada como en la instrumental.

El trabajo de los actores. Craig Hill, en el papel de Will, creo que vuelve a mostrar su solidez interpretativa y sigo pensando que fue un tanto desaprovechado en este subgénero. Junto a él un grupo de estupendos secundarios que hacen mucho más llevadera la película y entre los que podemos destacar a Eduardo Fajardo como el brutal Tilly, jefe de la banda; Roberto Camardiel en el rol del inteligente Pad, auténtico cerebro y en continua fricción con su jefe; Piero Lulli que interpreta al lugarteniente de Tilly, con el que comparte un importante secreto y Giulia Rubinique está bastante entonada como Peggy el antiguo amor de Will y uno de los pocos apoyos con los que contará.

Por último, como curiosidad, comentaros que el director de fotografía es Sergio Martino.



En definitiva un spaghetti, para mí, mediocre y olvidable al que le salvan el buen hacer de sus actores y la banda sonora del siempre fiable de Masi.

PUNTUACIÓN:

HITORIA: 3
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 4
ACTORES: 7
MÚSICA: 6

MEDIA: 5,2

miércoles, 16 de junio de 2010

Dos mulas y una mujer (western)


Dos mulas y una mujer (Two Mules for Sister Sara)
1970
USA
Director: Don Siegel
Reparto: Clint Eastwood, Shirley MacLaine, Manolo Fábregas, Alberton Morin, Armando Silvestre
Guión: Albert Waltz (Argumento: Budd Boetticher)
Fotografía: Gabriel Figueroa
Música: Ennio Morricone




SINOPSIS México está asolado por la lucha entre los hombres de Juárez y los ocupantes franceses del emperador Maximiliano. En ese escenario Hogan (Clint Eastwood), un duro mercenario, salva a una monja (Shirley MacLaine) del ataque de unos malhechores, para emprender juntos un accidentado viaje en el que, a pesar de sus opuestas dedicaciones, se darán cuenta que en el fondo no son tan diferentes...

Inicialmente concebida para ser protagonizada en su apartado femenino por Elizabeth Taylor, al final la Universal la descartó por pedir demasiado dinero, contratando para el papel de la monja a Shirley Maclaine.



Rodada durante cuatro meses en Mexico, la idea de su director (seguramente "aconsejado" por la productora) era combinar el spaghetti europeo (o más exactamente el zapata-western) con el western norteamericano, añadiéndole ligeros toques de humor aportados por la relación entre los dos protagonistas (un frió mercenario y una candida monja).
El resultado fué bastante irregular.



Para empezar, Clint comenzó la película bastante molesto porque la idea inicial, nacida al conocer a la esposa de Richard Barton, Elizabeth Taylor, durante el rodaje de "El desafío de las águilas", y viendo que ambos se cayeron bien, pronto surgió la idea de hacer juntos el guión que Easwood acababa de leer, precisamente "Dos Mulas y una mujer", pero que por desgracia era propiedad de la Universal.
Con el cambio de la actriz que lo acompañaría, seguramente nacería la poca química que ambos demuestran a lo largo de la película.

Sobre "Dos mulas y una mujer" en sí, aunque por momento parece una de "Leone", la acción no acaba de arrancar, y queda completamente fallida como western. Solo es digno de resaltar el asalto final a un fuerte francés por las tropas Juaristas.
Y es que sería más apropiado enmarcar la cinta dentro del genero de la comedia, o algo parecido.
Los personajes en su mayoría son bastantes planos, salvo quizás el de la monja Sara, y más que otra cosa por el giro que da el mismo al final de la película.
Sobre el papel de Clint Easwood, aunque en un primer vistazo parece una copia del "Hombre sin nombre" (aparece con poncho y todo), al final termina siendo casi una parodia light...



Pese a todo, hay dos cosas que la salvan, la primera es el propio Eastwood, ya que cualquier seguidor del actor aceptará con gusto el visionado, y sobre todo, la banda sonora de Morricone, verdadera protagonista de la película.
Por cierto, el actor afirmó tiempo después que no tiene un buen recuerdo de este film, ya que por lo visto todo el equipo sufrió altas fiebres e importantes desordenes intestinales durante la estancia en aquellas duras tierras mexicanas.
Aunque seguramente él ya estaría algo preparado a la caló, que ya sabéis la caló que hace en la parte sur de España....

PUNTUACIÓN: 6/10

martes, 15 de junio de 2010

Recordando a...Anthony Steffen

George Eastman


Actor y guionista italiano nacido cerca de Génova en 1946 cuyo verdadero nombre es Luigi Montefiori, aunque a lo largo de su dilatada carrera ha utilizado otros seudónimos.

A mediados de los años sesenta se traslada a Roma y en 1966 se produce su debut en el cine con un spaghetti dirigido por Maurizio Lucidi y protagonizado por Robert Woods “Due once di piombo”. A partir de ese momento y favorecido por su espectacular físico, mide más de dos metros, trabajará con gran regularidad en las dos décadas siguientes tanto en spaghettis (apareció en unos quince) como en otros géneros: aventuras, ciencia ficción, terror, eróticas, destacando su participación en “Satyricon” de Fellini en 1969, “La selva blanca” película dirigida por Ken Annakin en 1972 y protagonizada por Charlton Heston, “Pata de palo” en 1973 que supuso la primera incursión en la dirección de Kirk Douglas que también la protagonizó, “Cani arrabiati” un giallo dirigido por el especialista Mario Bava en 1974, “Rey David” en 1985 que le permitió trabajar junto a Richard Gere encarnando a Goliath o “Regalo de Navidad” (1986) de Pupi Avati, un drama en el que se le pudo ver en un rol muy diferente.

A partir de la década de los noventa sus apariciones en pantalla son cada vez menores siendo su último trabajo como actor la película estadounidense de 2008 “Grindhouse Universe”.

Paralelamente a su carrera como actor ha desarrollado otra muy fructífera como guionista (cuenta con más de cuarenta guiones, entre ellos el de “Ciakmull” y el de “Keoma”, tanto para la gran pantalla como para la televisión) que junto a sus interpretaciones le han convertido en uno de los iconos del cine denominado Eurotrash, al haber colaborado con directores tan representativos como Ruggero Deodato (“Los bárbaros”), Umberto Lenzi (“La Guerra del Hierro”), Sergio Martino (“2019 tras la caída de Nueva York”, “Caimán”), Enzo G. Castellari (“Los nuevos bárbaros”, “1990, el guerrero del Bronx”) y, sobre todo, Joe D’Amato con el que ha trabajado en múltiples ocasiones destacando entre éstas la mítica y controvertida “Gomia”, terror en el Mar Egeo” de 1980 que fue prohibida en varios países, entre ellos Gran Bretaña, y en la que interpretaba a un antropófago.

Hombre polifacético también ha dirigido dos films: “Anno 2020-I gladiatori del futuro” en 1982 junto con su amigo Joe D’Amato y “Metamorphosis” también conocida como “Reanimator 2” de la que además escribió el guión

Su último trabajo, este mismo año (2010), ha sido un guión para la televisión italiana “Il pecato e la vergogna”.


Filmografía en SW:

1966- Due once di piombo
1966- Yo soy Trinidad
1967- El último pistolero
1967- Bill il taciturno
1967- Un poker di pistole
1968- El clan de los ahorcados
1968- Odia il prossimo tuo
1968- Il mio corpo per un poker
1969- La colina de las botas
1970- La puerta del infierno (Ciakmull)
1971- Bastardo, vamos a matar
1971- Quel maledetto giorno della ressa dei conti
1972- Les llamaban y les llaman dos sinvergüenzas
1972- La selva blanca
1973- Todos para uno, golpes para todos
1975- La tigre venuta dal fiume Kwai

lunes, 14 de junio de 2010

JOHNNY ORO


Johnny oro
1965
Italia
Director: Sergio Corbucci
Reparto: Mark Damon, Valeria Fabrizi, Franco De Rosa, Andrea Aureli, John Bartha, Loris Loddi, Ettore Manni, Giovanni Cianfriglia, Pippo Starnazza, Giulia Rubini, Nino Vingelli, Vittorio Bonos, Bruno Scipioni, Silvana Bacci, Giulio Maculani, Evaristo Signorini, Amerigo Gastrichella, Francesco Figlia, Ivan Basta, Lucio De Santis, Mauro Mannatrizio, Fortunato Arena, Paolo Figlia, Ferdinando Poggi, Giovanni Cariffi, Walter Peraso, Nicola Di Gioia
Guión: Adriano Bolzoni, Franco Rossetti
Fotografía: Riccardo Pallottini
Música: Carlo Savina


Película de 1965 que supuso la tercera incursión en este subgénero, tras “Masacro al Grand Canyon” (codirigida por el también productor Albert Band) y "Minessota Clay", del gran Sergio Corbucci, que me ha parecido bastante irregular debido en gran parte a un guión bastante rutinario de dos de sus colaboradores habituales en este subgénero: Adriano Bolzoni (“Minessota Clay” y “Salario para matar”) y Franco Rossetti (“Django”).

El protagonista, cuyo nombre da título a la película (aunque en algunos países aprovechando el éxito de los dos films de Giuliano Gemma, cambiaron el título llamándole Johnny Ringo) es un amoral cazador de recompensas cuyo único amor, como recalca la canción principal, es el oro. Tras matar en territorio mejicano a los tres miembros de la familia Pérez para cobrar la recompensa, el hermano pequeño, al que en su avaricia dejó con vida porque no tenía puesto precio a su cabeza, jurará vengarse y encontrará su oportunidad cuando el protagonista sea detenido por un honrado sheriff en un pueblo estadounidense situado en la frontera con Méjico, por lo que con la ayuda de los indios asaltará el pueblo donde se encuentra apresado éste.

Uno de los aspectos más interesantes del spaghetti es la contraposición de los personajes principales. Por un lado tenemos al mestizo Johnny Oro (interpretado por el actor estadounidense Mark Damon, que no me gustó en absoluto ya que dado el carácter irónico y un tanto paródico del personaje hubiera necesitado un actor más dotado para la comedia) un ser individualista, cínico, incapaz de amar otra cosa que no sea el oro (su obsesión por el metal precioso le lleva a portar un colt, unas espuelas y una boquilla de dicho metal) y que respeta la ley, según sus propias palabras, “porque le produce ganancias”. Por el otro se encuentra el honrado sheriff (interpretado correctamente por Ettore Manni, antiguo actor de péplums reconvertido al spaghetti) un hombre con principios que como los héroes del western clásico antepone la justicia y el deber a cualquier otro tipo de consideración, y del que Johnny en un momento dado se burla comentándole que: “Sabes lo que es un principio, una frase que ponen sobre las tumbas, aquí yace un hombre de sólidos principios”.

También me ha llamado la atención la influencia en la película, sobre todo en relación con el personaje del sheriff, de dos grandes westerns clásicos, “Río Bravo” ya que la decisión del sheriff de detener a Johnny provocará la reacción del bandido mejicano y éste, para rechazar el ataque, sólo contará con el apoyo de su mujer y de un viejo que vive en la cárcel (un personaje que protagoniza alguna escena cómica bastante lograda y constituye otro de los aciertos de la película) y “Solo ante el peligro” por su actitud al decidir enfrentarse a los bandidos cumpliendo con su deber en vez de viajar a Boston con su mujer y su hijo como tenía proyectado.
Además otra de las grandes bazas con las que cuenta la película es la gran labor de ambientación del otrora arquitecto Carlo Simmi que estuvo al frente de la dirección artística, la decoración y el vestuario. Un gran profesional cuya magnífica labor dignificó este subgénero al participar en alguno o en todos los aspectos anteriormente citados en películas tan bien hechas como son "Adiós Texas", "Django", "El halcón y la presa", "Cara a cara", "Hasta que llegó su hora", "Keoma" o "California".
Por lo que respecta a la banda sonora compuesta por Carlo Savina, y sin que me haya parecido una maravilla, tengo que comentar que cuenta con una canción pegadiza y otro tema instrumental bastante aceptable.
Pero creo que el film falla por la base, es decir, como señalé en el inicio, por el guión, que me parece muy limitado, dando la sensación de que la totalidad de la película queda supeditada al interesantísimo enfrentamiento final. Así hasta que se llega a ese momento los guionistas, que se muestran poco imaginativos y sin ideas, recurren a las típicas escenas de cabalgadas con continuas idas y venidas, tanto del protagonistas como de otros personajes, a los dos lados de la frontera y a las escenas de relleno, con lo que consiguen una película con falta de ritmo y bastante aburrida.

En cuanto a la labor de Corbucci, me ha parecido irregular, alternando grandes escenas como la que abre el film, de una gran riqueza visual, o todo el enfrentamiento final en el que demuestra su saber hacer en las secuencias de acción, con otras rodadas de forma más rutinaria o directamente desafortunada como aquella en la que la chica del saloon interpreta una canción o la pelea que sostiene el protagonista en el mencionado local.
Película, en definitiva, menor de Sergio Corbucci en la que, no obstante, deja huella de su buen hacer en algunas escenas, y anuncia algunas de sus constantes presentes en sus futuros spaghettis, como por ejemplo la atracción por la violencia (la película cuenta con secuencias muy violentas para la época en que se rodó como el asesinato a sangre fría de dos mujeres o el del corrupto dueño del saloon al que arrojan un tomahawk a la cabeza, anunciando así otros films como “Django” o “Joe, el implacable”) y la visión pesimista y negativa de la construcción de los EEUU y de sus habitantes, ya que a diferencia de la visión idílica del western clásico, y como volvería a hacer en por ejemplo “El especialista”, éstos aparecen como seres egoístas, cobardes e insolidarios.
Por último, comentar que como ayudante de dirección, al igual que en otros spaghettis de Corbucci, figura Ruggero Deodato uno de los más notables representantes del denominado Eurotrash.

PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 5
AMBIENTACIÓN: 7
DIRECCIÓN: 6
ACTORES: 5
MÚSICA: 6

MEDIA: 5,8